Ciudad de México.- La xerostomía e hiposalivación se presentan con frecuencia en pacientes irradiados por cáncer en cabeza y cuello. Son resultado de la pérdida de tasas de flujo salival o hiposialia tras la atrofia que se produce en las glándulas salivales existentes en la zona irradiada.
Por esta razón, investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco (UAM-X), han elaborado una composición tópica estimulante de la salivación, la cual ha sido probada exitosamente.
El medicamento tópico se probó en un grupo de pacientes con cáncer del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), cuyo tratamiento de radioterapia había dañado las glándulas salivales debido a uno de los efectos secundarios de la radiación.
Los doctores Carlos Tomás Quirino Barreda y Norma Angélica Noguez Méndez fueron los encargados de elaborar este producto en el Laboratorio de Farmacia Molecular y Liberación Controlada de la UAM-X. En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt explicaron el proceso de elaboración y la importancia de la investigación en la calidad de vida de los pacientes.
El desarrollo
“Hemos desarrollado una línea de trabajo en formas farmacéuticas de interés estomatológico o bucal y de ahí uno de los productos hechos fue esta solución tópica”, explicó el investigador.
El medicamento se trata de una solución que se administra de manera tópica mediante un atomizador directamente en la mucosa bucal, para que el ingrediente activo ejerza su función en las glándulas salivales que todavía tienen algún tipo de actividad salival residual.
Como antecedente para el desarrollo de este proyecto se tiene el hecho de que la UAM-X tiene, entre otras carreras, la de estomatología, y en las clínicas estomatológicas periféricas donde se hace investigación y práctica, se identifican pacientes con diversas necesidades, entre los que se detectó a una determinada población con problemas de sequedad bucal.
La doctora Norma Angélica Noguez Méndez se encargó del desarrollo de la formulación, “comenzamos con alumnos de servicio social de la licenciatura de químico farmacéutico biólogo (QFB), con los que empezamos a hacer pruebas sobre cómo teníamos que hacer este producto y ver si era lo más parecido posible a la saliva humana”, mencionó.
De acuerdo con la especialista, todo este desarrollo ha sido extenso para ir mejorando al nivel de encontrar la formulación actual, que ha sufrido unas pequeñas mejoras por parte de un estudiante de la maestría en ciencias farmacéuticas Alejandro García López, que elaboró un lote especial del producto y lo probó a nivel clínico en el Incan, siguiendo un protocolo clínico previamente y bajo la dirección del doctor Kuauhyama Luna Ortiz.
Dicho desarrollo no hubiera sido posible sin la participación de otros profesionales expertos en estadística, ingeniería y biofarmacia, así como los estomatólogos de la UAM-X que tienen convenios y colaboraciones con otras instituciones como el Incan y el Instituto Tecnológico de Querétaro —perteneciente al Tecnológico Nacional de México (Tecnm) .
De acuerdo con el doctor Tomás Quirino, “digamos que también ahí se vio la obligación de que los pacientes de ese lugar pudieran ser tratados con el medicamento, porque se requería crear un producto que estimulara la salivación de los pacientes”.
En este contexto, el proyecto fue desarrollado en un periodo de diez años y tuvo la colaboración de los doctores Adalberto Mosqueda Taylor y Susana Macín Cabrera, especialistas del Departamento de Atención a la Salud de la UAM-Xochimilco, estudiantes de servicio social de la licenciatura de químico farmacéutico biólogo, profesores de estomatología y oncólogos del Incan.
Tomás Quirino, quien es especialista en tecnología farmacéutica, comentó que cuentan con un grupo de investigación multidisciplinario que a través del desarrollo de formulaciones ha podido generar distintos medicamentos y nanomedicinas, entre las que se encuentra la composición tópica estimulante de la salivación.
Mediante este medicamento se estimula la salivación, sobre todo para el caso de aquellas personas que por distintas causas han perdido parcialmente la función de las glándulas salivales, y uno de estos casos son los pacientes que fueron sometidos a radiación en la región de cabeza y cuello por problemas de cáncer.
“La pérdida de la capacidad para salivar puede ser temporal, en algunos casos por la ingesta de ciertos medicamentos o puede ser por patologías incluyendo la diabetes, así como problemas de enfermedades en boca como caries, gingivitis, entre otras”, comentó Tomás Quirino.
Clorhidrato de pilocarpina y tiempo de efecto
Por su composición, este producto estimula y simula, entre otras, las propiedades de flujo de la saliva humana; su componente activo es el clorhidrato de pilocarpina, y con el estudio clínico realizado con el medicamento desarrollado y con el mismo producto pero sin el ingrediente activo se demostró que la composición tiene un efecto de estimular la humectación de la boca una vez que se aplica.
El clorhidrato de pilocarpina es un fármaco que pertenece al grupo de varios compuestos denominados sialogogos que estimulan la secreción de distintas glándulas, incluyendo las lagrimales, y actúa a nivel de ojos y boca.
De acuerdo con el doctor Tomás Quirino, a nivel internacional existen distintas formas farmacéuticas que contienen pilocarpina y durante un corto periodo de tiempo en México se mantuvo a la venta una serie de tabletas con este compuesto.
Asimismo, aún existen soluciones oftálmicas con pilocarpina para estimular el lagrimeo, pero no existía un producto que se aplicara directamente a las glándulas salivales para estimularlas.
Uno de los principales problemas que tiene la pilocarpina administrada oralmente o vía sublingual, es que las dosis que se alcanzan en sangre son altas, provocando en los pacientes efectos adversos que pueden ser evitados aplicando localmente un medicamento como el desarrollado.
En el estudio que los especialistas mencionaron y que fue hecho en colaboración con el Incan, después de la aplicación local en la boca, que fue durante un periodo de ocho semanas, se observó que para la semana diez todavía había una actividad residual de salivación, “lo que demuestra que el efecto se prolonga después de la suspensión de la aplicación, pero se requieren más estudios para conocer por cuánto tiempo más puede durar el efecto”.
En busca de una mayor producción
El medicamento tiene la solicitud de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) desde diciembre de 2012, por lo que los especialistas comentaron que se encuentran en la tercera fase del proceso para obtenerla.
La doctora Norma Noguez especificó que el uso de la fórmula tópica tiene que ser bajo prescripción médica, pues el componente que lleva, en este caso el clorhidrato de pilocarpina, tiene ciertas restricciones de uso en cuestión de combinaciones con otros medicamentos o con cierto tipo de enfermedades, por lo que se requiere de un estricto control médico.
“También podemos hacer la formulación sin pilocarpina, que es solo un humectante que sí podría venderse sin problemas de prescripción, serían los componentes de la formulación tópica ya señalada pero sin el principio activo”, comentó la especialista.
El doctor Tomás Quirino mencionó que lo que se requiere para realizar el siguiente paso, que es la comercialización, es el escalamiento en lotes piloto para poder hacer un registro ante la Comisión Federal para la Prevención y Riesgos Sanitarios (Cofepris), “entonces hay que hacer una inversión adicional a lo que ya se tiene hecho para pasar del nivel de laboratorio a un nivel industrial y mostrar también resultados de estabilidad para establecer una fecha de caducidad”.
Paralelo a eso consideran necesario incrementar el número de pacientes en otro estudio clínico que fortalezca los resultados encontrados con el protocolo clínico hecho con los pacientes del Incan.
El financiamiento de este proyecto ha sido por parte de la UAM y el Incan, que apoyó en la parte del estudio clínico, lo que hace de este trabajo una colaboración bilateral. “Ha sido toda una experiencia donde vas adquiriendo mayor conocimiento sobre cómo tienes que hacer todos los procedimientos para lograr que al final puedas tener el producto fuera, en el mercado”, reflexionó Norma Noguez Méndez.
Sin embargo, la especialista también acotó que aunque se tiene la formulación, todavía no es posible aplicarla a pacientes que lleguen a solicitarla a la UAM, ya que deben cumplir con la legislación sanitaria y para eso deben tener respuesta de la solicitud de patente para avanzar a la producción del compuesto.
De acuerdo con los investigadores, la posibilidad de producir a una escala comercial sus propios desarrollos de la misma manera que lo hace el Instituto Politécnico Nacional (IPN) es una vertiente que aún no ha sido explorada como universidad, pero que es viable ya que cuentan con la capacidad e infraestructura para ser desarrollada.
“Consideramos necesario incursionar en esta línea de acción que no se ha desarrollado del todo aquí, y que probablemente tengamos aún muchas piedritas en el camino pero al final lo podremos lograr”.
Conacyt