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ROCIO RIVERA MENDEZ/VERACRUZ, VER.- Tras reconocer que han pedido a gobiernos de otros países “focalizar sus alertas de viaje”, el Secretario de Turismo Federal Miguel Torruco Marqués, aseguró que la violencia no ha afectado al turismo, lo cual se refleja en el crecimiento de inversiones y divisas en comparación con el 2019.
El titular de SECTUR fue entrevistado en torno al impacto que en turismo pudieran tener los hechos de violencia como lo ocurrido en Poza Rica con cuerpos desmembrados y congelados, asi como presencia de narco-mantas o lo sucedido en Lagos de Jalisco donde 5 jóvenes fueron asesinados brutalmente. Al respecto dijo:
“Se está trabajando a través de las autoridades del gabinete de seguridad, es muy desafortunado, pero son hechos que no se pueden soslayar, pero hablemos de lo positivo, de las inversiones: el año pasado captamos 28 mil 16 millones de dólares, 14 por ciento más que en el 2019; la inversión extranjera 245 por ciento mas que el año pasado, vamos por buen camino y sobre todo se sigue consolidando la guardia nacional”.
Es decir la violencia no afecta al turismo? “Pues las estadísticas hablan de que se siguen incrementando las divisas y se sigue incrementado la inversión”, puntualizó el funcionario federal.
Sin embargo, dijo que se ha solicitado a las secretarías de Estado de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Canadá, que focalicen sus alertas de viaje a México, es decir, que no generalicen pues afectan a aquellos estados que llevan el mismo nombre que algunas ciudades.

Por otra parte, confirmó que se anunciará el programa de México de Colores, empezando con Pueblos Mágicos. En cada pueblo se habla de 140 fachadas y 20 murales artísticos autorizados.
En el caso de Naolinco cuyo alcalde ha solicitado apoyo para reconstruir el Mirador de Las Cascadas, dijo que todo eso le toca a SEDATU y la Secretaría de Infraestructura.

Ruta Cultural

Centenario del Natalicio de Alvaro Mutis (III)
“Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero: “Un bel morir.”
Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.
Destrozado por la trágica muerte de Ilona, en la presente historia encontramos a Maqroll viviendo tranquilamente en un pueblo en La Plata. Vive retirado del mundo, alejado de sus aventuras. Ahora lee mucho sobre la vida de San Francisco de Asís. Al momento de llegar a vivir a ese pequeño pueblo habitado por gente sencilla, humilde, sincera, donde sólo hay una tienda, una cantina, allí Maqroll le renta una habitación a doña Empera, una mujer ciega, adulta, quien trata a Maqroll como si fuera su hijo. Ella un día le dijo que antes de conocerlo ya sabía muchas historias de él y que, aunque muchas de sus empresas tenían algo de turbio, estaba segura que Maqroll era un hombre bueno, sincero, honorable. Pensaba que posiblemente vivía en este retiro para sobrellevar una vida difícil, para sobrellevar la pérdida de Ilona, para sobrellevar el cansancio de los años y porque no, para sortear el a veces sinsentido de la vida.
Maqroll confiesa que en esas tardes de tranquilidad cuando los recuerdos lo apremiaban, lo mejor era irse a la cantina a tomarse unos Brandis. Por intervención de doña Empera, Maqroll empezó a recibir visitas de Amparo María. Esta bella joven al momento de entregarse completamente a los brazos de su hombre, este acto le recordaba a Maqroll que algún sentido tenía la vida. En esas idas a la cantina Maqroll conocerá a un fulano que se hace llamar Jan Van Branden. Este personaje es supuestamente de origen belga y llegó a La Plata porque viene con el proyecto de construir la vía férrea, un proyecto que llevaba años en esas comunidades y nunca se había concretado, e incluso, con la construcción de una nueva carretera los pobladores manifestaban que ya no era tan necesaria la vía férrea.
Derivado de lo anterior, Branden se instala en la misma casa de doña Empera e invita a Maqroll para que trabaje con él en el proyecto. Maqroll no vivía con apremios, de vez en vez le llegaba un cheque tipo pensión de un banco italiano. No obstante, para aprovechar el mucho tiempo vacío y ganarse unos centavos y, porque sintió que no podía decirle que no al ingeniero Branden, el personaje aceptó trabajar para él. El trabajo de Maqroll consistía en llevar herramientas y cierta maquinaria en unas mulas. Le otorgaron dinero para que comprara las mulas, contratara un peón. Al momento comprar las mulas aparece un personaje muy honorable llamado Aníbal Álvarez. Este señor era un hacendado muy respetado en la región. Maqroll le platicó para qué quería las mulas y don Aníbal sólo le dijo que tuviera cuidado, porque por años ese proyecto ha estado detenido y no sabía nada de su reactivación.
Hasta esta parte la historia transcurre sin desasosiegos. Maqroll disfruta de la compañía de Amparo María, se siente como en familia en la casa de Empera, va a las cantinas, en las noches lee y aunque nunca le ha inspirado mucha confianza el belga, hasta ahora lo ha sobrellevado. El ingeniero Branden le dice a Maqroll que en el siguiente barco que arribe ahí llegaran parte del equipo que debe subir a la zona del Tambo. El recorrido con carga es pesado y muy cansado. Branden se comportaba de manera confusa, dudosa, mas, al final le pagó parte de lo acordado a Maqroll y este empezó a llevar las cargas con las mulas, pasando siempre por el rancho de don Aníbal, donde lo recibían con mucho cariño.
En el rancho de don Aníbal trabajaba como empleada doméstica Amparo María. Esta bella mujer se encargaba de atender muy bien a su hombre. No con poco esfuerzo el primer paquete se entregó. Lo recibieron en un lugar alejado dos extranjeros. Maqroll sentía rareza en el ambiente, además, no existía ni siquiera un proyecto delimitado de construcción ni nada. Maqroll pensó que ese material Branden y compañía se lo estaban robando al gobierno para hacer sus negocios. Al siguiente viaje una mula se desbarrancó y muy molestos los dos extranjeros le dijeron a Maqroll que lo hacían responsable del material y debía recuperarlo inmediatamente. Fue con su peón que lo ayudaba al fondo de la barranca y no encontraron nada. Al regresar de la comisión recibió un comunicado que lo andaba buscando urgentemente don Aníbal. Lo esperó en su casa y el hacendado le platicó lo siguiente.
Le dijo que lo creía inocente porque así se veía y desde que lo conoció le tomó cariño, pero que debía saber que lo que transportaba eran armas poderosas y material explosivo, que una peligrosa banda estaba armándose para combatir a los marinos. El tema ya estaba muy investigado por los soldados y sabían que posiblemente él lo hacía sin saber, más que para los marinos daba igual, iban a matar a todos. Sin embargo, para suerte de Maqroll, don Aníbal influía por su calidad moral mucho en uno de los jefes marinos y este en ese mismo contexto se reunió con Maqroll. El marino le ordenó que él siguiera trabajando y actuando como si no supiera nada, que de Branden ya no se preocupara porque nunca más lo iba a ver. Algo más, Maqrollo debía llevar el último cargamento y después irse de la zona inmediatamente, sino, no le aseguraban nada.
Maqroll preocupado por verse en el problemón que estaba sin él saber bien a bien originalmente en lo que se metía, platicaba con doña Empera afirmando que la naturaleza caída del hombre es terrible. Tanto afán de obtener, hacer, matar, arriesgar, y nos olvidamos que la vida es finita y muy corta, esto debería hacer que aprovecháramos el tiempo, pero no, aquí recordaba una frase de Sancho cuando le dice a Don Quijote: “Cada cual es como Dios lo hizo y, a veces, peor.” El peligro estaba a plenitud, días antes de hacer la última entrega del material lo visitó Amparo María, hicieron el amor, se quedaron dos días juntos encerrado sin salir de la habitación. Aquí el Gaviero empezó a recordar a sus antiguos amores, de Flor Estévez nunca más supo, Ilona murió trágicamente y ella era irremplazable, a Amparo María la quería, más le llegaba en una etapa cansada, con pocas fuerzas y en medio de estos nuevos conflictos.
“En el umbral de su vejez, el Gaviero estaba aprendiendo a conformarse, sin remedio, pero con creces, con lo que nos es dado fatalmente a cambio de lo que hubiera podido ser y ya no fue. El azar le entregaba a Amparo María, él la hubiera querido unos veinte años antes para guardarla en una escondida quinta de Catania. La tenia aquí, cansado y en medio de una tierra de horror y desamparo. Sobre estas reflexiones, doña Empera le contestó: “–Sí, Gaviero. Esos tráficos a los que nos empujan los años, todos los tenemos que hacer. Lo malo es que nos toman de sorpresa. Siempre comienzan mucho antes de que nos demos cuenta de que estamos haciéndolos…Es igual Gaviero, todo es igual. La vida es como estas aguas del río que todo lo acaban nivelando, lo que traen y lo que dejan, hasta llegar al mar. Lo corriente es la misma. Todo es lo mismo.”
La barbarie se hizo presente, los contrabandistas asesinaron a don Aníbal con todos sus trabajadores, esto incluye a Amparo María. Gaviero fue detenido y enjuiciado, empero, al final un informe del soldado con el que había platicado y le ordenó que siguiera haciendo las cosas con el fin de ellos capturar a los delincuentes, lo salvó de la muerte. Maqroll partió con el dolor de ver y vivir la barbarie a plenitud. Antes de partir, doña Empera le confesó a Maqroll que años atrás con ella vivió Flor Estévez, que por eso ella sabía que era un buen hombre. Que Flor lo anduvo busque y busque y nunca lo pudo encontrar y que vivía con la angustia de que él pensara que ella lo había abandonado. Maqroll se embarcó y partió. En un apéndice que aparece en la novela el creador de Maqroll narra su muerte:
“El Gaviero yacía encogido al pie del timón, el cuerpo enjuto, reseco como un montón de raíces castigadas por el sol. Sus ojos, muy abiertos quedaron fijos en esa nada, inmediata y anónima, en donde hallan los muertos el sosiego que les fuera negado durante su errancia cuando vivos.”

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Hora cero

Masacres, desapariciones y fosas clandestinas

Luis Alberto Romero

La violencia del norte de Veracruz escala cada día más. A las masacres registradas de forma reciente en Papantla, Tihuatlán y Poza Rica siguieron operativos y un impresionante despliegue de efectivos, tanto federales como de la policía estatal.

Sin embargo, en este lugar se respira miedo; tanto o más como cuando en 2010 se registró una balacera en un centro comercial del lugar, que dejó un saldo de 3 personas muertas.

En esa ocasión, en mayo, unos meses antes de que el ex gobernador Duarte huyera de México, grupos armados se enfrentaron en un punto sumamente concurrido: la plaza Gran Patio, que fue cercada por elementos del Ejército

Entre esos hechos, que significaron el punto más alto de Poza Rica en términos de violencia, y los recientes hallazgos de cuerpos mutilados, han pasado 13 años; en ese lapso, son incontables los casos de homicidio doloso, balaceras, masacres y desapariciones en este lugar del norte veracruzano, convertido hoy en el foco de la nota roja nacional.

Entre 2008 y 2010, la violencia se apoderó de la zona norte de la entidad. Igual que en las fechas recientes, se desplegaron operativos y cientos de elementos de seguridad vigilaron la zona; en esa ocasión, la intensidad del enfrentamiento entre bandas de la delincuencia organizada fue bajando, para dispararse una década después.

Hoy, en Poza Rica, Papantla y Tihuatlán la población ha perdido la calma; hay miedo y la percepción de inseguridad es tan evidente como comprensible; no todos los días amanece una ciudad como esta con un hallazgo tan escalofriante, como los 13, 14, 15 o más cuerpos encontrados en unas neveras. Ni siquiera la Fiscalía sabe con exactitud de cuántas víctimas se trata.

En medio de toda esa violencia, este miércoles, en la capital del Estado, Oscar Espino, del colectivo "Buscando a nuestros desaparecidos y desaparecidas Veracruz", dio a conocer que en Tihuatlán, municipio que tiene límites territoriales con Poza Rica, habría sido encontrada una enorme fosa clandestina, en la que fueron depositados restos humanos en bolsas de plástico.

Abundó que la citada fosa es intervenida por la Fiscalía General del Estado, pero la instancia de procuración de justicia no ha dado a conocer el asunto.

Entrevistado por la prensa local, dijo que en ese lugar, Poza Rica, Tihuatlán, Papantla y Coatzintla, prevalece un ambiente de terror.

El tema de las fosas clandestinas ha puesto a Veracruz en el ojo de los organismos defensores de los derechos humanos. De acuerdo con Alan García, oficial de derechos humanos de la oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, en la entidad hay un registro de 647 fosas clandestinas. Dicha nota fue publicada por el diario La Jornada el 15 de mayo del presente año e indica que en Veracruz se contabilizan 7 mil 400 personas desaparecidas.

Sólo durante 2022, la fiscalía estatal reportó la localización de 95 cuerpos en 60 fosas clandestinas en la entidad.

Esa es la dimensión de la violencia que se ha registrado en los años recientes en tierras veracruzanas. @luisromero85

Prevencion trata de personas en Veracruz

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