Verba brava.
ORACION JAROCHA
Por Antonio Trujillo y Perdomo
La Noche Buena es un símbolo internacional, no mundial, para quienes profesan cristiandad en cualquiera de sus ramificaciones; celebra la paz, tranquilidad regocijo buena estrella salud y armonía.
Ninguno de los valores que posee este acontecimiento los tendrán la familia Duarte-Tubilla y demás parentela en ambas direcciones, no la volverán a tener durante varias generaciones y quizá nunca se olvide en la historia futura de los veracruzanos la más catastrófica administración pública (sólo empatada con la Fidel Herrera) la más deshonesta, cínica y ladrona.
Aunque también compartirán el ingrato recuerdo muchos legisladores locales de la 62 y 63 Legislatura del Estado. Sin olvidar a los componentes de sus gabinetes con ampliaciones. Toda una vida de vergüenza y descendencia maldecida. Sí, maldecida. Algunas excepciones existen.
La noche del 24 de Diciembre de 2016, las familias de Javier, de Karime y de los demás mencionados serán de las más repudiadas, negadas y maldecidas por millones de personas por el irreparable daño que causaron en la vida de Veracruz.
Considero que a los verdaderos cristianos les será difícil otorgar perdón y pedir por el bienestar de esas familias de depredadores, criminales de lesa humanidad, verdaderos engendros del drenaje más pútrido del averno.
Es un pensamiento auténtico y verdadero de las víctimas veracruzanas, canalizado y avalado por mí, contra una familia de orates frenéticos de poder enfermos de ambición y ahogados en un mar de inmoralidad provista desde la educación de sus padres, porque la educación se mama.
Cientos de trabajadores de gobierno cuyos servicios ya no serán requeridos para 2017 lucen el estigma que los ladrones fieles y prósperos les impusieron, aunque la mayoría de esos empleados despedidos no sean culpables de cosa alguna, simplemente por haber pertenecido como empleados de confianza en por lo menos dos gobiernos priistas corruptos y podridos, de mala entraña como Juanito alimaña.
A partir de esta noche navideña de 2016 debiera instaurarse en Veracruz la “Maldición jarocha” contra los Duarte-Tubilla, en contraste del venerado “Lamento jarocho” de Lara.
Y así preservar el recuerdo negativo de la forma más ignominiosa nunca conocida de robar, burlarse, agredir, matar, lastimar, vilipendiar, de un par de canallas jijueputas capaces de robar medicamento a un enfermo, quitar créditos para campesinos, agarrarse becas de estudiantes, agandallarse dinero para pago de facturas a proveedores, mamarse la leche Liconsa destinada a niños pobres, dar agua azucarada a enfermos de cáncer y seropositivos, comandar grupos de secuestradores, narcotraficantes y asesinos y cuentan, hasta pagar lujos y comodidades al esposo del hermano incómodo, al actorcete bonito y al caballerango en turno.
El grado de gobernante imbécil mostrado por Duarte no tiene simil en México, como no lo tiene la maldad de Fidel Herrera su manipulador, otro enfermo mental a quien también le llegarán las maldiciones por los siglos de los siglos…y ambos gobernadores priistas, del mismo partido político del presidente Peña Nieto.
No me odien por ser feíto, solamente soy el portavoz del sentimiento de millones de paisanos que no tienen un canal de comunicación para exponer lo redactado por mi, en esta Navidad. Noooocheeee dee paaaaaaaaazzzzzzz.
¡ AAAAggghhhhhh!, pero ¿qué rechingaos me pasó? creo se me metió el inchi demonio de la antinavidá y ya ando desvariando, no me crean, es que ando pasadón de tueste porque me excedí con un chanchomón de colita de borreegoooooo….aaaabrrooooooonnnnn. ¡Entre tantos peeeerros gringos, peeeerrros gringos
Guijarro: Que la cena de Nochebuena de la familia Duarte-Tubilla sea bendecida por el Creador Universal, sólo Él puede perdonarlo. ¿Lo hará? ¿Tendrá noche de paz interior? Los niños, víctimas inocentes. Pobres.