Yhadira Paredes/ Xalapa, Ver.- Además de la difícil situación que vive México por las politicas públicas que se llevan a cabo, ahora se suma la relación internacional con Estados Unidos, la cual es delicada, grave y preocupante, afirmó el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes.

En el comunicado de este domingo reconoció que será difícil que el gobierno de Donald Trump cambie su decisión de cerrar las puertas a los mexicanos y pone en acción lo que fueron sus promesas de campaña.

Lo anterior se suma a los problemas que se sufren al interior del país por malos gobernantes, corrupción e impunidad, violencia generalizada, falta de desarrollo y oportunidades.

"El presidente de Estados Unidos, firmó dos órdenes ejecutivas, una para iniciar la construcción del muro fronterizo y la orden de intensificar la deportación de inmigrantes irregulares. Se sigue insistiendo hasta el cansancio que el muro será pagado por los mexicanos; en el caso de la deportación de los migrantes ilegales, se perciben conductas homofóbicas, discriminatorias y xenofóbicas".

Aunque reconoció el derecho del gobierno norteamericano de cuidar sus fronteras y sus ciudadanos, consideró que endureciendo y exagendo sus leyes no se conseguirán sus objetivos.

"Los migrantes no van a Estados Unidos por gusto, sino por necesidad; exponen su vida con tal de alcanzar el sueño americano; van buscando mejores condiciones de vida y tienen el derecho de hacerlo".

José Manuel Suazo Reyes consideró que con estas políticas unilaterales que se están imponiendo, las relaciones de familia, de amistad, de trabajo o de estudio pueden ser afectadas por esta inhumana decisión.

El vocero insistió que la intención de prolongar un muro fronterizo que divida a dos países hermanos y la expulsión de los migrantes aparece como un atentado a los derechos humanos, una muestra de xenofobia y de racismo.

Ahí retomó las palabras del Obispo Joe Vasquez, presidente del Comité de Migración de la Conferencia del Episcopado Americano y Obispo de Austin, Texas, quien señaló que esta acción pondrá las vidas de inmigrantes innecesariamente en peligro.

Toda vez que la construcción de ese muro, sólo hará que los migrantes, especialmente las mujeres y los niños vulnerables, sean más susceptibles a los traficantes y contrabandistas.

Finalmente, afirmó que ante el desafío no podemos paralizarnos ni llenarnos de miedo, México es un país grande por su territorio y por su gente y los mexicanos son gente de trabajo y con mucha creatividad.

"Ciertamente no debemos caer en la confrontación estéril ni enredarnos en los prejuicios ajenos. Debemos fortalecer la unidad nacional que brota de nuestra cultura, nuestra historia y los valores que hemos aprendido en familia".