Génesis Gatica Porcayo/Agencia Informativa Conacyt/Ciudad de México.- La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) busca implementar un sistema de biorretención de agua con el objetivo de mantener un control en la erosión de suelos y evitar inundaciones. El sistema permitirá reutilizar además el agua de escorrentía, es decir, el agua que recorre la superficie de las ciudades, ya sea estacionamientos, banquetas y techos.
Dicho proyecto es encabezado por la doctora en biotecnología Gabriela Alejandra Vázquez Rodríguez, quien es profesora investigadora en el área académica de Química de la UAEH, y cuenta además con una especialidad en el tratamiento biológico del agua.
La idea del sistema surgió como parte de las actividades del cuerpo de investigadores al que pertenece, “nos interesa todo lo relacionado con las tecnologías de conservación del agua”, comentó la doctora Gabriela Vázquez.
Las tecnologías de bajo impacto son aquellos sistemas tecnológicos de bajo costo que se incorporan al paisaje urbano de un modo muy sencillo y permiten restablecer el ciclo hidrológico que en las ciudades no funciona adecuadamente.
De acuerdo con la especialista, la UAEH ya tiene instalada una tecnología de bajo impacto que permite la infiltración y recolección del agua a través de una celda de biorretención. La eficiencia de este medio se medirá a través de un año de monitoreo para evaluar su calidad y así poder reutilizarla.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la doctora Vázquez explicó la importancia de este proyecto para la normalización del ciclo hidrológico y la reutilización del agua que cae en temporada de lluvias en el país.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cómo surge la idea de utilizar tecnologías de bajo impacto para evitar inundaciones?
Gabriela Alejandra Vázquez Rodríguez (GAVR): Todo inició como parte de las actividades que tenemos como docentes e investigadores, tenemos un interés común en todo lo relacionado con las tecnologías de la conservación del agua y es así como decidimos iniciar con un proyecto que involucre estas tecnologías y sea aplicable en el estado de Hidalgo y que pueda reproducirse en todo el país.
AIC: ¿Qué son las tecnologías de bajo impacto y qué funciones tienen?
GAVR: Hablando específicamente de nuestro caso, son aquellos sistemas tecnológicos de bajo costo que se incorporan al paisaje urbano de un modo muy sencillo y que permiten restablecer el ciclo hidrológico que en las ciudades se encuentra funcionando mal.
Lo que las tecnologías de bajo impacto hacen es permitir que el agua que naturalmente debería infiltrarse al suelo, lo haga. Por lo general, en las ciudades existen superficies impermeables, por lo que dejan que el agua de lluvia resbale pero no se infiltra en el suelo. Esto es muy dañino para el ciclo hidrológico ya que se requiere justamente de la infiltración para continuar con un ciclo normal.
AIC: ¿Por qué utilizar estas tecnologías para evitar los problemas de inundación?
GAVR: Dependemos de los pozos de abastecimiento para tener agua a nuestro alcance y estos no se recargan bien cuando las superficies están selladas.
Sucede que cuando en una ciudad tenemos demasiadas superficies de este tipo, ocurre que el agua de lluvia no tiene a dónde ir, entonces en lugar de poder infiltrarse al suelo, como ocurre por ejemplo en un bosque, en una ciudad el agua simplemente se acumula en la superficie y fluye.
Es así como en toda gran ciudad, desde Nueva York hasta Ámsterdam, Río de Janeiro, se inundan durante una tormenta, y en México este problema es muy grave porque tenemos una temporada de lluvias muy corta pero muy intensa, y en Hidalgo sucede esto, tenemos nueve meses donde casi no llueve, pero en la temporada de lluvias cae agua en exceso y esto causa muchos problemas ya que se inundan ciertas regiones y, por otro lado, no se permite la recarga de los mantos freáticos.
Ese es el principal problema que tenemos en las ciudades, las superficies impermeables que aumentan con el progreso de las construcciones.
AIC: ¿Qué se busca con el uso de estas tecnologías?
GAVR: Con las tecnologías de bajo impacto se busca proporcionar superficies donde el agua pueda infiltrarse y hacer que el ciclo hidrológico se vuelva natural.
Estas tecnologías están en crecimiento en todo el mundo, los principales desarrollos que se han hecho han sido en países con clima templado y son realmente de bajo costo. Algunos ejemplos de estas tecnologías son los pavimentos permeables, las azoteas verdes y las celdas de biorretención.
De alguna u otra manera, en estos casos se permite la retención, infiltración del agua y que no causen tanto problema en la superficie.
Hay países donde las tecnologías de bajo impacto son muy comunes; en el futuro próximo se espera que noventa por ciento de los tejados de Alemania sean verdes. Una azotea verde absorbe el agua que cae con las lluvias y no solamente la deja pasar.
AIC: ¿Qué otras ventajas proporcionan y cuál es el objetivo de utilizarlas en la UAEH?
GAVR: Esta tecnología tiene otros beneficios además de restablecer el ciclo hidrológico. Está el proporcionar espacios verdes, son bonitos, purifican el aire, mitigan las islas urbanas de calor, que son las diferencias de temperatura que son muy grandes en las ciudades.
Lo que hicimos como grupo de investigación fue adaptar estas tecnologías al clima semiárido de México y que predomina en tres cuartas partes del país, esa es la parte que queremos destacar.
Nuestro objetivo, que es la reutilización del agua, es novedoso ya que en otros países como Estados Unidos, la reutilización no es prioridad y para nosotros sí.
AIC: ¿Qué herramienta de estas tecnologías emplearon ustedes como grupo de investigación?
GAVR: Lo que propusimos fue instalar una celda de biorretención en el campus de la UAEH, ya la construimos y desde el mes de diciembre del año pasado comenzó a funcionar. Creemos que una celda de biorretención como la que construimos en la universidad, además de evitar un problema de inundaciones, que es muy agudo aquí en el campus universitario, permitirá reutilizar el agua de escorrentía que se genera.
La celda es como un filtro que se instala donde haya un hundimiento de terreno, que es el sitio más adecuado para construirlas ya que son en sitios con estas características donde fluye el agua naturalmente.
Una vez instalada se rellena la zona con material que permita la infiltración, como por ejemplo arena o tezontle, por mencionar algunos.
AIC: ¿Cuál es el mecanismo de acción de la celda?
GAVR: La celda de biorretención permite controlar el agua que se genera en una inundación pero al mismo tiempo le da tratamiento ya que le quita contaminantes, además la celda se cubre con vegetación para que la tecnología no sea invasiva y sea agradable a la vista.
Pretendemos que las plantas y el material filtrante den un tratamiento al agua y que nosotros la podamos monitorear para evaluar su calidad y reutilizarla. Este es el proceso en el que nos encontramos actualmente, monitorear la calidad del agua que pasa por la celda.
El monitoreo está planeado para un año por lo menos, la temporada de lluvias en Hidalgo inició en mayo, por lo que debemos estar al pendiente de la recuperación del agua que tengamos en la celda, así como de los contaminantes que contenga.
La celda que nosotros tenemos es un sistema a gran escala, ya que tiene una capacidad de 64 metros cúbicos, pero nosotros ya tenemos resultados previos a nivel laboratorio de un sistema piloto que nos hizo ver la utilidad del sistema para eliminar contaminantes del agua que impiden que sea reutilizable.
AIC: ¿Son tecnologías que pueden estar al alcance de la población?
GAVR: Con estos estudios queremos que la gente conozca de la tecnología ya que en realidad no es cara y cualquier persona podría tenerla, lo que evitaría muchos problemas de inundación y tendría, además, una reserva de agua para sus propias necesidades.
Estas tecnologías se pueden adaptar a cualquier tipo de vivienda, como edificios o casas individuales, y estamos tratando de abarcar otros tratamientos de bajo impacto. Este mismo equipo de trabajo tiene un proyecto para el desarrollo de azoteas verdes y con pavimentos permeables que descontaminan el agua.
Hemos comenzado con la celda porque nos parece que es una biotecnología muy barata, accesible y que incluso nos permitiría tener más áreas verdes en las ciudades, pero lo que queremos es abarcar más tecnologías de bajo impacto, comenzar a instalarlas en la UAEH y proponer un campus verde donde se conserve el agua, no solamente por la vía de la biorretención sino también porque tenemos otras propuestas aquí en la universidad que afortunadamente han sido tomadas en cuenta.
Queremos que estas tecnologías se apliquen y, con un mínimo de interés y de dinero, colocarlas en cualquier parte.