Dalia Patiño González/ Agencia Informativa Conacyt/ Puebla, Puebla..- Con la intención de lograr una formación integral de sus estudiantes, que incluya el acercamiento directo con las diferentes técnicas de producción y acabado textil, la licenciatura en ingeniería textil de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) recurre a dos espacios complementarios como el taller de hilado y los laboratorios de pruebas químicas y acabado textil para lograr en sus alumnos un acercamiento directo con los procesos reales que se llevan a cabo en la industria textil.
De acuerdo con la Cámara de la Industria Textil (Citex) de Puebla y Tlaxcala, esta rama provee a estos dos estados cerca de 23 mil empleos y su crecimiento se prevé para este 2017 en 10 por ciento gracias a su creciente participación en el sector automotriz.
Tradicionalmente, el sector textil se relaciona con la producción de telas para fabricar prendas de vestir; sin embargo, sus aplicaciones tienen múltiples usos y no solo se concentran en este sector, ya que también existen los textiles técnicos, con mayor auge en diversas industrias, consideró en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la maestra María Luisa Castellanos Cabrera, coordinadora del Colegio de Ingeniería Textil de la BUAP.
Castellanos Cabrera explicó que existen 12 ramas de textiles técnicos vigentes en el mercado, entre los cuales están los del hogar, los industriales, textiles automotrices, del área del deporte, del área médica, los geotextiles, textiles para el área de la construcción, los agrotextiles (redes para pescar y lonas y telas utilizadas para equipar barcos), textiles de empaque (costales, colchones de fibra para adsorber los fluidos del alimento empacado en centros comerciales, bolsas de té, etcétera) y los textiles para la industria del calzado.
Ante esta diversidad de aplicaciones y usos, la Facultad de Ingeniería Textil de la BUAP cuenta con laboratorios que tienen la maquinaria para realizar distintos procesos textiles, con la característica de ser equipos similares a los que emplea actualmente esta industria.
“Se cuenta con el laboratorio de pruebas químicas y acabado textil y otro de pruebas físicas para fibras, hilos y tejidos, los cuales cuentan con tecnología de punta, y aunque las máquinas son para uso de laboratorio, son réplicas a menor escala de las que utilizan en las grandes empresas textileras, lo que da una mayor ventaja para nuestros alumnos en su manejo al momento de egresar”.
Laboratorio de pruebas químicas y acabado textil
En este laboratorio, explica la maestra Castellanos Cabrera, lo que se realiza principalmente es el pretratamiento de los textiles hasta las funciones de acabado, con equipo que puede hacer pruebas de solidez. También cuentan con una caja de luces para verificar las tonalidades en los textiles e identificar algunas fibras que tengan blanqueador óptico a través de la luz negra.
“Contamos con un microscopio, una balanza y crocktómetro, que prueba la solidez al frote de los textiles, un horno, una cámara de impregnación con foulard de exprimido y la caja de secado y fijado. Por ejemplo, aquí la utilizamos para el pretratamiento de telas o para el teñido de fibras sintéticas, principalmente porque las fibras sintéticas necesitan una temperatura mayor para que se fije el colorante en la fibra”, explicó la coordinadora.
El laboratorio también cuenta con una Rama o Stenter, una maquinaria con una canoa de impregnación con un foulard de exprimido, pero con la función fundamental de dar la estabilidad dimensional a las telas, lo que permitirá aplicar acabados químicos a los textiles.
La maestra Castellanos Cabrera detalló, además, que el laboratorio tiene una canoa de impregnación, que es una maquinaria con la que pueden aplicar diferentes químicos como resinas, suavizantes, aprestos, para que posteriormente sea trasladado el material a la caja de temperatura donde se alcanzan hasta 200 grados Celsius.
Destacó que todos los equipos son reproducciones a menor escala de las que existen en las grandes industrias textiles que hay en la parte centro de la república, asegurando que aunque en el plano laboral las dimensiones cambian, el funcionamiento y la operación es igual, lo que facilita a los estudiantes una integración más rápida en el manejo de esta maquinaria.
“Hacen las mismas funciones a nivel industrial, y aunque las que están aquí son de tamaño laboratorio, los alumnos pueden aplicar las mismas técnicas y procesos con los que se trabaja en la industria”.
Los acabados
El número de químicos que se puede aplicar a un textil es numeroso y realmente depende de los terminados que se le quiera dar a la tela y que sean compatibles los acabados.
“Existen fibras a las que sí se les pueden dar acabados simultáneos y otras que no, depende muchísimo del uso que vaya a tener la tela y de las características del textil con el que se trabaje”.
Los tipos de fibras más comunes a nivel de la industria textil son algodón, poliéster o sus mezclas. Asimismo, existen tres tipos de telas principales: la de tejido de punto, tejido plano y los no tejidos.
Hay químicos que necesitan temperaturas de secado de 110 grados Celsius, pero hay telas que utilizan químicos como las resinas y las temperaturas empleadas van de los 140 a los 160 grados; pero si lo que se busca es dar estabilidad dimensional a la tela, entonces dependerá del tipo de fibra para dar la temperatura necesaria.
“Generalmente las fibras naturales en promedio se estabilizan entre 180 y 190 grados Celsius. Las fibras sintéticas como el poliéster tiene que ser entre 200 y 205 grados Celsius para darle la estabilidad dimensional”.
Textiles técnicos
Los textiles técnicos son todos aquellos que no tienen un uso práctico en la industria del vestido sino que tienen otras utilidades, por ejemplo alfombras, tapicería, cortinas, sábanas, edredones, telas utilizadas para la fabricación de colchones, entretelas, toallas, etcétera.
Existe otra área de textiles técnicos industriales como el área de producción de bandas, filtros, y en la industria automotriz, donde se utilizan más de 30 textiles en un solo automóvil.
“Los cinturones de seguridad, las bolsas de aire, los recubrimientos, las capotas si son convertibles, son solo algunos ejemplos de sus múltiples aplicaciones”, refiere la maestra Castellanos Cabrera.
También en el área de la construcción o los geotextiles, enfocados en la producción de materiales que se utilizarán bajo tierra, por ejemplo, para la agricultura se usan mucho para la protección de cultivos (plagas o inclemencias de tiempo), o utilizados como geotextiles pueden retener mayor número de nutrientes o prolongar la vida de cultivos, también en la construcción de presas o lagos artificiales se utilizan estos geotextiles para evitar la filtración del agua.
“Existe diversidad de usos para los textiles, algunos serán más comerciales que otros, lo cierto es que las industrias textileras ya se empiezan a enfocar en los textiles técnicos, esa es la tendencia, y con el uso de nanotecnología este sector va en auge. Actualmente en la BUAP ya estamos buscando que nuestros estudiantes se interesen por estas áreas para que su formación sea integral y puedan abrirse espacio en materia de innovación textil”, concluyó.