Ciudad de México.- El proceso anestésico consiste en generar una insensibilidad reversible en una persona a través de fármacos, los cuales pueden ser aplicados vía tópica, intramuscular, intravenosa o inhalatoria, con la finalidad de evitar un estímulo que pudiera causar dolor, ardor o malestar.
Cuando un paciente va a ser sometido a un procedimiento quirúrgico, es de vital importancia realizar una entrevista para conocer su estado de salud, conocida como valoración preanéstesica o prequirúrgica, en la cual se va a determinar qué tipo de anestesia es la mejor opción a utilizar, puede ser local, regional o general y el médico anestesiólogo es el encargado de determinar cuál es la mejor opción.
El doctor José Carlos Rodríguez Valle, jefe del Servicio de Anestesiología de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 14, del Centro Médico Nacional (CMN) “Adolfo Ruiz Cortines” en Veracruz, señaló que lo anterior se decide con base en los antecedentes patológicos, quirúrgicos, hereditarios, así como costumbres y hábitos, apoyándose en estudios de laboratorio y radiodiagnóstico.
Añadió que en ocasiones se requiere la opinión de médicos internistas, sobre todo cuando se trata de pacientes con enfermedades inmunodeprimidos o crónico degenerativas, ya que de acuerdo con su estado hemodinámico, se establece un criterio de mayor precisión del riesgo anestésico-quirúrgico.
Finalmente, recomendó a la población escuchar con atención los consejos, las sugerencias del médico, aprovechar este momento de comunicación directa para preguntar todas sus dudas al anestesiólogo, para que disminuya su estado de angustia o ansiedad que pueda presentarse antes del procedimiento y acudir con confianza y tranquilidad.