Prosa aprisa
El gesto del licenciado Alemán
Arturo Reyes Isidoro
¡Vaya estatura del exgobernador Miguel Alemán Velasco! No sólo accedió a reunirse con el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, sino que, además, aportó cuatro millones de pesos para la realización de la Cumbre Tajín 2017, de la cual él fue su creador durante su gobierno.
Resalto el hecho porque en el pasado el panista no fue precisamente nada amistoso con el licenciado Alemán, pero el encuentro que tuvieron, según lo confirmó Yunes ayer, demuestra la madurez y el amor por Veracruz que tiene el exmandatario, de gratos recuerdos.
No deja de llamar la atención que la reunión, que se habría dado el martes, ocurrió cuando ya estaba en prisión el también exgobernador Flavino Ríos Alvarado, hombre cercanísimo a Alemán Velasco, infaltable a las comidas que ofrece con regularidad a quienes fueron sus colaboradores en el Gobierno del Estado.
¿Sólo de la Cumbre Tajín hablaron? ¿Acaso le pidió Miguel Ángel su apoyo para que invierta en el Estado y ayude a reactivar la economía de Veracruz y a crear empleos? ¿Le solicitó que lo ayudara ante el Gobierno federal y el PRI nacional a destrabar su petición para que le aprobaran la reestructuración de la deuda pública en el Congreso local? ¿Le ofreció que habrá un proceso limpio contra Flavino y que si no se le comprueba nada saldrá libre mañana sábado?
Yunes dijo ayer en el puerto de Veracruz que ojalá y tuviera su dinero porque ya habría resuelto el problema que vive el Estado. No dejó de calificarlo como “un buen veracruzano”.
La noticia me habla de que Yunes Linares ha cambiado o está cambiando, que está dispuesto al encuentro y al diálogo, pero, sobre todo, me confirma la generosidad y el buen hombre que es el licenciado Alemán, de quien me honro haber sido un cercano colaborador.
Asomos de verdadera democracia
Siendo tan valiosa, excesívamente valiosa por el momento crítico que vive el Estado en materia de finanzas, la aprobación que se dará, por fin, este viernes, de la petición del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares para que se le autorice reestructurar la deuda pública, hay algo todavía mejor: el triunfo de la democracia.
De siempre se vino diciendo que vivíamos en Veracruz y en México en un estado democrático. Lo decían, claro está, los priistas en el gobierno, que controlaron por 86 años, en el caso del Estado. Era, obviamente, una democracia al estilo del PRI, dirigida, reflejo de La presidencia imperial, como la calificó Enrique Krauze, una democracia a modo y conveniencia de los tricolores.
Ese remedo de democracia se vivía a plenitud todavía el año pasado bajo el gobierno de Javier Duarte, donde se hacía lo que éste quería y ordenaba con la complicidad de los diputados de su partido, serviles, abyectos, a quienes les importaba más el jugoso beneficio económico que obtenían a cambio que el bienestar del pueblo, de sus representados.
Producto de esa práctica es la crisis que estuvo a punto de estallar y causarle al Estado un daño irreparable, ya que el gobierno de la alternancia se encontró con una administración sin fondos, con una pesada deuda pública, además de muchos compromisos por saldar. Le urgían –le urgen–, por lo tanto, recursos para poder operar y hacer frente a las obligaciones más urgentes que atender.
El titular del Ejecutivo solicitó a la Legislatura autorización para reestructurar la deuda y sacar algún beneficio que le redituara fondos, pero se topó con la oposición de la oposición, que le exigió una explicación suficiente y a detalle de la operación que se propone, incluyendo montos, destinos y plazos y no generalidades o ambigüedades.
El miércoles, cuando se rechazó una vez más la petición, el peor panorama económico se vislumbró para el Estado, y la inquietud y la zozobra invadió a todos los veracruzanos, porque equivalía a acabar de paralizar la vida económica ya de por sí seriamente dañada por el saqueo de recursos que hizo el gobierno de Javier Duarte.
Y cuando nadie esperaba que el problema se destrabara, al menos no en el corto plazo, casi 24 horas después del rechazo, de pronto ayer el coordinador de la bancada del PRI, Juan Nicolás Callejas Roldán, empezó a llamar por teléfono a los suyos para indicarles que acudieran al Congreso con la clara indicación de que reconsiderarían su postura en contra y le darían a Yunes Linares el tan ansiado sí.
Pero, por la férrea oposición de los diputados de Morena, sumados los votos del PAN, del PRD, de los independientes y del PRI, les hacían falta otros, los de los llamados “mixtos” (un batidillo de varios partidos), del grupo Juntos por Veracruz (JPV), quienes consideraron que la reconsideración de la postura del gobernador todavía no satisfacía su demanda de que se dijera cuánto, para qué y en qué tiempo, con números y objetivos precisos y con fechas muy claras en el calendario.
Por momentos, el panorama se volvió a tornar sombrío, pero finalmente la negociación y el entendimiento se impusieron, privó la razón, se satisfacieron las exigencias y hoy, si ya no surge algún otro inconveniente, se votará a favor de la petición del gobernador Yunes Linares.
Tratar de considerar quién gana o quién pierde, quién se impuso y quién se tuvo que replegar, a mi juicio es intrascendente y pasa a segundo término. Al final creo que ganamos todos, pero vuelvo a mi planteamiento inicial: ganó la democracia, eso es lo verdaderamente importante y trascendente; hemos entrado, por fin, a una práctica verdaderamente democrática, donde ya no se impuso la voluntad de un solo hombre, sino que la aprobación que se dará hoy será producto del consenso y la consideración de todos los puntos de vista.
Tiene que valorarse, por una parte, que el gobernador Yunes haya escuchado las razones de JPV y haya entendido la conveniencia de ser lo más claro posible en su petición (envió ayer por la tarde al Congreso a los Secretarios de Gobierno y de Finanzas a dar explicaciones a los rebeldes, quienes luego se pasaron con los del PRI), que haya atendido a los miles de veracruzanos que hablaron a través de esos diputados, pero también tiene que reconocerse que éstos hayan actuado, ¡albricias!, con toda su responsabilidad, por fin con toda responsabilidad y en atención a los intereses de sus representados, esto es, de todos los veracruzanos.
Es alentador lo ocurrido, así sea apenas un asomo de lo que es una práctica verdaderamente democrática. Ahora hemos podido ver y comprobar plenamente la conveniencia de los equilibrios entre los poderes, de los contrapesos, que no existían.
Seguramente no faltará quién diga que la diputación priista dobló las manos porque así se lo ordenaron de la Ciudad de México. Los usos y prácticas de la política en México hacen pensar seriamente que así fue. Con todo y eso, los propios diputados tuvieron ya una prueba del peso de su voto y de lo que pueden ser capaces si lo ejercen con independencia, sin someterse a alguien y pensando en quienes les dieron su voto y los han llevado a donde están.
Quiero verlo todo como un cambio al que está empujando la sociedad, que dividió su voto en la pasada elección y con ello acabó con la hegemonía de un solo partido; hoy hay verdadera pluralidad en el Congreso local donde se refleja más el mosaico de la diversidad que es nuestro Estado.
Ya hubo alternancia en el Gobierno; ya hay verdadera independencia y oposición en el Congreso. Cierto, se están dando los primeros pasos, pero es alentador que esto esté pasando en Veracruz. Ahora hay que persistir y hay que consolidar lo que se ha iniciado. Nunca más debemos volver a las prácticas y los vicios que se empiezan a superar.
Pero la tarea no acaba hoy cuando se vote a favor de la petición. Ahora será necesaria la vigilancia ciudadana y la periodística, para alertar y denunciar cualquier desvío o incumplimiento de lo que se apruebe.
Confirmado: Montano será el candidato del PRI
Será mañana sábado cuando una convención municipal de priistas designe como el candidato tricolor a la presidencia municipal de Xalapa a Alejandro Montano Guzmán, exSecretario de Seguridad Pública, exdirigente estatal de la CNOP y exdiputado federal. La convención será a las 10:30 en el salón Onix. Habrá que esperar ahora la reacción de otros aspirantes, que si se van de su partido inconformes pueden socavar más al tricolor que como nunca tiene los pronósticos en contra en la capital del Estado.