Érika Rodríguez/ Agencia Informativa Conacyt/ Zacatecas, Zacatecas.- Cuando era niño, una de sus grandes diversiones era construir con legos; le regalaban kits con tanques o carros pequeños hechos con legos u otro tipo de juguetes, pero a él le gustaba desarmarlos y generar sus propias creaciones. José María Celaya Padilla, desde muy pequeño, decía que quería ser inventor; hoy es catedrático Conacyt adscrito a la Unidad Académica de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAIE UAZ) y su actividad profesional se centra en el desarrollo de automóviles inteligentes.
“Me encantaba desarmar mis juguetes y averiguar de qué estaban hechos, para luego articularlos nuevamente. A partir de esto, me fue surgiendo el interés por las ingenierías y las matemáticas, para averiguar por qué sucedían las cosas. Durante el bachillerato entré a la orientación de físico-matemático, para acceder a una carrera que me permitiera una especialización en este rubro. Finalmente estudié ingeniería en computación en la UAZ”, narró José María Celaya.
Al finalizar la carrera, ingresó a trabajar en la industria privada, en donde desarrollaba aplicaciones para el sector financiero en México; sin embargo, esta actividad no le satisfizo del todo, pues a pesar de que utilizaba su creatividad para desarrollar los programas que le solicitaban, se sentía limitado en cuanto a su creatividad y a lo que más le llamaba la atención, que era la creación de objetos desde cero.
“Entonces ingresé a la maestría en ciencias de la ingeniería, con orientación en procesamiento digital de señales, también de la UAZ. Durante este proceso me dediqué a resolver problemas de visión computacional y esto me sirvió como base para entender que se pueden hacer muchas más cosas con las computadoras. Después entré al doctorado, en donde hice algo similar a la maestría, pero ahora enfocado en resolver un problema de salud en México, que es el cáncer de mama”.
José María Celaya cursó el doctorado en tecnologías de la información y comunicaciones (TIC), con especialidad en inteligencia artificial (IA) y bioinformática, en el Tec de Monterrey, campus Monterrey. El enfoque de su proyecto fue utilizar las mamografías que se toman las mujeres después de sus 40 años y tratar de detectar cáncer de mama en etapas muy tempranas.
“El cáncer de mama está entre las primeras causas de muerte en México, en donde lamentablemente menos de 10 por ciento se detecta en etapas tempranas y 47 por ciento suele detectarse hasta etapas muy avanzadas. Lo que nosotros hicimos fue un sistema que detecta este tipo de cáncer en las primeras etapas, con algoritmos de inteligencia artificial, que concluí a finales de 2015”.
Esta investigación dio como resultado un artículo científico titulado Bilateral Image Subtraction and Multivariate Models for the Automated Triaging of Screening Mammograms, publicado en la revista BioMed Research International, en su edición de junio 2015.
En 2016 ingresó como catedrático Conacyt a la UAZ, para impulsar el crecimiento del sector automotriz en México, en donde junto con sus compañeros actualmente conforma el Centro de Investigación e Innovación Automotriz de México (CIIAM) de la UAZ.
“Sabemos que México es uno de los principales países que aportan al área automotriz; sin embargo, es exclusivamente de manufactura, lo que significa que todo lo relacionado con la creación de nuevas tecnologías es un área de oportunidad muy grande que tenemos, pues se desarrolla en menores cantidades. Además, hemos notado que muchos se enfocan en la integración de tecnología exterior, por ejemplo, que los autos se conduzcan solos; nosotros lo que buscamos es integrar aplicaciones de inteligencia artificial para hacer más práctico el uso del vehículo y ofrecer nuevas experiencias al usuario”.
Entre los proyectos actuales del CIIAM, se encuentra el desarrollo de un sistema de conducción autónoma; otro de seguridad, que se activa cuando el conductor se ha distraído o va viendo su celular o si llegara a presentar aliento alcohólico (detectable por medio del aire acondicionado); otro proyecto de rutas inteligentes, y un último de interfaces infotainment.
“En mi carrera académica, profesional y docente, suelo tener presente la historia de Thomas Alva Edison, quien hizo importantes inventos después de más de mil pasos, como el foco. De esto he aprendido que necesitamos ser constantes y no tenerle miedo al fracaso, porque de cada experiencia aprendemos cómo no hacer algo y de ahí parte el cómo debemos llevarlo a cabo. Esta ha sido una de mis mayores motivaciones”, finalizó.
Génesis Gatica Porcayo/ Agencia Informativa Conacyt/ Ciudad de México.- A través de tecnologías mecanocuánticas, en la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa (UAM-I), diseñan teóricamente compuestos derivados de la feniletilamina con propiedades antioxidantes para el tratamiento de Parkinson y Alzheimer.
El trabajo es encabezado por la doctora Adriana Pérez González, investigadora del programa Cátedras Conacyt comisionada a la UAM Iztapalapa, quien usó como referencia la teoría de funcionales de la densidad para obtener antioxidantes que inhiban la enzima monoaminooxidasa (MAO), la cual metaboliza una neurotoxina que provoca la muerte neuronal.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la especialista explicó la importancia de este avance en los estudios de enfermedades neurodegenerativas, el cual ha sido acreedor a la beca para Mujeres en la Ciencia de L'Oréal, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Antioxidantes vs. neurodegeneración
Propiamente dicho, el proyecto recibe el nombre de Diseño computacional de antioxidantes de la feniletilamina con posible actividad como neuroprotectores en el tratamiento de Parkinson y Alzheimer y profundiza en el conocimiento del estrés oxidativo para contribuir al tratamiento de estas y otras enfermedades neuro y crónico degenerativas.
“Para lograr este trabajo recurrimos a metodologías mecanocuánticas para conseguir las estructuras con mejores energías electrónicas y así determinar sus posibles reacciones con radicales libres”.
Iniciaron con la feniletilamina porque trata de un sustrato selectivo de la monoaminooxidasa, flavoproteína integral de la membrana mitocondrial y de las células neuronales que metaboliza neurotransmisores como la serotonina, noradrenalina o dopamina.
De acuerdo con la investigadora, se ha visto que la monoaminooxidasa puede metabolizar una neurotoxina conocida como MPTP, la cual es capaz de acumularse en las neuronas por el transporte de la dopamina y provocar la muerte neuronal.
“A partir de la experiencia de nuestro trabajo con compuestos químicos que se comportan como antioxidantes, surgió la idea de hacerlo con aquellos que puedan inhibir el estrés oxidativo y por lo tanto el Alzheimer y enfermedad de Parkinson”, explicó.
Con este antecedente, Adriana Pérez propuso obtener derivados o moléculas a partir de la feniletilamina que sean capaces de inhibir dicha enzima —monoaminooxidasa—, además de comportarse como antioxidantes primarios o secundarios.
¿Por qué feniletilamina para combatir el estrés oxidativo?
De acuerdo con la especialista, este proyecto profundiza en el conocimiento del estrés oxidativo y estas estrategias planteadas son viables para ayudar a contrarrestarlo y por lo tanto combatir eficientemente enfermedades como arteriosclerosis múltiple, artritis, diabetes, cardiopatías, diversos tipos de cáncer, además de las enfermedades neurodegenerativas.
“El estrés oxidativo ocurre principalmente por el desequilibrio existente entre la capacidad del organismo para reparar daños y los llamados radicales libres, los cuales aumentan sus concentraciones en el organismo por contaminación, tabaquismo, radiación ultravioleta, infecciones y otros factores”.
Así, Adriana Pérez y su equipo de trabajo pensaron en la feniletilamina porque se trata de un neuroprotector biosintetizado que tiene efectos benéficos para combatir este tipo de males.
Durante el desarrollo de esta investigación, las reacciones de estos compuestos elaborados se analizan termodinámica y cinéticamente con los radicales libres y se cuantifica su eficiencia como depuradores de esas especies.
El futuro del trabajo en el tema está en realizar la síntesis de los derivados de la feniletilamina y posteriormente realizar las pruebas in vivo e in vitro necesarias para el desarrollo de un fármaco listo para su comercialización, lo que involucra una perspectiva más amplia de la investigación planteada.
“Con la obtención de esta beca lograría un avance significativo en la investigación que desarrollo, mi experiencia ha sido muy buena y los resultados obtenidos fortalecen nuestra metodología, en la cual podemos confiar para seguir dando buenos resultados”.
Veracruz, Ver.- Las nuevas tecnologías y el uso intensivo de dispositivos inteligentes es una realidad que no se puede ignorar, pero su empleo desmedido puede derivar en una serie de adicciones, principalmente entre los jóvenes.
La psiquiatra Julissa del Rosario Ibáñez Ruelas del Hospital General de Zona (HGZ) Nº 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), afirmó que el uso excesivo de las nuevas tecnologías provoca ansiedad, adicción y desmemoria.
Dijo que retrasar el uso del celular en los adolescentes puede contribuir a que los padres prevengan situaciones conflictivas a futuro, sobre todo porque el uso constante de dispositivos electrónicos genera dependencia, la cual puede ocasionar disminución en el rendimiento de tareas escolares o laborales tratándose de personas adultas.
“Hay una constante al presentar manifestaciones adictivas, cuanto más temprano les dan los papás el celular, la adicción es mayor y aumenta el aislamiento familiar”.
Comentó que de los 13 a los 22 años de edad, es la etapa en que se desarrolla una mayor adicción al uso de los aparatos, en donde también pueden influir factores como una baja autoestima y la necesidad de aceptación.
Lo anterior puede repercutir no sólo en las relaciones sociales del individuo, sino también en su desempeño, como el ámbito laboral, “no se van a cumplir al cien por ciento las obligaciones laborales, mientras se hagan ambas acciones simultaneas”.
Tener aparatos eléctricos encendidos “cuando no es necesario hacerlo, así como dormir con el celular a un lado, puede contribuir a incrementar estados ansiosos, toda vez que por dichos artefactos el cerebro no descansa” y por último, recomendó desactivar los servicios de Internet inalámbrico mientras no se utilicen, advirtió la especialista.
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