Hora Cero
Ayuntamientos en crisis
Corrupción, crisis e inestabilidad social
Tuxpan cubre deudas heredadas
Luis Alberto Romero
Como consecuencia de la crisis financiera y del desvío de las
participaciones federales que correspondían a los municipios
veracruzanos, casi todos los ayuntamientos de la entidad enfrentan
fuertes problemas económicos. En medio de la tormenta, algunos
presidentes municipales optaron por bajar la cortina y reducir al mínimo
los trámites y la prestación de servicios a la población.
Hasta hace unas semanas, algunos palacios municipales fueron cerrados
porque ya no se contaba con los recursos para la operación normal del
ayuntamiento; fue el caso, por ejemplo, de Ixhuatlán del Sureste, Río
Blanco, Apazapan, Xico, Tihuatlán, Álamo, Acajete, Platón Sánchez y de
al menos dos docenas más.
Esa crisis financiera obligó a los presidentes municipales a reducir la
nómina de manera significativa, como en San Andrés Tuxtla, donde el
alcalde Manuel Rosendo Pelayo habría ordenado el despido de unas
cincuenta personas de confianza.
Otro ejemplo se ubica en Alto Lucero; el alcalde Manuel Domínguez
declaró que el hecho de que ese ayuntamiento no haya recibido a tiempo
las participaciones federales tendrá dos repercusiones a corto plazo: la
no conclusión de la obra pública y la imposibilidad de cubrir las
prestaciones de fin de año.
235 empleados municipales de Alto Lucero no recibirán aguinaldo; sin
embargo, en el ámbito estatal la cifra incluirá al menos a los
trabajadores de cien ayuntamientos más.
Así las cosas, lo que se observa en la gran mayoría de los municipios de
Veracruz es una crisis sin precedente en la historia de la entidad;
nunca como ahora, los gobiernos municipales habían registrado un cierre
de año tan dramático; y nunca como hoy, el temor y la incertidumbre
sobre el futuro laboral se había apoderado de la inmensa mayoría de los
trabajadores y burócratas de los municipios y del gobierno estatal.
Corrupción, crisis e inestabilidad social
Lo peor es que se observa poco probable un rescate financiero desde la
Federación. El mensaje del presidente Peña Nieto al clausurar la
reciente reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores, Conago, fue
muy claro: el gobierno federal acompañará y apoyará el saneamiento de
las entidades, pero los gobiernos estatales tendrán que responder a sus
propios retos.
No habrá rescate financiero para las entidades en problemas; a eso se
puede resumir el mensaje presidencial del pasado sábado ante los
gobernadores del país. Por si fuera poco, los problemas económicos, la
debilidad del peso frente al dólar y la crisis petrolera internacional
asfixian la economía nacional, por lo que las posibilidades de un
rescate a los estados endeudados, como es el caso de Veracruz, se
observan lejanas.
Yunes Linares y los alcaldes de Veracruz a los que les desviaron las
participaciones federales tienen razón en estar preocupados porque el
gobierno estatal y la mayoría de los municipios enfrentarán problemas
para cubrir sus compromisos de fin de año, lo que anticipa en Veracruz
un cierre agitado y turbulento en cuanto a manifestaciones, demandas y
bloqueos de vialidades.
De la corrupción, la entidad pasó a la crisis financiera y de ahí
transita a paso acelerado hacia la inestabilidad social.
Tuxpan cubre deudas heredadas
Debido a la crisis financiera que enfrentan, la mayoría de los alcaldes
veracruzanos ha optado por desaparecer o limitar su presencia en sus
respectivos municipios; es el caso, por ejemplo, de quienes se ven
obligados a reducir el gasto, la nómina y los servicios públicos que la
población demanda.
Sin embargo, hay otros que decidieron enfrentar la situación,
anticiparse y resolver los problemas; tenemos el caso de Tuxpan, donde
la administración municipal no sólo atiende sus compromisos, sino que
cubrió un enorme pasivo con el Instituto Mexicano del Seguro Social,
mismo que fue heredado por las anteriores cuatro administraciones, cuyos
alcaldes prefirieron que la deuda creciera y se acumulara, con la idea
de que el siguiente pague.
Raúl Ruiz Díaz, presidente municipal de Tuxpan, prefirió no heredar
problemas ni permitir que la deuda con el IMSS siguiera su alarmante
crecimiento, porque ello inevitablemente perjudicaría a los trabajadores
del ayuntamiento.
Precisamente, por esa decisión cobra mayor relevancia el anuncio que
realizó el munícipe el pasado miércoles, en el sentido de que la
administración municipal saldó con el IMSS el adeudo que arrastraba
desde hace más de una década, 343 millones 969 mil pesos que fueron
cubiertos y que ponen a Tuxpan al corriente en sus obligaciones
patronales y en sus aportaciones de seguridad social para sus
trabajadores.
En su conferencia de prensa, el alcalde de Tuxpan declaró que la actual
administración no sólo aportó sus cuotas al IMSS de manera puntual, sino
que también cubrió el enorme adeudo, que se había convertido en un
lastre para las finanzas municipales.
En agosto pasado, el ayuntamiento cubrió al Instituto 180 millones de
pesos; un mes después, en septiembre, el depósito fue superior a 100
millones; por otro lado, con esos pagos, Tuxpan negoció la condonación
de multas por más de 63 millones.
Con esa medida, que implico un ajuste en el gasto, el gobierno local se
puso al corriente y, de paso, demostró que con orden y disciplina
financiera es posible resolver los problemas propios de un ayuntamiento.
El anuncio de Ruiz Díaz es, sin duda, una buena noticia para Tuxpan,
porque libera recursos y compromisos futuros a ésta y a las siguientes
administraciones municipales, que podrán enfrentar sus retos y problemas
en mejores circunstancias. @luisromero85