Mérida, Yucatán.- Eric Murillo Rodríguez, profesor investigador del Laboratorio de Neurociencias Moleculares e Integrativas de la Universidad Anáhuac Mayab, investiga el papel neurobiológico de los endocanabinoides en la modulación de diversas conductas, donde ha observado como uno de sus principales efectos el incremento en el sueño de ondas lentas (SOL) y en el sueño de movimientos oculares rápidos (SMOR).
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el investigador adscrito con nivel II al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), señaló que a partir de 1990 se descubrió que el delta-9-tetrahidrocannabinol, compuesto activo de la marihuana conocido comúnmente como THC, causaba efectos a nivel celular al acoplarse con proteínas transmembranales que fueron clasificadas de acuerdo con su localización como centrales y periféricas, y eventualmente denominadas como receptores para canabinoides CB1 y CB2, respectivamente.
"Este fascinante resultado fue seguido de la pregunta ¿quién ocupa de manera natural estos receptores que produce el organismo? Diferentes grupos de investigación encontraron que el cerebro producía un lípido, es decir, una molécula grasosa que se acoplaba de manera natural a estos receptores. Lo sintetizaron, lo inyectaron en animales y estos presentaron los mismos efectos que si recibieran el THC, por lo que se llegó a la conclusión de que esta molécula era un canabinoide endógeno o endocanabinoide”, apuntó.
La primera molécula descrita en la familia de los endocanabinoides y la más extensamente estudiada hasta la actualidad es la anandamida, que produce efectos similares al THC, como disminución de la conducta motora, incremento del apetito, disminución de temperatura corporal e incremento del sueño. Sin embargo, existen moléculas sobre las que todavía no existe suficiente evidencia experimental, como 2-araquidonilglicerol (2-AG), virodamina (VIR), noladin-éter (NE) y naraquidonildopamina (NADA).
Sistema de endocanabinoides
De acuerdo con Murillo Rodríguez, el sistema de endocanabinoides incluye receptores, ligandos endógenos (moléculas que se acoplan de manera natural a los receptores), enzimas que producen y degradan los endocanabinoides y proteínas que permiten que las moléculas puedan transitar del interior al exterior de la célula.
“Resulta que los elementos del sistema de canabinoides endógenos están en todo el cuerpo, pero lo fascinante es que están descritos en el cerebro preferentemente en una región llamada hipocampo, que modula funciones como el aprendizaje, la memoria y emociones; así como en áreas asociadas con el sueño como el hipotálamo y el tallo cerebral, por lo que este sistema podría participar en la modulación del sueño”, apuntó.
Para el investigador, un aspecto relevante de los endocanabinoides es que están presentes en mamíferos, aves, reptiles, peces e incluso insectos. “Eso nos hace suponer que es un sistema que se ha conservado a través de la evolución y debe tener una importancia que todavía estamos descubriendo”, apuntó.
Efectos de los canabinoides en el ciclo de sueño
Uno de los principales efectos del THC descritos en la literatura científica es la inducción del sueño. De acuerdo con Murillo Rodríguez, el ciclo sueño-vigilia se divide en general en tres estadios: vigilia, sueño de ondas lentas y sueño de movimientos oculares rápidos, donde ocurren las ensoñaciones.
“Cuando se describieron los endocanabinoides yo era estudiante de doctorado en la UNAM y mi tesis de doctorado, bajo la dirección de Óscar Prospero García, consistió en describir el efecto de la anandamida en el sueño. Lo que encontramos es que si se administraba en animales de laboratorio, estos pasaban más tiempo en la fase de sueño SMOR, es decir, dormían por más tiempo”, apuntó.
Durante su formación académica, el investigador continuó realizando experimentos sobre canabinoides endógenos y su efecto en el sueño, ya sea por la administración de fármacos que se acoplan a los receptores o por los ligandos que se incorporan a los receptores.
“Hasta la actualidad, la conclusión basada en la evidencia generada tanto por nosotros como por otros grupos de investigación, es que el sistema de canabinoides endógenos modula el ciclo de sueño-vigilia a través de los ligandos anandamida y 2-AG que inducen el sueño”, apuntó.
Mecanismo de acción, una pregunta por resolver
De acuerdo con el investigador, el receptor CB1 ha sido descrito en neuronas colinérgicas y cuando es estimulado, el neurotransmisor acetilcolina se libera de manera similar a lo que ocurre en la fase del sueño SMOR. Aunque se ha descrito que en esta fase del sueño las concentraciones de acetilcolina se incrementan en los animales de laboratorio —lo que parecía dar una respuesta a primera vista—, también se ha observado que este receptor libera adenosina, un factor inductor de sueño.
“Nuestro laboratorio ha descrito que las administraciones de anandamida incrementan las concentraciones de adenosina, una molécula que induce sueño. Entonces parecería que no solo a través de la acetilcolina este endocanabinoide promovería el sueño sino que anandamida, al incrementar los niveles de adenosina, podría promover sueño por una vía alterna. De tal modo que el mecanismo de acción por el cual anandamida induce sueño no es tan simple como pensáramos”, comentó.
En la actualidad, el doctor Murillo Rodríguez continúa estudiando el papel del sistema de canabinoides endógenos en la modulación del sueño y su posible consideración para el tratamiento de trastornos del sueño. Para esto emplea, junto con su grupo de investigación, las metodologías del estudio conductual de los animales en laboratorio, la neuroquímica, la biología molecular y la epigenética.