Prosa aprisa
¡Gómez Cazarín teme por su vida! No acusa a Cisneros, pero “no es mi amigo”
Arturo Reyes Isidoro
El (de hecho) titular del Poder Legislativo de Veracruz, Juan Javier Gómez Cazarín, dijo ayer en declaraciones que teme por su vida debido a lo cual ha tenido que procurar por su seguridad, la de su familia y la de las personas que lo quieren.
Aunque no identificó por su nombre o por sus nombres a quienes pretenderían hacerle daño, dijo que hay una campaña de denostación y de intimidación en su contra a través de páginas de supuestos medios de comunicación recién creadas.
Incluso dio cifras de cuántos “medios” están operando en su contra, a los cuales se les habría pagado 500 mil pesos por hacer el trabajo sucio para dañar su vida personal, pero también la de su familia.
Declaró que presentará las denuncias pertinentes en la Fiscalía General del Estado contra quién o quiénes resulten responsables. Juan Javier es líder de la bancada mayoritaria de Morena en el Congreso local y presidente de la Junta de Coordinación Política.
“Son cosas que me vienen valiendo sombrilla, pero sí me da temor mi integridad; si pagan por publicidad negativa hacia mí, pues que no pueden pagar por hacerme daño, es donde ponen en riesgo a la vida de alguien. Yo no les hago nada, no me meto con nadie”. También aseguró que no pacta con delincuentes ni con cárteles.
Fue inevitable que hablara sobre su relación con el secretario de Gobierno, Eric Cisneros.
“Me quieren confrontar y yo no tengo ningún problema con el secretario de Gobierno, pero tampoco puedo decir que es mi amigo, es un compañero de trabajo y tenemos, como todos, discrepancias políticas o laborales, pero siempre colaboramos de manera respetuosa”.
En los medios y en los espacios periodísticos se ha venido comentando de una mala relación entre ellos porque terminó convirtiéndose en el operador político de la aspirante a la gubernatura Rocío Nahle, posición que antes tuvo Cisneros.
Reaparece Nahle en Coatepec como diciendo no me den por muerta
No te vas a morir, es una expresión que se dice cuando de pronto aparece alguien de quien se está hablando. La señora Rocío Nahle es ahora vivo ejemplo de ello.
Apenas ayer me ocupé de su persona comentando la posibilidad de que el presidente López Obrador pudiera bajarla de la contienda por la gubernatura de Veracruz por el retraso que tiene en la refinería de Dos Bocas.
Y de pronto, ¡zas!, en día hábil y horario laboral y protegida por elementos de la Fuerza Civil de Veracruz que se aparece ayer también en Coatepec con gastrónomos del estado, ocasión que le vino como anillo al dedo como para decir no me den por muerta.
Si bien seguramente ya tenía programada la actividad con los especialistas en el buen comer desde antes, la reunión, por la reacción que noté en algunos medios aliados suyos, o sus representantes, le dio la oportunidad para dejar claro que por su parte no tiene ninguna Opción B ni de ninguna de las demás letras del abecedario.
Otra cosa que me llamó la atención fue un boletín que circuló entre medios afines a ella en el que se habló de una “gira de trabajo en esta zona del Estado”. No se sabía que hubiera dejado Dos Bocas para andar de gira por Veracruz, y menos por Coatepec.
Por las reacciones que advertí de quienes vienen operando con ella, no se baja de la contienda a menos que el presidente la baje, y mantiene su aspiración de ser la candidata de Morena para buscar sustituir a Cuitláhuac García.
Entonces, a menos que Eric Cisneros confirme que no busca la gubernatura y que se va a sumar al proyecto de la zacatecana, estamos ante un escenario de división y de enfrentamiento en el morenismo entre la señora y su corriente parte del cuitlahuismo y el secretario de Gobierno, los alcaldes que lo siguen y lo apoyan y el propio gobernador, quien no lo para, lo justifica y lo tolera.
Pudo haber sido ocasional que el encuentro con los chefs se celebrara en Coatepec, pero pudo haber sido también a propósito porque en esa ciudad reside Cisneros y según el comentario popular tiene ya muchas propiedades; o sea, que habría ido a plantarle cara en su propio terreno.
Aparte la Huasteca, donde el comentario que hice sobre Cisneros lo aprovecharon los alcaldes afines al “afrodescendiente” para compartirlo en forma masiva, en general, por las reacciones que recibí de los lectores, nadie lo toma en serio y tampoco le ven alguna posibilidad de ser el próximo gobernador.
Sigo opinando que hasta ahora si bien, en el caso de Morena, hay la intención del presidente de imponer a Nahle, no hay nada definido para nadie. De aquí a que se proclame al candidato o a la candidata el próximo año las circunstancias están jugando y pueden cambiar todo, puede influir también quien resulte el candidato o la candidata presidencial del partido guinda, pero también la fuerza que tome la candidata del Frente Amplio por México.
Mientras, para la encuesta que decidirá, siguen teniendo las mismas posibilidades Nahle y Cisneros, pero también Manuel Huerta, Sergio Gutiérrez Luna y Zenyazen Escobar García, por lo menos.
Le hace al cuento con lo de las tarifas eléctricas
Doña Rocío vino a quererle dar atole con el dedo a los veracruzanos. Como no trae un discurso sólido, pero busca la forma de ganarse la simpatía de los electores, en su intervención en Coatepec dijo que por instrucciones de AMLO analizan las tarifas eléctricas de 2,500 municipios del país, incluidos los de Veracruz, cuyas autoridades vienen solicitando que sean más económicas.
“Somos (sic) de las tarifas más baratas en el mundo y en estos cuatro años las mantuvimos por debajo de la inflación mientras por Europa tuvieron pico (recontrasic)”, dijo, según su boletín. O sea, puro bla bla pero nada en concreto respectos de las tarifas que se aplican en el estado.
Analizan las tarifas de miles de municipios del país, comentó, pero ¿y eso qué tiene que ver con los miles de sufridos usuarios de Veracruz? La señora no tiene ninguna autoridad para venir a hablar del tema porque siendo supuestamente veracruzana de corazón (es zacatecana) lleva ya casi cinco años como secretaria de Energía y nunca ha movido un dedo para bajarlas en el estado, y así quiere que los veracruzanos le den su voto.
¡Y dice que hay que poner de moda a Veracruz!
Ajena totalmente a la realidad del estado, se aventó el puntacho de expresar: “Tenemos que poner a Veracruz de moda, tenemos que trabajar todos para poner a Veracruz de moda porque tenemos todo”.
No señora. Veracruz ya está de moda y no solo en México sino en el extranjero también, pero penosa y tristemente por la incontenible ola de violencia y por casos como el de los cadáveres congelados de Poza Rica. Lo que pasa es que usted no vive en el estado desde hace muchos años y no conoce su realidad.
También ha estado de moda por el alto número de periodistas asesinados o que han sido víctimas de la violencia, por los encarcelamientos arbitrarios de enemigos políticos del gobierno, incluso de una jueza, por la aplicación del delito de ultrajes a la autoridad, que mereció la reprobación de organismos internacionales.
La mejor forma de poner a Veracruz de moda sería siendo respetuosos de la ley y del Estado de derecho, combatiendo en forma efectiva a los grupos delincuenciales, sacando a los inocentes de la cárcel, rindiendo cuentas claras (caso Araly), no desviando los recursos públicos para acarreos para ir a apoyarla a usted y a Claudia Sheinbaum. En fin.
Y con ese discurso quiere ser gobernadora.
Reconocimiento
No quiero dejar pasar un hecho que viví ayer y que demuestra que, por fortuna, hay áreas de gobierno que se salvan por su buen funcionamiento, pero, además, por la conducta ejemplar de los servidores públicos.
Porque me queda cerca de mi centro de trabajo en la UV, acudí ayer al servicio médico de la Secretaría de Seguridad Pública en el Cuartel San José a tramitar un certificado médico.
Escamado como estoy por la mala actuación de muchos malos policías, entré un tanto mosqueado (desconfiado). Tenía años que no entraba al edificio.
Mi grata sorpresa fue desde la entrada con el trato respetuoso y atento de los policías de guardia. Luego me relajaron la enfermera de guardia, la nutrióloga y la médica que me atendieron, toda atención, trato muy amable y todo siempre con una sonrisa.
Salí con mi documento con muy buen sabor de boca, pero, además, con la impresión cambiada de que todo todo está mal en Seguridad Pública porque esa es la idea que uno se forma viendo tanto abuso y arbitrariedad.
Mi reconocimiento a estas servidoras públicas, a todas las del área.