Veracruz, Ver.- El H. Ayuntamiento de Veracruz informa que este martes, el Presidente Municipal, Ramón Poo Gil tomó protesta al licenciado Gerardo Carranza Rendón, como Director de Servicios Públicos Municipales, cargo que hasta hoy desempeñaba de manera eficaz y eficiente la licenciada Fabiola Balmori Durazzo, quien por motivos personales deja la dirección antes mencionada.
Gerardo Carranza es licenciado en Contaduría, por la Universidad Veracruzana y tiene una maestría en Ingeniería Administrativa por el Instituto de Estudios Universitarios.
Durante la presente administración se ha desempeñado como Jefe de Atención Ciudadana en la Subdirección de Limpia Pública, Jefe Operativo de la Subdirección de Parques y Jardines y Mantenimiento Urbano; así como Coordinador Operativo de la Dirección de Servicios Públicos Municipales. Durante su carrera laboral en empresas privadas ha fungido como Jefe de Contabilidad, Auxiliar de Cuentas y Encargado de Control de Ingresos.
El munícipe porteño exhortó al nuevo titular de la Dirección de Servicios Públicos Municipales, a desempeñar el cargo con eficacia, honestidad y valor, en beneficio del bienestar de los ciudadanos y por el desarrollo de Un Solo Veracruz.
Prosa aprisa
La muerte en Veracruz en el Día de muertos
Arturo Reyes Isidoro
www.referente.com.mx
Once meses cumplió ayer la administración panista al frente del Gobierno del Estado. El inicio del último mes del primer año de gestión coincide con el Día de Muertos. Qué ironía.
Este año, en el Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos, Veracruz llega, como nunca antes en su historia, convertido no sólo en un cementerio clandestino de grandes proporciones sino también con un río de sangre y una montaña de muertos.
La inseguridad y la violencia a causa de la delincuencia organizada, en mayor medida, aunque también de la delincuencia común, no conocen límites, están fuera del control de las autoridades que se muestran totalmente rebasadas y no se ve para cuándo puedan ser contenidas, ya no eliminadas.
Impotentes, los veracruzanos vemos cómo Veracruz está convertido en nota roja, ya que el hecho sangriento es el tema diario que domina en la prensa de todas las regiones del Estado, porque muchos casos ocurren a la vista de todos, por más que busquen ocultar una gran cantidad tratando de evitar que se conozcan, con toda su crudeza, los altos índices, según el comentario que ronda entre los propios mandos policiacos.
A treinta días de que se cumpla el primer año de gobierno panista, no puede evitarse que se diga que ni se cumplió con el plazo que se autoimpuso de seis meses para resolver el problema, ni el anuncio de que vendría un militar de alto rango a hacerse cargo de la seguridad, se suponía que todo un experto como lo ameritaba la circunstancia que se vive en el Estado.
Se pidió oficialmente y vinieron todas las policías que se solicitaron con las que se suponía que se acabaría el problema pero la situación se mantiene latente, incluso en incremento en algunos tipos de delitos; tampoco han servido para mucho las conferencias de prensa dominicales ni la compra de cámaras de vigilancia que sólo tendrán un efecto preventivo, ni los desplazamientos de las autoridades por todo el estado para hacer anuncios y más anuncios ni que el titular del ramo sea enviado a algunas ciudades quién sabe para qué.
El de este año será un Día de Muertos singular en Veracruz y el incremento de la asistencia a los panteones será proporcional a la ineficacia y al fracaso de la política de seguridad en Veracruz. Ahora se ha dicho que se solicitarán más recursos al Gobierno Federal para atacar el problema. Que se sepa, no han faltado para poder enfrentarlo, ni los apoyos tampoco, pero el dolor, la angustia, la desesperación y el llanto continúan en muchos hogares veracruzanos.
La circunstancia que se vive en Veracruz hace diferente la celebración de las fechas este año porque, por ejemplo, este 1 de noviembre, que en la tradición popular está dedicado a los niños difuntos, por primera vez se llorará a inocentes que murieron por las balas de la delincuencia, no por algún tipo de padecimiento. Jugaban en sus propios hogares y hasta ahí llegaron para ultimarlos.
Tanto o más doloroso que eso, muchas familias ni siquiera saben dónde están sus seres queridos, los restos de sus desaparecidos si es que ya no existen, y dentro de la angustia y la desgracia en las que viven, al menos quisieran darles cristiana sepultura, lo que tal vez en algo los reconfortaría. Seguramente quisieran despedirlos y desearles que descansen en paz.
En su artículo semanal del pasado domingo, el presbítero José Manuel Suazo Reyes, vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, escribió oportunamente: “Una vez que se terminan los días de nuestra morada terrena, se nos entrega una morada eterna; de esta manera, al momento de la muerte se nos abre la puerta para la vida definitiva. Lo maravilloso que nos enseña la fe, es que en esa puerta nos espera Dios con los brazos abiertos para introducirnos en la patria eterna donde ya no habrá llanto, ni luto, ni dolor”.
Todos los creyentes quisiéramos para los nuestros y para nosotros mismos llegar a esa morada eterna, despedidos por nuestros familiares, por quienes sienten amor por uno, y por eso no es aceptable que hasta en la muerte esto no sea posible para muchos porque por falta de garantías un día cualquiera desaparecieron víctimas de la delincuencia y de la ineficacia de las autoridades para darles seguridad y protegerlos.
En este mismo articulo dominical, el padre Suazo Reyes señaló: “En este Día de Muertos, recordamos a todos nuestros difuntos, de manera especial a todas las víctimas de la violencia presente en nuestro País. La sombra de la muerte ha hecho estragos en las familias mexicanas, ha traído luto y dolor en los hogares, ha sembrado desconfianza en las personas y en las instituciones. La violencia ha cobrado muchas víctimas y no podemos acostumbrarnos a ello”.
Claro que no. Y por eso mismo, aunque moleste o no guste al gobierno, no puede dejar de reconocerse y de señalarse lo que está pasando. No es que se quiera magnificar o destacar lo negativo que esto significa ni que se pretenda dañar la imagen de Veracruz, sino que es una forma de no caer en la complacencia, en la aceptación fatal y en el conformismo de que ni modo, no se puede hacer nada. Es una forma de mantener vigente el reclamo de que se están esperando los resultados que se prometieron y que nos devolverían la paz, la tranquilidad y la seguridad.
¿Cómo puede una madre confiar en las autoridades y en las instituciones si no le devuelven a su hijo con vida ni la ayudan a encontrarlo, como esté?, ¿cómo puede confiar en esas autoridades y en esas instituciones que tenían la obligación de cuidarlo y de protegerlo y no lo hicieron? Sólo hay que ponerse en su lugar para entender que al menos debe darle esperanza saber que los medios, que la prensa no echa en el olvido su caso, su angustia, su dolor, y que informa y registra todos los días también los casos de otras víctimas para que tampoco queden o caigan en el olvido.
A las familias, a las madres de los desaparecidos, hombres y mujeres (conozco a muchos angustiados veracruzanos), les sigo expresando mi solidaridad y reitero mi exigencia de que los encuentren y de que en cada caso se haga justicia.
Sería injusto no reconocer que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares hace su mayor esfuerzo por combatir el problema, pero tampoco se puede ignorar que su política de seguridad pública no ha dado los resultados que se esperaban, por no decir que ha fracasado: los hechos hablan por sí solos.
Los panteones establecidos y los clandestinos en Veracruz no pueden seguir llenándose de cadáveres en forma desmesurada. El estado no puede seguir teniendo Día de Muertos todos los días. Algo más se tiene que hacer para evitarlo. Las autoridades tienen la palabra. Los veracruzanos esperan. Y la prensa no puede dejar de seguir informando, que no hacerlo sería faltar a su deber, a su compromiso con sus lectores, que es decir con la sociedad. La esencia del periodismo es el servicio público, no la complacencia del poder político.
En catorce días más el Gobernador habrá de entregar o de rendir su primer y penúltimo informe de gobierno. Todos los veracruzanos esperamos con interés los anuncios que habrá de hacer en materia de seguridad. Queremos que le vaya bien en ese rubro por el bien de Veracruz y de los veracruzanos. Ojalá y lo que diga esté a la altura de la expectativa con la que se espera su mensaje.
Lectores, mañana no habrá columna. Nos encontramos el próximo viernes.
Verba brava
MUERTOS BIEN VIVOS
Por Antonio Trujillo y Perdomo
Estamos ciertos que en México existe la absoluta libertad para que cualquiera que lo desee practique el culto religioso o sectario que le plazca, como los tamalitos de la ofrenda a los muertos, de chile, dulce y manteca, no hay fijón si les gusta el Budismo, el Brahamanismo, el Induismo, el Catolicismo, el Protestantismo con sus veintenas de ramificaciones, y los cientos o miles de religiones que gusta de tener y creer la raza humana en todo el planeta y desde tiempos inmemoriales, ¡cada quien su rollo! Neta que no hay bronca raza.
La visión respecto de la espiritualidad de la Constitución Mexicana es abierta en ese sentido, no nos impone a los mexicanos que por fuerza tengamos que practicar determinado culto, y no hay que pedir permiso tampoco a nadie para creer lo que queramos, así sea en ángeles alienígenas o en anunakis que beben oro líquido, chale, ¡aunque usted, no lo crea!, hay quienes sí lo creen y pos cada quien sus alucines, no hay pedal, mientras estén quieticos y no hagan daño a los demás pos que se entretengan para que no armen guerrillas y sigan siendo subordinados del consumismo internacional, neta.
Pero de eso a que algunos batos rolleros que se erijen cual pastores de ovejas descarriadas, que se enojen y se encabriten porque millones de mexicanos celebramos el ancestral Día de Muertos, ¡pos eso ya calienta!, neta y hay que pararlos a como dé lugar, pus qué se creen. Bueno, se sienten los dueños de sus dioses y allá se lo aigan, que se sigan sintiendo; pero que no atenten contra una costumbre mexicana tan viva y que goza de cabal salud como la Celebración del Día de Muertos.
Bueno llegan hasta a exigir que la Secretaría de Educación Pública prohíba las celebraciones escolares de muertos siendo que es parte de la cultura educacional de los mexicanos, o como quien dice esos “líderes” religiosos mandan al diablo las instituciones, ¡sí chucha cómo no! ¿y tus calzonsotes?.
Hay sectas y religiones fanatizantes –todas digo yo- que sus enseñanzas y libros sagrados les prohíben recibir transfusiones sanguíneas, aunque se los esté llevando patas de catre; no les dan chance de hacer megapachangones hasta la amanezca, aunque a escondidas y en otros lugares se destrampen en una noche loca; que no les permite tirarse un trago –aunque si a las hermanas-; que se la pasan criticando al negocio de enfrente porque tienen en adoración figuritas; que fingen ser comesantos y en realidad son cagadiablos; son son son…
Esos émulos de Charles Manson Región IV deben saber que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, en el año 2008 reconoció que el mexicanísimo Día de muertos –mesoamericanísimo, diría yo- ya pertenece al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por ser de una riqueza cultural tan inmensa que merece ser conocida a nivel internacional y preservada hasta el fin de los tiempos, tan tan.
Luego entonces doctos e inteligentes consideraron que la idiosincrasia y cosmogonía de los naturales de América es respetable y de profundidad humana, manifestada en el recuerdo y culto a sus muertos ¿por qué jijudiuncarajo mesías, abatares y ayatolas autóctonos piden a la autoridad de Educación que se elimine de esas actividades escolares a sus hijos o hermanos menores en edad escolar? ¡Por dios santísimo!, líbranos de todo mal, coño joder.
Lo que no deja de ser cierto es que, neta, la Iniciativa de Ley que metió la carnala Senadora del Chapito, o sea Chayito Guzmán Avilés es chida y de buena onda; que el Día de Muertos sea declarado Fiesta Nacional, porque esa costumbre indígena de respeto, amor y recuerdo por quienes ya no están en el mundo material fortalece la cultura y las tradiciones nacionales.
Felicitación también a los otros 20 legisladores que respaldaron la Iniciativa de Chayito, -chayito, chayito huumm…me suena- para que pasara a comisiones unidas de Cultura y Estudios Legislativos la destacen y posterior la pasen al Pleno para que si así fuere se apruebe y ya los legisladores del Congreso de la Unión también tiren güeva en otro puentote de Fiesta Nacional; ¡viva el Día de Muertos!. Parte de lo bueno es que la Iniciativa promueve el nacionalismo y el fortalecimiento de las tradiciones mexicanas..iiii ñoooorrr.
Y pa´los que les venga el saco, tírenle oclayo al texto atribuido a Pierre Teilhard de Chardin 1881-1955. Teólogo, Filósofo y Paleontólogo, una visión integrada de la ciencia y la mística.
La religión no es solo una, hay CIENTOS; la espiritualidad es UNA. La religión es para los que duermen; la espiritualidad es para los que están despiertos. La religión es para aquellos que necesitan que alguien les diga qué hacer y quieren ser guiados; la espiritualidad es para aquellos que presten atención a su voz interior. La religión es un conjunto de reglas dogmáticas; la espiritualidad invita a razonar sobre todo a cuestionar todo. La religión amenaza y asusta; la espiritualidad da paz interior. La religión habla de pecado y de culpa; la espiritualidad dice, “aprende del error”. La religión reprime todo y en algunos casos es falsa; la espiritualidad trasciende todo, y ¡te acerca a tu verdad!. La religión inventa; la espiritualidad encuentra. La religión no tolera ninguna pregunta; la espiritualidad cuestiona todo. La religión es humana es una organización con reglas de hombres; la espiritualidad es Divina, sin reglas humanas. La religión es causa de divisiones; la espiritualidad une. La religión se alimenta del miedo; la espiritualidad se alimenta de la confianza y de la fe. La religión vive en el Pensamiento; la espiritualidad vive en la Conciencia. La religión se ocupa con el hacer; la espiritualidad tiene que ver con el ser. La religión alimenta el ego; la espiritualidad impulsa a trascender. La religión nos hace renunciar al mundo para seguir a un dios; la espiritualidad nos hace vivir en Dios, sin renunciar a nosotros. La religión es un culto; la espiritualidad es la meditación. La religión nos llena de sueños de gloria en el paraíso; la espiritualidad nos hace vivir la gloria y el paraíso aquí y ahora. La religión vive en el pasado y en el futuro; la espiritualidad vive en el presente. La religión crea claustros en nuestra memoria; la espiritualidad libera nuestra conciencia. La religión nos hace creer en la vida eterna; la espiritualidad nos hace conscientes de la Vida Eterna. La religión promete vida después de la muerte; la espiritualidad es encontrar a Dios en nuestro interior durante la vida y la muerte. Las personas religiosas tienen miedo de ir al infierno; las personas espirituales “no quieren regresar a él” …..asuuuuu tú, ya ni la rezongas…saluditos mi Tapir, no me odies por ser indito, juar juar juar.
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