Agencia ID/Ciudad de México.- La industria del vino en México crece vertiginosamente al contar con 32 mil hectáreas de viñedos que producen variedades de uva empleadas para la creación de vinos tintos, blancos, rosados y espumosos; además se producen cerca de 198 mil hectolitros de vino anuales. Durante esta producción se generan aguas residuales ricas en vinazas, de las cuales especialistas de la UNAM obtienen biocombustibles gaseosos.
El doctor Germán Buitrón Méndez, investigador del Instituto de Ingeniería, Unidad Académica Juriquilla, detalló que las vinazas de la industria vitivinícola son un subproducto líquido de la destilación del zumo de uva durante el proceso, que contienen piel, semillas y residuos del jugo de la fruta y son ricas en materia orgánica y nutrientes como nitrógeno, azufre, fósforo, potasio y alcoholes.
Es a partir de éstos que los científicos universitarios obtienen hidrógeno y metano, ideales para producir energías sustentables a partir de gases. Por ejemplo, el hidrógeno puede utilizarse para generar electricidad en celdas de combustible, al igual que el mejoramiento de la calidad del biogás y transformarlo en biometano, similar al gas natural.
"Damos valor agregado a los residuos en cada una de las dos etapas de transformación a biocombustible gaseoso. Queremos que los residuos de las plantas de tratamiento de aguas también se aprovechen, queremos, acercarnos a los productores agrícolas y que se aproveche como electricidad en las mismas agroindustrias", subrayó Germán Buitrón, doctor en ingeniería del tratamiento de aguas.
Asimismo, aclaró el científico que las bioenergías por sí solas no cambiarán el consumo de combustibles fósiles, porque es poco lo que pueden aportar; el valor agregado está en el tratamiento de los residuos, con la obtención de biogás, biocombustibles e hidrógeno que pueden ser utilizados para otros fines.
La investigación, realizada en el Laboratorio de Investigación en Procesos Avanzados de Tratamientos de Agua (LIPATA) de la UNAM, busca transformar los residuos a metano e hidrógeno, reducir la contaminación y aprovechar el recurso como materia prima para generar energía.