El tiempo meteorológico también es relativo
¿Buen tiempo para quién?, ¿Mal tiempo para quién?
Por: José Llanos Arias.
Desde la niñez en nuestros hogares nos enseñan a identificar que un día con características de cielo nublado, lluvioso o con frío se identifica con “mal tiempo”; por el contrario, “buen tiempo”, es casi sinónimo de un día despejado, sin lluvias o caluroso. Quizás esto se reduce más a los conceptos de “mal” y “bien” utilizados para describir condiciones o situaciones desagradables o agradables respectivamente. Por lo que respecta a meteorología es un indicativo de realizar o no actividades al aire libre.
Al respecto refranes como “al mal tiempo, buena cara”, hay quienes lo adjudican al conocimiento rural de la población española, para referirse a determinadas condiciones meteorológicas; aunque en la actualidad dicho refrán puede aplicarse a diferentes situaciones de nuestra vida cotidiana.
Un poco de comprensión para lo siguiente: debido a este conocimiento que se nos inculca desde la infancia, para algunos profesionales de la meteorología a veces nos vemos en la necesidad de referirnos con estos vocablos al momento de redactar el pronóstico o difundir el mismo por los diferentes medios de comunicación.
Pero para todas y todos será conveniente preguntarse ¿buen tiempo o mal tiempo para quién?
Para un agricultor, un día con lluvia representará “buen tiempo”, debido a la necesidad de agua que tienen sus cultivos para su desarrollo, en cambio para los prestadores de servicio de una zona turística, puede ser “mal tiempo”, ya que ahuyentará a los visitantes.
En zonas turísticas “buen tiempo” corresponde más a un día despejado, soleado con ausencia de lluvia, mientras que para el agricultor puede representar pérdida de su producción, registrándolo entonces con “mal tiempo”.
Otra respuesta podría darse si consideramos las preferencias de las personas, para quienes les gusta el frío, sería “buen tiempo” y “malo” para quienes prefieren el calor y viceversa.
Tal como hemos leído en meteorología es necesario llamar por su nombre a los distintos fenómenos meteorológicos y la zona donde es posible se presente, con esto quizá disminuyamos el relativismo del estado del tiempo, para esta gran labor será de gran ayuda que la sociedad adquiera el conocimiento del clima de su localidad y cierta terminología básica en meteorología.