En los últimos seis años, la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha realizado en promedio más de 100 trasplantes anuales, cifra que coloca a la unidad hospitalaria en el quinto lugar de los centros de trasplante renal en el país.

La UMAE del Centro Médico Nacional “Adolfo Ruíz Cortines” del IMSS, con sede en este puerto, ha realizado en  total 657 trasplantes renales realizados entre el 2010 y 2016 por el equipo de Coordinación de Procuración y Donación con Cirugía de Trasplantes; donde destaca que sin ser un hospital pediátrico, ha realizado 102 trasplantes renales a menores de edad, dijo el doctor Mario Ramón Muñoz Rodríguez, director Ejecutivo del nosocomio.

El primer trasplante pediátrico se efectuó en el año 2003 a un paciente de tres años de edad y que pesaba tan sólo 11 kilogramos, recordó el doctor Gustavo Martínez Mier, cirujano de Trasplante de la UMAE, quien agregó que el trasplante renal es la mejor terapia sustitutiva en la población pediátrica, ya que mejora de manera importante la supervivencia, calidad de crecimiento, desarrollo psicomotor y neuropsicológico en comparación con la diálisis.

Para que tener una visión general de la relevancia que tiene el trasplante renal, se contarán dos historias de niños a quienes se les  trasplantó un riñón  de un familiar vivo relacionado, que en ambos casos fueron donados por sus padres biológicos.

En primer término está Ian, quien nació con una malformación del sistema urinario, por lo que fue sometido a múltiples intervenciones quirúrgicas -en ese entonces-, Ian tenía cuatro años de edad, su desarrollo era muy bajo ya que no crecía adecuadamente y no hablaba bien. Hoy a casi seis años desde que se le trasplantó un riñón, ha crecido 20 centímetros y ha subido de peso.

Ian tiene 10 años, va a la escuela y menciona “que no le gustan las matemáticas, pero sí sus clases de español e inglés y que le encanta comer camarones”; alimento que antes no podía comer y ahora sí, por lo que le pidió permiso al doctor para disfrutarlos.

En el segundo caso está Ricardo, de nueve años de edad y quien padecía insuficiencia renal crónica, por lo que dependía de diálisis peritoneal; había recibido en varias ocasiones transfusiones sanguíneas, lo que le provocó alta sensibilidad y no ser candidato a un trasplante renal, ya que podía rechazar el órgano, no obstante, recibió un tratamiento especial de desensibilización y de potentes medicamentos para evitar el rechazo del riñón, explicó Martínez Mier.

En este caso, se reitera, se utilizó una terapia de desensibilización, la cual  no es común que se practique en niños y es el primero que se realiza en un hospital no pediátrico del IMSS en Veracruz; el procedimiento de trasplante practicado en noviembre de 2016 fue médica y quirúrgicamente demandante, ya que se tuvo que realizar con una técnica no habitual.

En los hospitales pediátricos del IMSS hay muy pocos casos registrados como el de Ricardo y dada la complejidad del tratamiento, el paciente va desarrollándose poco a poco y actualmente tiene una mejor calidad de vida junto a su familia, por lo que se puede considerar exitoso el tratamiento, afirmó el especialista en trasplantes.

Los padres de ambos niños, es tan satisfechos y muy agradecidos con el equipo multidisciplinario  de trasplantes, conformado por la coordinación de donación, y por los servicios de Cirugía, Nefrología, Urología, Anestesiología, Nutrición; así como también con el personal de enfermería de la Unidad de Trasplante Renal, con los médicos residentes y de Trabajo Social, ya que sin ellos el bienestar de Ian y Ricardo no sería posible.