Yhadira Paredes / Xalapa, Ver.- La difícil situaciòn económica, la posibilidad de perder el empleo, hará que muchas personas en Veracruz tengan una navidad de desesperanza e incertidumbre de no contar con recursos para sus familias, lo que es preocupante, afirmó el sacerdote José Manuel Suazo Reyes, vocero de la Arquidiócesis de Xalapa.
Entrevistado posterior a un desayuno con representantes de medios de comunicación, a quienes agradeció el apoyo recibido en materia informativa durante este año, refirió que la iglesia está preocupada por sembrar ante esta situación, campo de esperanza.
“El desierto que estamos viviendo de desolación, crisis económica, ambiente de muchas personas que están enfrentando los resultados de la administración pasada y que se encuentran en la duda de si se mantendrán trabajando o perderán sus empleos eso genera mucha preocupación, pero en medio de todo esto debemos ser personas de esperanza”.
Suazo Reyes refirió que en el caso de Veracruz, quien está en crisis es el Gobierno, pero nos pega a todos, sin embargo, son más quienes componen el Estado, alrededor de 8 millones de personas, ademas de sus riquezas con las que se puede volver a levantar.
Se cuenta con personas con valores, espíritu de trabajo que en medio de una crisis debe ayudar a sobreponerse y mirar más allá de las adversidades, porque confió en que esta pasará.
NO SON TIEMPOS DE PRIVILEGIOS
Por otra parte, Suazo Reyes afirmó que el Gobierno del Estado debe cumplir a cabalidad con el pago de los salarios y prestaciones marcadas en la ley con sectores como el magisterial, pero consideró que ya no están los tiempos para privilegios al referirse a algunos bonos extras que se cobraban en anteriores administraciones.
Consideró necesario que se ajusten los bonos a lo que marca estrictamente la ley, pues dijo, es la única manera de enfrentar la dificultad económica que se vive en la entidad.
"Lo que corresponde a los derechos laborales que existen, sin duda se deben seguir manteniendo, pero ya no estamos en un momento de privilegios, hay que distinguir entre privilegios y derechos”.
Finalmente, indicó que la inconformidad de muchos líderes sindicales del magisterio se debe a que los recursos de los bonos se quedaban en las cúpulas de los sindicatos y sus personas allegadas, aunque no bajaban directamente a la base trabajadora, o se hacía en una parte mínima.