El envejecimiento natural provoca que los Adultos Mayores sean más propensos a sufrir caídas, siendo las causas más comunes la debilidad muscular secundaria por falta de actividad física lo que provoca alteraciones al caminar y en el equilibrio; a ello se suman los problemas cardiovasculares como la presión baja y alta, disminución de la agudeza visual y el efecto de algunos medicamentos.
Identificar a tiempo trastornos de la marcha en los adultos mayores y darles un tratamiento específico es muy importante para prevenir las caídas y sus consecuencias a través de programas de acondicionamiento físico, explicó Juan Mozo Pérez especialista en medicina física y de rehabilitación del Hospital General de Zona (HGZ) N° 11, “Ignacio García Téllez” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte.
El síndrome de caídas forma parte los trastornos que acompañan a la vejez y se manifiestan por la pérdida de equilibrio fracturas de columna cadera y miembros superiores que llevaran a mayor alteración que provocaran un síndrome de inmovilidad prolongada que puede llevar a la muerte, señaló el especialista.
Estos desórdenes afectan a la población mayor, por ello advirtió que si no son detectados y prevenidos a fin de mantener o recuperar la independencia funcional en las actividades cotidianas del adulto mayor a tiempo, provocan que quienes los padecen sean cada día más dependientes y pierdan funcionalidad en sus actividades cotidianas.
Indicó que en la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación del HGZ N°11, se brindan tratamientos específicos, después de una valoración clínica minuciosa, lo que permite identificar las causas que contribuyen a la alteración de la marcha, que pueda ser parte del envejecimiento o por alguna patología.
El beneficio de la rehabilitación, dijo, es la independencia funcional del adulto mayor, lo que repercute en su calidad de vida.
Juan Mozo comentó, que una marcha se considera normal cuando es independiente (no se necesitan auxiliares para caminar) y hay factores que permiten completar su ciclo, como el no claudicar (cojear), alternar de manera rítmica piernas y brazos, mantener erecto el tronco y la cabeza muy al centro, tener movilidad de cadera y rodillas.
Los adultos mayores, por el proceso natural de envejecimiento, presentan deterioro en el sistema músculo esquelético y neurológico, lo que provoca debilidad muscular, rigidez articular, disminución de la coordinación y reflejos.
También en este periodo se tiende disminución de la actividad física, lo que llevaría a un mayor deterioro, lo que se puede prevenir con programas de ejercicio, que implicaría por lo menos 15 minutos de caminata y 15 minutos de calistenia.