Prosa aprisa
Le sale al Peje el Trump que lleva dentro
Arturo Reyes Isidoro
www.referente.com.mx
A Andrés Manuel López Obrador le salió ayer el Donald Trump que lleva dentro.
Molesto por las preguntas y cuestionamientos de los reporteros de la fuente del aeropuerto Heriberto Jara Corona del puerto de Veracruz terminó agrediéndolos verbalmente, como es su costumbre cuando no le preguntan lo que quiere o le conviene.
Los compañeros querían saber su opinión sobre el desecho político que está recibiendo su partido en Veracruz, como el expanista Rafael Acosta Croda y el expriista Carlos Uscanga (pero no son los únicos en el Estado), quienes se registraron para buscar ser candidatos de Morena a la alcaldía del puerto jarocho.
En lugar de responder directamente, acusó a los medios locales de ser “maiceados” por el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares.
Él, que se dice ser el único político impoluto que hay en todo México, en lugar de ser congruente con lo que presume y ser terminante en el bloqueo en su paraíso tropical a toda la mugre política que se le quiere arrimar, se salió por peteneras.
Los reporteros tienen momento para todo, y en ese momento su interés era él, López Obrador, Morena y la apertura que han hecho a políticos impresentables, señalados por la fama pública, a quienes aceptaron su registro para ser precandidatos a un cargo edilicio.
En lugar de justificar por qué sí, a toda costa trató de desviar la atención pidiéndoles que cuestionaran a Yunes Linares. “Oiga, pero hablemos de su partido, de Morena”, le decían los reporteros. Y el Peje, intolerante como es, no aceptaba los cuestionamientos y arremetía contra el panista.
Dijo que los medios están “alineados” con el Gobierno del Estado, que son unos “apoyadores” de Yunes. O sea, a falta de ideas, de argumentos, descalificaciones. Si no estás conmigo, entonces estás con mi enemigo y estás mal.
Si el “mesías tropical” –que le llamó Enrique Krauze– supiera que, en efecto, Yunes Linares no le da ni agua al gallo de la Pasión, que está ahogando con su sequía económica a medios y a periodistas, hasta se hubiera solidarizado con ellos y se hubiera ganado su simpatía, por lo que resulta injusta y ofensiva su acusación.
Creo que los reporteros le daban la gran oportunidad de informar y explicar al electorado por qué su decisión de aceptar desechos de otros partidos, a lo mejor tiene una gran razón y hasta hubiera aumentado sus bonos y el de su partido ante los veracruzanos.
Pleito aparte, los reporteros no tienen por qué pagar consecuencias de una disputa política.
En Estados Unidos, Donald Trump, calificado de populista como el tabasqueño, desde su campaña inició una agresión sistemática contra la prensa de su país, que ha intensificado ya como Presidente.
Si López Obrador se comporta ahora así, cuando apenas está enfilado para ser Presidente de México, qué nos espera si llega a ganar. Qué Dios nos agarre confesados y ojalá no estemos ante otro Nicolás Maduro. La prensa veracruzana todavía no sale de Guatemala cuando ya la espera Guatepeor.
Ahora, llegó el carnaval distractor
Preocupante. El carnaval comenzó ayer, o sea, habrá distracción, sigue pendiente la aprobación de la reestructuración de la deuda en medio de dimes y diretes y mientras eso no suceda la economía oficial continuará paralizada; y los problemas continúan latentes.
Comenzó el carnaval del puerto de Veracruz, pero también el otro carnaval, el político-electoral, por lo que nos esperan días de desenfreno, de permisividad que, qué se le hace si esa es la triste realidad, son los que gustan a la mayoría olvidándose de lo verdaderamente urgente y preocupante.
El carnaval de la carne, se supone, es para dar rienda suelta y dejar a un lado el mal humor, para hartarse en víspera de los ayunos y abstinencias de la cuaresma que viene a continuación e inicia con el Miércoles de Ceniza. Al menos, ahora que se supone habrá buen humor ojalá y se apruebe la reestructuración de la deuda por el bien de Veracruz y de todos porque la sequía económica está golpeando a todos, o a casi todos.
En el carnaval político, ayer también hubo espectáculo. Andrés Manuel López Obrador contra Miguel Ángel Yunes Linares y viceversa, y sin ponerse máscaras. Invadieron el espacio declarativo conceptos como “corrupto”, “autoritario”, “desequilibrado”, “desquiciado”, “bocón”, todo mientras caía una lluvia de confeti y serpentinas.
Será la normalidad en los días que vienen. Lamentablemente eso será la noticia y no el cómo se solucionarán los problemas. Pero como dice la letra pegajosa de la canción: “El carnaval llegó llegó…”.
Grafóloga define personalidad de Karime
Decía el martes que el caso de Karime Macías Tubilla era un caso para un estudio, pero clínico.
“Los documentos hallados ofrecen una riqueza para los historiadores, los grafólogos, los psicológos y los psiquiatras, los politólogos y todo especialista que quiera estudiar en Karime, si en efecto es ella la autora, la conducta y el comportamiento de la ambiciosa esposa del hombre con más poder en un Estado tan importante como Veracruz y que, a deducir por el contenido registrado en una de las libretas halladas, tenía una fijación mental: la ambición desmedida, que pudo llevarla a rayar hasta la locura y que en su vorágine arrastró a su ¿debilucho? esposo, Javier Duarte, hasta convertirlo en un delincuente y en el peor ejemplo de un político corrupto de que se tenga memoria en la historia de Mexico, al menos del México contemporáneo”.
Pues El Financiero contrató de inmediato a una grafóloga para iniciar la tarea. La maestra María Montserrat Olvera, psicóloga perito por el Colegio de Grafología y Criminalística hizo el estudio respectivo.
Dictaminó que padece de “Narcisismo, egocentrismo compatible con inmadurez emocional, que se expresa a través del capricho y el egoísmo”. Estableció que los textos atribuidos a la expresidenta del patronato del DIF Estatal revelan a “alguien extrovertido, que gusta del contacto social para el logro de sus aspiraciones personales”.
La experta dijo que “su capacidad de respuesta a los estímulos es primaria, por lo tanto, es espontánea, pero poco reflexiva”, que además, en los supuestos escritos de la esposa de Duarte, que están ya bajo el estudio de dictámenes periciales de la Fiscalía veracruzana, se le notan rasgos de ansiedad, en especial al escribir de sus planes.
Determina: “la incertidumbre ante el futuro le genera ansiedad, y ante la amenaza de la pérdida o escasez, tiende a acumular”.
“Más allá de definir que puede ser una víctima de las circunstancias, la posible autora de los textos, ‘tiene desarrollado el juicio moral y distingue el bien del mal. Respuesta a la posición de autoridad, aunque en ocasiones las prioridades y jerarquías personales le resulten confusas’, señala la especialista”.
El daño que causa
Sobre el tema, aunque refiriéndose a Duarte, me llamó la atención ayer el artículo que le dedicó al matrimonio Sergio Sarmiento en su “Jaque Mate” que publica en Reforma.
Apunta que en este momento los partidos de oposición son los principales beneficiarios de que Duarte siga prófugo.
“No sé si el ex gobernador tenga información que pueda ser muy perjudicial para el gobierno federal o para el Presidente, como sería un reconocimiento de que en efecto financió de manera ilegal la campaña presidencial de 2012, pero la sensación de impunidad que deja a muchos el que Duarte permanezca libre le hace un gran daño al gobierno y al PRI”.
Afirma que la corrupción será uno de los temas fundamentales en las elecciones de 2017 y 2018.
“Lo ha entendido muy bien Andrés Manuel López Obrador, quien en este momento se encuentra en primer lugar en las encuestas porque ha proyectado una imagen de honestidad. También lo sabe el presidente Peña Nieto, que ha avalado el nuevo Sistema Nacional Anticorrupción. Pero casos como el de Duarte son un lastre muy pesado para el PRI y el grupo en el poder. La abundancia inmerecida de algunos puede resultar en una merecida escasez de votos”.
Será mi percepción, pero creo que conforme se acerca el 4 de junio, el caso Duarte-Karime impactará más en el Estado de México donde se elegirá gobernador, que en Veracruz donde se votará por nuevos presidentes municipales. A menos que PRI y PAN terminen aliándose a favor de Josefina Vázquez Mota, ganará la morenista Delfina Gómez Álvarez.