Entre las principales causas de anemia en las mujeres se encuentran: una mala nutrición, menstruaciones abundantes por problemas ginecológicos (como miomas uterinos o quistes en la matriz) y dietas rigurosas para adelgazar.
Esta deficiencia de glóbulos rojos es un problema frecuente entre las mujeres en edad reproductiva, externó Arturo Navarrete Sánchez, médico de la Coordinación de Gestión Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la Delegación Veracruz Norte.
Dijo que es común detectar por hallazgo, cuando la paciente acude a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) a consultar al médico por otra enfermedad y al realizarle estudios se encuentra que tiene déficit de glóbulos rojos.
La anemia también puede deberse al insuficiente aporte de hierro, causado por pequeñas hemorragias a nivel del tubo digestivo, úlceras o por hemorroides de larga evolución -aunque el sangrado no es tan importante, sí es continuo por varios meses e, incluso, años, y es factor para padecer la enfermedad-, subrayó Navarrete Sánchez.
Señaló que la anemia cuando se manifiesta es como mareo o cansancio crónico, fatiga, palidez, palpitaciones y en caso de ser muy avanzada, hasta con pérdida de la conciencia (desmayo).
Los síntomas no pueden presentarse de inmediato, ya que dependerá de las condiciones de cada paciente y de la cronicidad de la anemia, pues el cuerpo se va adaptado a esta deficiencia de hierro en la sangre.
Existen pacientes con bajos niveles de hemoglobina y no tienen ninguna molestia, lo que depende de la susceptibilidad de cada persona y de su ritmo de vida.
Quien tiene diversas actividades durante el día y realiza ejercicio será más factible que tenga manifestaciones de la anemia, mientras que si tiene trabajo de oficina tendrá menos probabilidad de percatarse que la sufre.
Aseguró que la anemia en la mayoría de los casos es prevenible si se mantiene una dieta balanceada, en la que se incluyan los cinco grupos de alimentos: cereales, legumbres y sus derivados; hortalizas, frutas y semillas; carne, pescado, huevo y también aceites, grasas y azúcares (éstas en menor proporción).
Indicó que es importante administrarse un aporte extra de hierro y consumir en mayor cantidad alimentos que contengan este mineral, como son las verduras, principalmente las de hoja verde oscuro: espinacas, berros, romeros, chile; además de los granos como frijol, garbanzos y lenteja, entre otros.