Prosa aprisa
Morena domina la agenda política; ¿y la oposición?
Arturo Reyes Isidoro
Con anterioridad publiqué en este espacio que en el PAN estatal hay una fuerte corriente de militantes consejeros que se oponen a ir en alianza con el PRI en busca de la gubernatura en 2024.
Semanas atrás, en plática con el dirigente estatal Federico Salomón me lo confirmó y dejó abierta la posibilidad de que no se consume la alianza.
Los panistas no ven que los ayude en algo ir aliados con el PRI por el descrédito que tiene, y piensan que en lugar de sumarles les restará. Prefieren ir solos.
Hasta ahora ha habido acercamientos de dirigentes, pero Federico fue muy claro: si la mayoría de consejeros se opone no habrá alianza, “aunque yo esté de acuerdo. En el PAN es diferente”, me dijo en alusión a la creencia de que pudiera imponer su voluntad.
Tampoco descartó que como última instancia pudiera intervenir la dirigencia nacional para buscar un arreglo, pero el dirigente estatal tampoco lo ve fácil.
Si llega a haber un acuerdo de ir en alianza con los tricolores, esta deberá darse a más tardar en noviembre, mientras, todo está en el aire.
Con un detalle más: los consejeros estatales del PAN quieren que participen con una mujer como candidata y que su partido, como la fuerza principal, decida quién.
Rechazo en el PAN a pactar con el PRI
Comento lo anterior por la nota que publicó el martes el diario El Pais, que obtuvo la transcripción íntegra de una sesión del Consejo Nacional del PAN que revela el rechazo a pactar con el PRI.
“Vamos a aliarnos con el partido que destrozó México”, fue el argumento, además, la total desconfianza que le tienen al dirigente nacional priista Alejandro “Alito” Moreno.
La sesión ocurrió el 10 de diciembre, pero en el PAN trataron de no hacer pública el acta. Después le entregó una copia al periódico, aunque censurada, pero finalmente el diario consiguió el original íntegro.
En la actualidad, tanto el PRI como el PRD necesitan del PAN. Solos no ganarían e incluso correrían el riesgo de perder su registro.
Los panistas, no hacen ruido, en especial con el actual dirigente, pero han estado trabajando con intensidad en todo el territorio estatal, su militancia es la más fiel y su estructura la tienen bien consolidada.
Desde mi punto de vista, no veo cómo van a conciliar intereses cuando los priistas dan por hecho que el candidato de la alianza será tricolor y además un hombre, no una mujer.
Piensan que los panistas van a aceptar ir colgados de ellos y que van a aceptar sus condiciones. No lo veo.
El PRD prácticamente no cuenta, si no es para que facilite, alquile o venda sus siglas para que jueguen candidatos de otros partidos.
Por ejemplo, el panista Juan Bueno Torio se ha acercado al dirigente estatal Sergio Cadena para pedirle que le preste el logotipo para que propongan candidatos en sus distritos.
Dante quiere a Pepe como candidato, pero sin el PRI
Dentro del priismo hay una corriente considerable que ve como el mejor y como el candidato más competitivo a Pepe Yunes y lo siguen fielmente.
Sin duda, Pepe es una muy buena opción, pero ir solo con el PRI no le alcanzaría, y habría que esperar a que el panismo lo aceptara para que encabezara un frente.
Pepe tiene otra opción que podría redituarle más. Políticos y personas allegadas a él me han comentado que desde hace un tiempo considerable Dante Delgado se reunió con él y le propuso la candidatura de Movimiento Ciudadano, pero a condición de que sea sin el PRI.
Mis fuentes me han dicho que no ha aceptado esa exigencia, que no piensa renunciar a su partido. Creo que le iría mejor solo con MC que con el tricolor.
Por ahora, Morena, con el registro de sus aspirantes, domina la agenda pública política. Con el lanzamiento de su convocatoria fijó fechas precisas. Hace mucho ruido.
No hay señales del posible frente estatal
Pero no se tienen señales de que un posible frente local decida tomar la iniciativa y se le adelante a Morena, como hizo el Frente Amplio por México con López Obrador y sus “corcholatas”.
El pasado 26 de julio, con más pena que gloria se instaló en Veracruz, como en el resto del país, un comité local para la construcción del Frente Amplio por México. Se supuso que era para apoyar la participación ciudadana en la elección del candidato presidencial.
Digo que se supuso, porque un boletín que emitieron estaba confuso, lleno de verborrea: “Producto de un trabajo conjunto entre sociedad civil, partidos políticos y el Comité Organizador, de manera que se abran causes para la más amplia participación ciudadana” y etcétera, etcétera.
Nunca se supo qué hicieron, qué tanto aportaron y si sentaron las bases para construir el frente estatal.
El 12 de julio pasado, “se celebró la primera reunión formal” para construir un frente amplio, en la que estuvieron Federico Salomón, Marlon Ramírez y Sergio Cadena, así como el académico investigador Rafael Arias y Jorge Vázquez, representante de Misión Rescate México. Pero no se ha vuelto a saber nada, si avanzaron, qué tanto han avanzado.
Morena salió adelante y tomó la delantera
Tal como están las cosas, Morena no solo salió adelante, sino que ya les tomó la delantera. Conozco y he tratado a casi todos los aspirantes de la oposición, los respeto, pero no veo al líder que mueva a la ciudadanía y que levante el ánimo de los veracruzanos como lo hizo Xóchitl Gálvez en el plano nacional.
En el pasado mini acarreo para acompañar a Rocío Nahle en su registro, viendo que la oposición no reacciona con un intento de unificación, no faltaron quienes dijeron que “ni modos, vamos a tener que apoyar a quien quede de Morena”.
El día 10 de noviembre iniciará el proceso electoral local, cuando el OPLE instale el Consejo General. Se renovarán la gubernatura y 30 diputaciones de mayoría relativa y 20 de representación proporcional.
Estamos, pues, a poco más de un mes y en la oposición no se ve claro qué. Ahí se la pueden llevar, pero el hecho de que no calienten la plaza política, de que no envíen señales al electorado de que están vivos, hará que muchos busquen de entre lo único que hay: los aspirantes de Morena.
¿De dónde van a sacar los 1,500 mdp que cuesta la campaña?
Con otra más: ¿de dónde van a sacar los 1,500 millones de pesos, mínimo, que cuesta una campaña para la gubernatura, cuando no tienen el gobierno, la tesorería, ahora en poder de los morenistas?
¿Quién será el valiente que se arriesgue, si es que los tiene, a poner en juego esa fortuna sin la garantía de que va a ganar y a reponerlos y con creces?
¿Qué patrocinador estará dispuesto a apoyar a uno o a una de ellas sin la garantía de que va a recuperar su inversión?
No se debe caer en el cinismo y menos en el conformismo, pero lo que está pasando y va a pasar, la imposición de candidato y la elección de Estado, no es nada nuevo: es lo mismo que por siete décadas hizo el PRI con su opositor histórico el PAN, el único que ha sido opositor siempre.
Mejor que nadie, los priistas saben muy bien lo que es tener el poder. Sin duda, la oposición va a jugar en total desventaja, salvo que Morena imponga a Rocío Nahle, lo que les dará la ventaja de poder derrotarla si logran que aflore el sentimiento localista de que Veracruz debe ser para los veracruzanos y no para una zacatecana.
Ya casi acaba septiembre, la próxima semana estaremos en octubre y en un mes iniciará formalmente el proceso. La oposición, conformada en un posible frente, no da señales públicas de tener vida. Morena se encamina a retener la gubernatura. Claro, a menos que el silencio de la oposición sea una estrategia.