Ciudad de México . México es el país que tiene un mayor número de pacientes en lista de espera, hasta abril del 2019, había 22,216 pacientes, de los cuales 15,356 son pacientes que esperan un trasplante de riñón. Tan solo en el 2018, se realizaron 7,708 trasplantes, de los cuales solo 2,598 fueron donaciones por parte de personas fallecidas
La Dra. Karina Angélica Arzate Ramírez, Coordinadora de Donación y Trasplante de Hospital Sedna comentó que “aunque existe una mayor conciencia hacia la donación, aún falta fomentar y propiciar una cultura de donación, ya que no existen suficientes órganos para atender a los 15,959 pacientes que se encuentran en lista de espera y se calcula que este número puede llegar a ser el doble por los pacientes que aún no saben que tienen Insuficiencia Renal Crónica y que pueden ser candidatos para un trasplante renal”
“Este panorama, aunque muy general, da cuenta de los grandes avances que se han conseguido, pero también de los grandes pendientes y compromisos que tenemos para atender de manera efectiva a los pacientes en espera de un trasplante, cifras que seguramente seguirán incrementándose debido al crecimiento en la prevalencia de enfermedad renal crónica en etapa terminal. Es importante que la población se sume a una labor altruista, de la donación en vida o después de la muerte y al mismo tiempo compartir con nuestros seres queridos el deseo de donar ya que su entendimiento favorecerá el respeto de nuestra decisión” agregó la Dra. Arzate Ramírez.
El trasplante es la única alternativa terapéutica que no sólo resuelve la falla orgánica o tisular, sino que conserva la vida del paciente en condiciones cercanas al 100% de la normalidad.
Frente a este escenario el Hospital Sedna suma a su lista de servicios de alta especialidad su Unidad de Trasplante Renal, donde trata de resolver necesidades no resueltas en pacientes que están próximos a someterse a este tipo de procedimientos.
La Unidad de Trasplantes de Hospital Sedna tiene 3 ventajas importantes frente a otros hospitales privados:
1.- Facilitar y agilizar el proceso del Protocolo de Trasplantes que en otras instituciones privadas puede tardarse de uno a tres meses, y en las instituciones públicas hasta 6 meses, incluso 1 año. Sedna cuenta con un equipo médico especializado en agilizar las pruebas requeridas y en el cumplimiento del protocolo tardando solo entre 15 a 20 días. (El Protocolo de Trasplante Renal consiste en una evaluación médica y multidisciplinaria, tanto del donador como del receptor que ayuda a construir una historia clínica detallada, donde se evalúa en conjunto si el paciente es candidato o no a realizar un trasplante renal)
2. El retiro del órgano del donante es por vía laparoscópica, lo que implica otorgar al donante los beneficios de una rápida recuperación y reintegrarse a sus actividades laborales mucho más rápido, menor dolor y menor consumo de medicamentos analgésicos, y también un mejor resultado cosmético al dejar únicamente 3 pequeñas cicatrices.
3.- Otorgar un costo beneficio de un 50% menor frente a otras instituciones privadas.
Víctor H. M. (Paciente Trasplantado en diciembre 2018 en La Unidad de Trasplante Renal de Hospital Sedna)
“En el momento en que me hablaron de la posibilidad de un trasplante renal, el principal sentimiento fue de una alegría profunda el saber que había una oportunidad de vida con mejores condiciones a las que había vivido en los últimos dos años, sin embargo, ese sentimiento de alegría se vio invadido por la preocupación de lo representaba el tomar una decisión de esa naturaleza, como era el entrar a una lista de espera o de lo contrario el buscar un donante dentro de mi familia y las cuestiones económicas de lo que representaría”
“Fue una decisión que me tomó casi dos años en búsqueda de información, cotizaciones y el aceptar que un familiar pudiera arriesgarse a donarme uno de sus órganos, había dos opciones: mi hijo y mi esposa”
Delia T. (Esposa y Donante de Víctor H. M.)
“La calidad de vida de mi esposo y en consecuencia la de toda mi familia se había visto mermada, por las condiciones de salud en las que Víctor se encontraba, cada día lo veía más cansado, con menos ánimo y un semblante oscuro; definitivamente no dudé en ofrecerme a ser donante, mi esposo se negaba”
“Hoy, después de 6 meses de habernos sometido a un trasplante, me sorprende lo mucho que nos ha cambiado la vida, a veces se piensa que el ser donador puede ser un proceso muy fuerte, sin embargo me ha sorprendido la manera de cómo pasó, mi cicatriz es muy pequeña, mi recuperación fue muy rápida, en una semana me reincorporé a mis actividades y lo mejor de todo es que me volví una persona más sana, con una mejor alimentación y en estar en continuo chequeo médico para asegurar que todo siga marchando bien. Una parte fundamental es que el acompañamiento de la parte médica se encuentre contigo en todo momento, cuidándote, explicándote, enseñándote y comprendiéndote, eso te da mayor seguridad y tranquilidad. Hoy puedo asegurar que fue la mejor decisión que pudimos tomar”