Yhadira Paredes/ Xalapa, Ver.- Este domingo, los nombres de Génesis, Octavio y Leobardo, tres de los jóvenes desaparecidos y asesinados en la zona de Veracruz-Boca del Río, fueron parte de la homilía del arzobispo de la Arquidiócesis de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, quien pidió por ellos y por la pronta resignacion de sus familias, además de que frene de una vez por todas la ola de violencia que se enfrenta.
Ante la feligresía católica lamentó que la violencia sea parte ahora de la realidad de los veracruzanos y que se haya incrementado en las últimas semanas.
“Leía los periodicos, 10 muertos el día de ayer , ya sabemos que son asaltos, secuestros, ajustes de cuentas, todo lo que ya conocemos”, comenta.
Destacó que luego de que se diera a conocer que los tres jóvenes estaban entre los restos localizados el viernes pasado en Camarón de Tejeda, se hiciera el pronunciamiento del Colectivo Solecito Veracruzano y la Universidad Veracruzana a través de la rectora Sara Ladrón Guevara.
“Estamos a favor de la vida en todas sus etapas y la etapa de la juventud es muy importante, así como la de la vejez y el vientre materno, aquí nos unimos todos a favor de la vida y pidiendo todos fe y pidiendo que esta ola de violencia ya se calme”.
Reyes Larios sostuvo que son ya muchos años y todo parece indicar que en las últimas semanas está más a “flor de piel”.
Por ello, el prelado católico retomó lo dicho por el obispo de Papantla, José Trinidad Zapata, para hacer el llamado a la oración por la paz, la cual viene con la justicia que es de lo que se está careciendo.
“Nuestras autoridades batallan mucho, pero realmente la violencia y la delincuencia estan tan fuerte que no es tan controlable. Ojalá también nosotros buscáramos la paz, ser prudentes, llevarnos mejor con los vecinos, cuidarnos unos a otros”.
Además aconsejó que los jóvenes dejen de ir a antros de noche o de madrugada, consumiendo bebidas adulteradas u otras cosas que pueden derivar a una tragedia como la que se está viviendo.
Finalmente, llamó a todos a seguir en la oración intensa, confiada y con fe para pedir a Dios que vaya moviendo los corazones de todas las personas poner orden, justicia y paz en la sociedad.