CIUDAD DE MEXICO.- En un estudio, realizado en el Houston Methodist J.C. Walter Jr. Transplant Center y el MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas, se estudiaron a 12 pacientes con cáncer de hígado, de los cuales seis recibieron trasplante de hígado. En este grupo, la tasa de supervivencia fue del 100% al año y del 83% a los cinco años, y el 50% de los pacientes no tuvo recurrencia de cáncer más de cinco años después del trasplante.
"Estos resultados son prometedores, porque en este momento no hay cura para el cáncer de hígado si el tumor no se puede extirpar quirúrgicamente," comentó el Dr. R. Mark Ghobrial, jefe de Trasplante de Hígado del Centro de Trasplantes del Hospital Houston Methodist.
¿Sabías qué en el Hospital Houston Methodist desarrollaron un nanodispositivo que administra medicamentos en dosis predeterminadas para enfermedades crónicas?
Científicos encabezados por el Dr. Alessandro Grattoni, presidente del departamento de Nanomedicina del Instituto de Investigación del Hospital Houston Methodist, comenzaron a aplicarlo en dolencias crónico-degenerativas como la artritis, diabetes o enfermedades del corazón.
Este dispositivo es del tamaño de una uva y se controla remotamente, liberando gradualmente el medicamento que cada paciente necesite. El implante va debajo de la piel y puede alojar hasta un año completo de medicamentos antes de necesitar rellenarse de nuevo.
"Con esta investigación vemos este implante universal de medicamentos como el futuro del cuidado de las enfermedades crónicas, porque no tiene el inconveniente de las tomas orales, las cuales son frecuentemente olvidadas por los pacientes, ni de las dosis nocturnas, son muchas veces saltadas", explicó el investigador principal del estudio y creador del dispositivo, el Dr. Alessandro Grattoni.
¿Sabías qué en el Hospital Houston Methodist se estudia el uso del virus del herpes y del resfriado común para combatir tumores cerebrales malignos?
Como parte de estos ensayos clínicos, el ADN del virus del herpes inactivo se combina con el virus del resfriado común y se inyecta en el tejido cerebral que rodea el área donde está el núcleo del tumor.
"Elegimos el virus del resfriado común debido a su capacidad para propagarse rápidamente y llegar a muchas de las células tumorales difíciles de alcanzar y se propaga a través de las ramificaciones tumorales restantes que no se pueden eliminar con la cirugía", explicó el Dr. David Baskin, neurocirujano y director del Centro de Tumores Cerebrales y Pituitarios del Hospital Houston Methodist.