Al Estilo Mathey
Patológicamente honestos
Gustavo CADENA MATHEY
Buen día apreciado lector:
Un veterano amigo de Vega de Alatorre, de esa gente buena, trabajadora y sabia del pueblo, le escribió recientemente al gobernador electo de Veracruz: “en el próximo gobierno podrán faltar muchas cosas, pero estoy seguro que lo que no faltarán, ¡son los guevos!”
Y es que como andan las cosas, en el siguiente gobierno efectivamente será necesario que haya orden, como registra la historia que en su tiempo lo puso el gobernador Fernando López Arias en la seguridad pública y Agustín Acosta Lagunes y Patricio Chirinos en las finanzas.
¿Quién más dice yo?
Se requiere orden en todos los ámbitos y una vez que regrese al palacio donde ya una vez gobernó de hecho, como Secretario de Gobierno, Miguel Angel Yunes Linares tendrá que rescatar ese orden perdido.
Quienes le dieron su voto, como coloquialmente se lo expresó mi amigo de Vega de Alatorre, saben que el choleño tiene las agallas para intentar que los veracruzanos nos sumemos a esa gran cruzada por la paz y el trabajo fecundo y creador que proponía en su tiempo el Presidente Adolfo Ruiz Cortines.
Como ahora Miguel, el gobernador López Arias encontró un Veracruz caldeado, donde la mayor parte de la gente traía sus armas al cinto, incluso había tiendas autorizadas; de niño me tocó conocer una armería en Acayucan y a pesar de mi edad, serían los 10 u 11 años, horrorizarme con toda esa libertad digna del viejo oeste y de las películas mexicanas “de vaqueros” donde se veían constantes pleitos y asesinatos a mansalva.
Y como muchos recordarán, el famoso “Boca Chueca” promovió en todo el estado la campaña de despistolización y todas las armas recolectadas fueron fundidas en la fábrica de tubos de acero en el puerto jarocho.
Otro detalle que alguna vez publicó el periodista Luis Velásquez, es que durante los seis años, “el hombre de Suchilapan” siempre se mantuvo en una férrea decisión, “advirtiendo que por ningún concepto era partidario de poner la primera piedra de una obra pública, sino la última… Así, obligaba al gabinete legal y ampliado a chambear a mil por hora…”.
En cuanto al tema de las finanzas le paso este dato del maestro y reconocido analista e investigador Alfredo Bielma Villanueva:
“Es patológicamente honesto”, esta fue una expresión que el gobernador Rafael Murillo Vidal (1968-1974) solía utilizar con mucha frecuencia para destacar la honestidad con la que se conducía en la Dirección de Obras Públicas el ingeniero Francisco Ríos Cano, quien permanecía en ese cargo desde el gobierno de Fernando López Arias (1962-1968).
“Como Ríos Cano, en gran proporción, los servidores públicos respetaban la integridad del presupuesto a su cargo, eran tiempos en los que la sociedad no gastaba en mantener contralorías que “evalúan”, “controlan” y “vigilan” el manejo del recurso público, había corruptelas sin duda, pero las atemperaba la moderación y el escrúpulo por exhibir un súbito cambio de condición económica.
“¿Cuándo, en qué periodo pudiéramos ubicar en Veracruz el año axial a partir del cual se potenció la corrupción en el manejo de los recursos públicos por una clase política que de pronto se convirtió en voraz presupuestívora?”.
Eso es lo que quisiéramos, lo que anhelamos ahora. Servidores públicos verdadera y “patológicamente honestos”.
Por cierto, hay indicios de que al parecer el Doctor en Finanzas Públicas René Mariani Ochoa se ha sacado uno de los dos boletos a la rifa del Tigre más complicados del bienio gubernamental que se avecina. El otro será seguramente algún militar que de verdad sea honesto y tenga ganas de servir a los veracruzanos.
A René Mariani lo conocí en los tiempos previos a la llegada de don Fernando Gutiérrez Barrios como gobernador de Veracruz; fue el negociador que dispuso “el Hombre Leyenda” para advertir al cacique del sur Cirilo Vázquez que el nuevo gobierno no toleraría sus desplantes.
A tantos años de distancia hoy son otros tiempos; con ese largo caminar Mariani ha perfeccionado su experiencia en la administración pública y sobre la realidad de Veracruz.
Tiene buena fama, bien ganada. De concretarse el propósito, por el bien de Veracruz y los veracruzanos deseamos que el nuevo gobierno y especialmente el nativo de Tlapacoyan, tengan suerte en su difícil encomienda.
Para el lector una semana de armonía en todos los sentidos.
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