Por Montserrat Muñoz
Guadalajara, Jalisco. 20 de abril de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- La sociedad tiene aún pendiente llegar a un equilibrio en el que las mujeres tengan mismo espacio que los hombres en el ámbito de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (áreas STEM, por sus siglas en inglés).
El análisis de la participación de las mujeres en estas áreas, tanto en el ámbito profesional como académico, fue el punto de partida para un grupo de investigadoras reunidas durante el panel Women in TICS: mujeres en el mundo de las tecnologías, mismo que fue celebrado en el octavo Congreso Internacional de Supercómputo ISUM 2017.
La doctora Lourdes Feria Basurto, directora general de Tecnologías del Conocimiento de la Universidad de Colima, señaló que, según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) de las Naciones Unidas publicados en 2015, hay 200 millones menos de mujeres que de hombres en línea.
“Si no se atiende esa brecha, en los próximos años podría seguir el rezago con las mujeres y llegar a la cantidad de 350 millones de mujeres no conectadas”, afirmó la investigadora, a la vez que señaló que de procurarse la incorporación de mujeres al acceso a Internet, la probabilidad de elevar el producto interno bruto (PIB) a nivel mundial crecería entre 13 y 18 mil millones de dólares adicionales.
Retos asociados al género
La doctora Carmen Rodríguez Armenta, coordinadora general administrativa de la Universidad de Guadalajara (UdeG), compartió con los presentes que uno de los principales retos que ha tenido ha sido iniciar una vida familiar y seguir con su carrera universitaria.
“Me casé a los 21 años y a los 23 tuve a mi hijo, mientras estaba en séptimo semestre de ingeniería en computación. Estar embarazada y luego con un niño que amamantar en clase, ha sido uno de los retos más difíciles de mi vida”.
La catedrática celebró que su alma mater, la UdeG, ahora invierta en guarderías, a fin de que las estudiantes puedan continuar con su carrera universitaria. Asimismo, acotó que el éxito laboral ha llegado con diversos obstáculos que ha tenido que sortear, uno de ellos abrirse paso en un mundo de hombres. “Estar en este mundo de rudeza masculina implica que nosotras estemos preparadas. Es un tema de equidad: tienes que ser igual de competente, igual de capaz, igual de trabajadora”, dijo.
Apenas 22 por ciento de los alumnos en escuelas de ingeniería son mujeres. “Y si vemos la estadística de los miembros de la Academia de Ingeniería a nivel nacional, solamente 4.7 por ciento somos mujeres. Es una brecha que tenemos que remontar”, afirmó Rodríguez Armenta.
La investigadora asumió estas cifras como un reflejo de la sociedad. “Si tenemos pocas alumnas que quieren incursionar en las materias STEM, es porque desde casa ellas tienen modelos, estereotipos y comportamientos establecidos. Desde casa les enseñan que hay un mundo para hombres y otro para mujeres”.
Roles de género, marcados desde la infancia
La doctora Lourdes Feria Basurto señaló que ella estudió su licenciatura en bibliotecología, obedeciendo los cánones sociales que le exigían estudiar una carrera de mujer. Sin embargo, los incipientes avances tecnológicos la hicieron adentrarse en el mundo de la tecnología, aprendiendo programación.
La investigadora consideró imperativo desmitificar la programación y las carreras de ingenierías como algo exclusivo para varones. “Debemos luchar contra el estereotipo, aprender código es como aprender las operaciones matemáticas básicas o aprender a escribir, o un idioma adicional. Todos deberíamos darnos la oportunidad de al menos conocer ese mundo”.
Por su parte, la maestra Carmen Heras Sánchez, coordinadora del Consejo Consultivo de Supercómputo de la Universidad de Sonora, compartió que estos retos, impuestos por la condición económica y el género, marcan a uno para aprender a ser constante y buscar escalar hasta lo más alto posible.
En su faceta de docente, señaló que además de dar la parte académica, se esmera en inculcar en sus alumnos la importancia de la perseverancia, especialmente a las mujeres. “Algo que yo trato de transmitirles es que el esfuerzo es el principal ingrediente del éxito. Tenemos que empoderar a nuestras niñas y también a nuestros niños”, añadió.
Estrategias
Las ponentes coincidieron en que es imperativo procurar un ambiente académico y laboral que invite a que hombres y mujeres puedan colaborar y trabajar juntos.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la doctora Carmen Rodríguez Armenta apuntó que a nivel nacional se ha incrementado la admisión de mujeres en las nuevas ingenierías, como nanotecnología, biotecnología o alimentos, donde no existe un estereotipo masculinizado.
Para reforzar este patrón y procurar que las mujeres se interesen cada vez más en estas carreras, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) está preparando un programa para promover modelos a seguir en secundarias, con mujeres activas en las áreas STEM como ejemplo.
En este programa participará la doctora Rodríguez Armenta, quien consideró esta es una gran estrategia que a la larga deberá ser reforzada con otras acciones por parte de padres, maestros y de la sociedad en general, a fin de erradicar los estereotipos de género en todas sus variantes.
“Debemos mostrar a las niñas que hay mujeres futbolistas, científicas, astronautas… Que ellas son capaces de hacer lo que ellas quieran y que la limitante es su predilección por un área, no su género. Estamos en una nueva sociedad. Las chicas voltean cada vez más a estas áreas sin estereotipos. Nos falta mucho por hacer pero ya se están haciendo cosas”, concluyó.