#ElMensajeDelLunes
#LosFamososDíasNaranja
#MujerNoHablesDeOtraMujer
#MiConceptoDeAmorRadicaEnMiEjemplo
#MujerConLosPiesEnLaTierra
Los días 25 de cada mes en diferentes redes sociales y medios de comunicación muchos y muchas promueven el día naranja, día para actuar a favor de generar conciencia y prevenir violencia en contra de mujeres y niñas.
Iniciado y dirigido por la Red Mundial de Jóvenes ÚNETE, el Día Naranja hace un llamado a activistas, gobiernos y socios de las Naciones Unidas para movilizar a la población y poner de relieve las cuestiones relacionadas con prevenir y poner fin a la violencia contra mujeres y niñas, no sólo una vez al año, el 25 de noviembre (Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer), sino todos los meses.
Bueno pues hoy es 26 ya casi 27 y creo que todos los días deberían ser naranjas, para evitar la violencia en general...
¿Pero dónde inicia la violencia de género? como siempre aclaro este es mi punto de vista personal, puedes o no estar de acuerdo y lo respeto, pero desde mi perspectiva así es.
La violencia de genero inicia en casa desde nuestro lenguaje al hablar mal de otras mujeres y/o hombres, porque este tema no solo compete a un solo sexo, puesto que de ser así también se convierte en violencia.
La violencia existe cuando humillamos y condenamos a otras personas por ser diferentes o pensar diferente, cuando juzgamos sin conocer, señalemos sin sentido, dañamos y lastimamos con palabras o acciones en contra de todo aquello que simula ser distinto a nosotros.
La violencia se genera cuando también las mujeres despreciamos al sexo opuesto por ganar menor salario que el nuestro aun viviendo bajo nuestro mismo techo, cuando echamos en cara nuestras capacidades y nos enaltecemos con soberbia.
Cuando señalamos a menores de edad , al criticar la forma de vestir de las jóvenes y las culpamos de provocar agresiones verbales o físicas.
Generamos violencia cuando nos burlamos de la gente que pesa, viste o piensa desigual a nosotros.
Construimos muros al dividirnos en grupos de clases sociales, culturales o religiosos, donde al apartarnos de todo lo que no comulga con nuestra ideología se excluye de nuestro espacio.
Al ser indiferentes ante la injusticia y los actos inhumanos que pasan frente a nuestros ojos, decidiendo callar o evadir una realidad, cuando en nuestras manos está el brindar ayuda a quien lo necesita y no a quien nos conviene darla.
Al hablar mal de otras personas vomitando el reflejo de nuestro interior en el señalamiento vacío de historias mentales.
Al alimentar la intriga y los malos entendidos o al evadir nuestra opinión callado la voz para evitar conflictos.
Al aceptar los asesinatos como algo normal dentro de nuestra cultura y justificar la ira descontrolada en los vicios inagotables.
Al señalar a quienes solo buscan justicia y agredir a quienes se mantienen en lo recto.
Al ver como normal el acoso y el lenguaje sexual inapropiado en contra de millones de mujeres que su único delito es caminar por las calles sin alzar la voz.
Ahora dime, ¿Quién que lea estas líneas podría salir exonerado de alguno de estos actos? ¿Acaso tú eres capaz de decir, "jamás he cometido violencia"?
Empecemos con una tarea simple al hablar de otra persona decir como yo y veremos que nuestra actitud y sentir por el otro se modificara.
Es difícil cambiar nuestro mundo, pero si inicio hoy por mí ya estoy contribuyendo a cambiarlo, cambiando yo hago la diferencia.
Basta de quejas y día de celebración en contra de la violencia, mejor empecemos a vivir una vida libre de violencia decidiendo hablar palabras que edifiquen y sanen, caminando no por caminos hechos, si no haciendo camino para que otros nos sigan, siendo congruentes diariamente hasta llegar al final de nuestros días con una vida libre de violencia.
Decidiendo que el defender nuestros derechos no es cuestión de celebración es una situación de acciones diarias, apoyando a los que criticamos basándonos en el sentido de congruencia e integridad, pues si hablo de respeto, respeto debo otorgar.
Y debo concluir que probablemente este cambio en nuestras vidas no sea fácil pues hemos vivido en una cultura donde la violencia es parte de nuestra identidad o al menos eso nos han hecho creer, porque difiero de ello, nosotros somos" seres humanos" con la humanidad que nos da sensibilidad para pensar y actuar con responsabilidad y sentido de ayuda a nuestra supervivencia, puesto que la violencia nos desaparece lentamente ese jamás será nuestro origen.
Decidamos vivir ayudando, amando, respetando, respetando y dignificando nuestra especie, México nos necesita sensibles con espíritu valiente a la verdad y la justicia que nulificando el temor y la angustia a todo aquello que nos daña y desaparece.
Iniciemos con acciones pequeñas, comencemos por nuestra boca, sumemos nuestras acciones y vivamos con decisiones de paz, pasando nuestros día 25 naranja a un diario vivir en blanco.
LCC Linda Olmos
Conferencista en Hilfen Capacitación y Desarrollo
Autora de Mujer Con Los Pies en la Tierra
Twitter @OlmosVo
Fan Page Linda Olmos
Si deseas participar en nuestro taller o hacer algún comentario contáctame en el correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Para ver este y otros mensajes del lunes en video entra a este link https://m.facebook.com/MujerConLosPiesEnLaTierra/