VERACRUZ, VER.-En el marco conmemorativo del Día Internacional de la Sordoceguera, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte informó que la sordoceguera es una discapacidad, no una enfermedad, y afecta a una persona que combina grados severos de audición y visión lo que dificulta de un modo grave su capacidad de comunicación, movilidad y recepción de información.
En este sentido, el director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 68, Ángel Alejandro Dávila Manjarrez, comentó que las lesiones pueden presentarse en diferentes grados y las necesidades de estos pacientes van cambiando conforme el paso del tiempo.
Existen dos tipos de sordoceguera, la primera es la congénita que puede estar causada por una enfermedad viral durante el embarazo como la rubeola, la toxoplasmosis o la sífilis entre otras, que deriva de enfermedades víricas durante el embarazo como la meningitis y encefalitis, entre otras, explicó el médico.
El segundo tipo es la adquirida, es la más frecuente y se denomina Síndrome de Usher, una unión de una sordera congénita con una retinitis pigmentaria, la cual se puede manifestar durante la adolescencia e incluso más tarde y conforme pasan los años puede conducir a una ceguera total, dijo el director de la UMF No. 68.
Cerca de 90% de las personas llamadas sordociegas, aún conservan un poco de visión o audición; sin embargo, este padecimiento es considerado como una limitación única, en la cual la persona presenta necesidades especiales en la comunicación, la orientación, movilidad y acceso a la información, agregó Dávila Manjarrez.
A pesar de ello, dependiendo del grado y nivel de afectación que tenga el individuo, pueden colocarse lentes correctivos e implantes cocleares. Estas
medidas podrían reducir la discapacidad y favorecer el aprendizaje, a su vez, existen diversos tipos de lenguajes que pueden ser utilizados para enseñarles y poder comunicarse con ellos, como es el alfabeto Lormen, el lenguaje artificial Tadoma y el sistema dactilológico, entre otros mencionó el especialista.
Las personas que sufren de sordoceguera congénita requieren cuidados especiales; incluso los padres y familiares pueden requerir tratamiento psicológico para afrontar el padecimiento, por lo que se hace una invitación a los derechohabientes a que acudan a su UMF para recibir información oportuna y asesoría adecuada acerca de este padecimiento, finalizó Ángel Alejandro Dávila.