Claudia Peralta Vázquez/Xalapa, Ver.- En términos pedagógicos, la propuesta de la Secretaría de Educación Pública (SEP) sobre el nuevo Modelo Educativo no representa alguna novedad, puntualizó Miguel Ángel Casillas Alvarado, del Programa de Investigación e Innovación en Educación Superior (PIIES) de la Universidad Veracruzana (UV).
Esto, al reflexionar en torno a las apreciaciones de especialistas, académicos e investigadores que participaron en el Foro “El Modelo Educativo 2016 y la estructura curricular de la educación obligatoria vista desde la universidad”, celebrado los días 20 y 21 de septiembre en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI).
“Todos coincidimos en la necesidad de la reforma, de revisar y actualizar y mejorar el modelo educativo del país”, dijo durante este espacio de análisis y discusión al que asistieron también estudiantes de diversos programas educativos (PE).
Manifestó que durante estos dos días la propuesta curricular fue objeto de muchas observaciones específicas, toda vez que no tiene un diagnóstico sobre quiénes son y en qué condiciones de aprendizaje están los niños y los docentes.
“Si no se ubican los problemas no se sabe qué hacer, qué cambiar y mejorar.”
Se hizo evidente que falta un diagnóstico sobre la situación actual de las escuelas, no hay un balance de las reformas anteriores y en el documento no se fundamenta por qué se eliminan y cambian contenidos y materias, se recortan o amplían las horas de algunas asignaturas.
El investigador universitario dijo que con base en el nuevo Modelo Educativo se señalaron fundamentos anticuados que no retoman los avances actuales de las ciencias.
“Hay ausencias graves como la educación física, sexual y artística, tampoco hay reconocimiento de los diversos contextos sociales y geográficos que caracterizan a las comunidades y diferencian a las escuelas.”
Subrayó que no hay referencia a las teorías y paradigmas que orienten el cambio curricular, ni de los resultados de investigación que hacen imperativo el cambio, “son imprecisas o inexistentes las definiciones de este documento”.
Asimismo, Miguel Ángel Casillas expresó que es patente la ausencia de referencias y fuentes bibliográficas, se carece de definiciones precisas sobre conceptos clave, y hay exceso de contenidos que saturan el currículum.
“Se habló de contenidos imprecisos en materia de interculturalidad, valores, género, violencia, educación sexual, tecnologías de la información y comunicación (TIC).”
En este sentido, afirmó que no hay un uso provechoso de las TIC, pues el modelo exige maestros mejor preparados pero no hay calidad sobre lo que deberían saber de tecnologías.
Respecto a la autonomía curricular que propone el Modelo Educativo, agregó que es muy difícil de operar dado la desigualdad de recursos con los que cuentan las escuelas y las condiciones de los docentes.
Por otra parte, sostuvo que el documento es impreciso en el esquema de evaluación propuesto, al no considerar las necesidades, condiciones y recursos de la capacitación continua del magisterio; no plantea una estrategia para la renovación de los planes de estudio de las escuelas normales ni para las condiciones de trabajo de los docentes en las escuelas.
“El modelo considera al libro de texto como la fuente de información más importante y no se promueve la diversificación de fuentes y recursos de información.”
Por lo anterior, el maestro se ve desprotegido porque no hay materiales de apoyo.
En su intervención, Julio César Arango Chontal, profesor de Educación Primaria egresado de la Escuela Normal “Juan Enríquez” de la ciudad de Tlacotalpan, expuso los principales retos de las entidades federativas ante el Modelo Educativo 2016 y se refirió a la gestión del nuevo currículum.
Subrayó que es necesario avanzar hacia la definición de mecanismos evaluatorios que no sólo consideren al docente sino también a la institución, es decir, a aquella que tiene que ver con todos los factores que enfrentan las secretarías estatales.
La definición de contenidos regionales, tanto los que se den en el componente del Modelo Educativo denominado “Autonomía Curricular”, como los que hagan de manera formal las secretarías estatales, deben ser propuestas que vayan más allá de un determinado grado escolar y un determinado espacio curricular.
Con relación al rediseño de tutorías académicas, señaló que a nivel nacional “no puede hablarse de un éxito de esa estrategia debido a todas las dificultades técnicas que implica”.
Lo anterior lleva a una necesidad más amplia que implica el rediseño en la distribución de competencias normativas entre el ámbito federal y las entidades, dijo el Doctor en Derecho Público por la UV, quien ha desempeñado diversos cargos en la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV).
Planteó algunas de las preocupaciones en las secretarías estatales, ya que la actividad profesional y técnica del personal que labora permite el desarrollo de algunos procesos.
Expuso también la necesidad de brindar asistencia técnica especializada y acompañamiento a la escuela para impulsar su fortaleza organizacional y lograr que ejerciten su autonomía escolar.
“A esto se tienen que enfrentar las entidades federativas, ha habido esfuerzos pero se hace necesario que tengan estos equipos técnicos fortalecidos.”
También mencionó que la tutoría académica implica contar con docentes en servicio dispuestos a participar con los maestros de nuevo ingreso.