Ciudad de México.- Elementos de la Marina con apoyo de integrantes de la Fiscalía General del Estado de Puebla abatieron en un enfrentamiento al ‘Z55’ o ‘El Cacarizo’, confirmó a través de su cuenta de Twitter el fiscal General, Víctor Carrancá.
Trascendió que el enfrentamiento tuvo lugar en el municipio de Cañada de Morelos, donde fue ubicado en una casa de seguridad.
Van por líderes de bandas roba-trenes en Puebla.
‘El Cacarizo’ era señalado por las autoridades como uno de los cabecillas de Los Zetas y como artífice en el saqueo a trenes de carga entre los límites de Puebla y Veracruz.
Diario Cambio dio a conocer, además, que el ‘Z55’ “fungía como operador financiero de Roberto de Jesús, ‘El Bukanas’”.
Excélsior
Culiacán, Sinaloa.- El doctor Ángel Valdez Ortiz obtuvo recientemente el Premio de Ciencia, Tecnología e Innovación por parte del Instituto de Apoyo a la Investigación e Innovación (Inapi).
Valdez Ortiz es biotecnólogo con especialidad en ingeniería genética. Su especialidad es la modificación genética de plantas de consumo humano con la finalidad de mejorar su contenido nutricional.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt recuerda que su interés por la investigación surgió cuando cursaba la base especializada de la preparatoria en la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS). Ahí tuvo como profesor de la asignatura de física a quien sería su mentor, el doctor Fernando Cázares, director del Centro de Instrumentos de la UAS.
Biblioteca Central de la UAS“Él es un genio de la física y la electrónica. Me dio clases en preparatoria y mostraba algunos experimentos muy buenos. Por él entendí que la física tenía una aplicación práctica. De repente los maestros que nos dan clases de matemáticas, física o química no explican para qué sirve todo ese conocimiento que imparten en la vida real; entonces, gracias a profesores como él comenzó a gustarme cómo un conocimiento teórico se aterrizaba en un servicio o bien práctico”, explicó.
Añadió que cuando cursaba la carrera de ingeniería bioquímica, en la Facultad de Ciencias Químico Biológicas de la UAS (FCQB), acudió a diversos veranos científicos, algunos de ellos a centros de investigación, en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), en 1997 y 1998.
“Me gustaba que una idea, con un diseño experimental apropiado, planteando preguntas puntuales y planteando rutas críticas o marcos metodológicos para resolver esas hipótesis, es posible lograr un gran resultado. Todo eso me gustó y en cuarto o quinto grado de la carrera decidí que quería dedicarme a la investigación, y es a lo que me he dedicado hasta ahora”, comentó.
Valdez Ortiz cuenta con 12 años de trayectoria científica, que inició en la época en que terminó el doctorado en el Cinvestav. A partir de ese momento trabajó como profesor e investigador de la UAS, montando un laboratorio de biotecnología e ingeniería genética vegetales. En ese momento comenzó a dirigir tesis de maestría y doctorado, con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y de Fundación Produce.
Modificación genética de cultivos
Valdez Ortiz considera que el proyecto que ha marcado su vida profesional es el de inserción de genes de amaranto en plantas de tomate.
“Logramos insertar el gen que codifica en el genoma de tomate, así logramos frutos de tomate transgénico que sirve para el tratamiento de la hipertensión arterial porque la proteína codificada con esos genes, cuando se consume genera péptidos que ayudan a reducir la hipertensión arterial. De ese proyecto central derivamos tres tesis doctorales y tres más de maestría”, dijo.
PremiacionTrabajó también en la modificación genética de cultivos como el nopal y el maíz, así como el trabajo en laboratorio sobre microalgas.
“Son microorganismos que producen altas cantidades de aceite, y por tal razón los utilizan para obtener biodiesel; sin embargo, no han sido aún muy redituables porque más de 50 por ciento del cultivo de microalga se desperdicia y es precisamente ese desperdicio el que hemos estado estudiando en los últimos años porque encontramos que es rico en proteínas y rico en moléculas bioactivas”, explicó.
Como resultado del estudio de esa biomasa residual, el grupo de estudio logró la extracción de clorofilas, bebidas funcionales microbianas y que sirven como antioxidantes.
“Hemos desarrollado también un sistema de ingeniería genética de microalgas para que en un biorreactor podamos producir biofármacos; esa es la otra línea central de la que se han derivado artículos científicos y formación de recursos humanos”.
De proyecto a patente
Con los proyectos desarrollados con las microalgas, el equipo que lidera Valdez Ortiz interactuó con el sector industrial, específicamente con empresas que se dedican al desarrollo de alimentos funcionales, donde ingresaron cuatro patentes que transferirán a empresas para la elaboración de bebidas a partir de microalgas y bebidas funcionales.
“Todos los proyectos llevan la connotación de aterrizarlo en una patente, en un producto o servicio que tenga un beneficio social, económico o ambiental; ya no solo estamos trabajando para generar artículos, producir recursos humanos y mantenernos en el SNI, además estamos tratando de cerrar el ciclo completo en la obtención de un bien o un servicio de beneficio social o económico”, dijo.
El investigador cuenta con cuatro patentes, una de ellas consiste en hidrolizados proteínicos de la biomasa residual de microalgas, que utiliza enzimas específicas, corta las proteínas en fragmentos y de esos hidrolizados proteínicos surge la patente del proceso, pues descubrieron que tienen muchas propiedades nutracéuticas, antioxidantes, antihipertensivas y antimicrobianas.
Además, encontraron que la biomasa es insoluble y, con el proceso de hidrólisis enzimática, lograron solubilizarla y producir tres bebidas, cada una, una potencial patente.
Otra patente consiste en el desarrollo de una bebida inodora, incolora e insípida, prácticamente agua, a la que añadieron ingredientes que ayudan a degradar más fácilmente la grasa, de manera que cuando una persona la consume, elimina grasa de forma mucho más rápida. Aclaró que el consumidor debe ser una persona que se ejercite regularmente y lleve una vida sana.
Conacyt
Saltillo, Coahuila.- Investigadores en el Departamento de Recursos Naturales Renovables de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) buscan rehabilitar pastizales con la técnica de islas de fertilidad, utilizando plantas del semidesierto mexicano como nodrizas para sembrar arbustos forrajeros.
“Estamos trabajando en la rehabilitación de pastizales, México es muy vasto en pastizales, según la Cotecoca (Comisión Técnico Consultiva de Coeficientes de Agostadero), más de la mitad del territorio nacional son tierras de pastizales. No hemos hecho las cosas como deberían hacerse y se han deteriorado los pastizales y eso es motivo para que los investigadores nos dediquemos a su rehabilitación”, comentó el doctor Luis Lauro de León González, profesor investigador del Departamento de Recursos Naturales Renovables de la UAAAN, especialista en manejo de pastizales y miembro de la Sociedad Mexicana de Manejo de Pastizales.
El especialista agregó que en la UAAAN se ha estudiado la rehabilitación de pastizales con gramíneas, particularmente zacates, y ha sido aplicado en los estados de Coahuila, Chihuahua, Durango y Zacatecas desde los años setenta; sin embargo, este proyecto busca darle un enfoque distinto.
“Quisimos brincar esa etapa y ahora rehabilitar con arbustos, porque el ganado también consume arbustos: los bovinos, caprinos, caballos, burros, etcétera. Es algo que no se le ha dado mucha importancia en nuestro país, rehabilitar pastizales con arbustos”, aclaró el científico.
En las regiones áridas y semiáridas de México, por factores de erosión, tanto hídrica como eólica, se va perdiendo el horizonte A, que es la primera capa del suelo donde está toda la materia orgánica, los restos vegetales y los desechos de los animales, que son ricos es abono y propician el crecimiento de plantas. Por esa erosión se pierde el horizonte A y, en ocasiones, si es muy severa, se pierde el horizonte B.
En estas zonas desérticas, el horizonte A permanece solamente debajo de la copa de ciertos árboles o ciertos arbustos, conocidos como islas de fertilidad.
Los tallos de árboles y arbustos detienen el mantillo orgánico que se está arrastrando en el suelo, además ese arbusto o árbol, al estar soltando hojas, va creando la isla de fertilidad. Esa isla de fertilidad representa el horizonte A que se pierde fuera de la copa de árboles y arbustos.
El proyecto consiste en rehabilitar pastizales con arbustos que consuma el ganado, conocidos como arbustos forrajeros, empleando el concepto (o técnica) de isla de fertilidad. Este concepto fue creado en Inglaterra, durante los estudios de posgrado del doctor Edmundo García Moya, investigador del Colegio de Posgraduados y egresado de la UAAAN.
“Nosotros retomamos esas islas de fertilidad y estamos plantando arbustos forrajeros debajo de ellas, hemos utilizado dos plantas del norte de México, como la gobernadora y el hojasén. Estas especies no son tan malas, nos retienen humedad, nos retienen material orgánico, forman islas de fertilidad y nichos para el establecimiento de otras especies, a estas plantas las llamamos nodrizas y debajo de su copa hemos plantado arbustos forrajeros en diferentes orientaciones geográficas”, explicó el doctor De León González.
La planta nodriza brinda mucha protección a la especie plantada debajo de ella en cuanto a radiación solar, conservación de humedad, fertilidad del suelo, entre otros.
Es importante aclarar que, una vez que el arbusto forrajero crece y se fortalece, la nodriza es extirpada al cumplir su función de protección. Algunos arbustos forrajeros que se han plantado son maguey, mezquite, costilla de vaca (Atriplex canescens) y nopal.
De manera preliminar, el especialista señaló que el hojasén, hasta el momento, ha sido mejor planta nodriza, probablemente por su copa más cerrada en comparación con la gobernadora.
“Hemos utilizado cuatro orientaciones geográficas para plantar los arbustos debajo de la nodriza (noreste, sureste, suroeste y noroeste) y los mejores resultados de establecimiento y sobrevivencia, crecimiento y producción forrajera, han sido en las orientaciones noreste y sureste. Las especies mejor establecidas han sido los magueyes (Agave) de diferentes especies y, en segundo término, el nopal. Con mezquite y costillas de vaca hemos tenido muy bajos resultados de establecimiento”, precisó el investigador De León González.
Este proyecto requiere una amplia observación, inició en 2007 y está cerca de arrojar sus resultados finales, que podrían ser aprovechados por productores agrícolas a diferentes escalas.
“Cualquier productor, ya sea pequeño propietario, comunero o ejidatario, que tenga especies de este tipo que pueden ser nodrizas como la gobernadora y el hojasén, mezquite, huizache, chaparro prieto (Acacia rigidula), entre otros arbustos o árboles que crezcan en los pastizales de las regiones áridas y semiáridas de las regiones del norte de México, pueden plantar ahí la especie forrajera que quiera tener en su rancho, de preferencia se busca que la especie sea de la región y esté aclimatada para tener mejores resultados”, añadió el doctor.
Para finalizar, el científico subrayó que la investigación tiene gran cantidad de variantes y posibilidades, de acuerdo con las condiciones ambientales y las necesidades de los productores, por lo que existe un amplio campo de estudio a futuro.
“El horizonte de la investigación es demasiado amplio, restablecer las especies que hemos deteriorado, también de acuerdo a los intereses de los productores (…) podemos seguir probando el establecimiento de diferentes especies y utilizar distintos arbustos como nodrizas. Pero no nos podemos quedar ahí, puede ser incluso la reforestación en bosques, en árboles de pino, utilizando el concepto de nodriza”, enfatizó el especialista De León González.
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