La poliomielitis es una enfermedad de los nervios que se presenta principalmente en los niños; es una infección provocada por el polio-virus salvaje y es uno de los padecimientos que se genera cuando no se tiene el esquema de vacunación completo, es por ello que hay que vacunar a los menores desde el los primeros días de nacidos y en cada Semana Nacional de Vacunación se les deben aplicar los refuerzos durante los primeros cinco años de vida las gotitas de SABIN (Anti-Poliomielitis).
Explicó lo anterior, el doctor Salvador Mendoza Gómez, médico Epidemiólogo de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del Centro Médico Nacional “Adolfo Ruíz Cortines” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Poliomielitis.
La poliomielitis produce alteraciones neurológicas importantes, por ello hay que darle seguimiento para que no se complique; esta enfermedad se manifiesta con parálisis facial y de las extremidades inferiores y superiores, además de presentar alteraciones en el organismo que pueden ser mortales si no se tiene un tratamiento especializado, ya que se necesita de soporte de vida para poderla tratar adecuadamente.
Es curable cuando se atiende oportuna y adecuadamente, pero deja secuelas importantes y muy notorias; la mortalidad es alta en el 70 u 80 por ciento de los casos, pero si se da una buena atención en etapas tempranas, pueden ser mejores las condiciones de salud del paciente, señaló el epidemiólogo.
Actualmente el país está certificado como libre de poliomielitis, y esto se debe a que constantemente en las semanas de vacunación, todo el Sector Salud vacuna al cien por ciento de la población derechohabiente y no derechohabiente, en donde se coordinan la SSA, ISSSTE, Pemex, Marina, SEDESOL, SEDENA y otras instituciones para mantener al país libre del padecimiento, y es que en más de 20 años no se ha manifestado ningún caso.
En México se cuenta con un sistema de vigilancia para la parálisis flácida aguda, que consiste en que todo niño menor de 16 años que presente algún síndrome de parálisis, no se descarta que pueda ser un problema de poliomielitis y de inmediato se activa el protocolo y se investiga; se toman las muestras al paciente y a sus familiares, se hace un bloqueo epidemiológico en nueve manzanas a la redonda y se verifica que no se tenga ningún caso, subrayó Mendoza Gómez.
Por último, el doctor recomendó a todas las madres y padres de familia para que sepan que las vacunas que se aplican a sus hijos, los protegen de los padecimientos como la poliomielitis, enfermedad que deja secuelas irreversibles: como acortamiento de brazos y piernas, además de las afectaciones neurológicas ya mencionadas.