Patricia Aguilar Pardo. Veracruz, Ver. - Bañistas aprovechan el último día de la Semana Santa para abarrotar las playas de la zona conurbada, sin importar que la marejada invadió parte de las playas de Veracruz, el turismo salió a divertirse en este sitio.
Sin temor a contagiarse, familias completas arribaron desde muy temprana hora a las diversas playas para disfrutar de este atractivo y de la gastronomía veracruzana.
La playa más visitada es la Villa del Mar, donde también se concentró el mayor número de vendedores ambulantes, que buscaban resucitar su economía, tras las pérdidas sufridas en meses pasados por la pandemia.
En el lugar solo, los guardavidas y meseros portan el cubrebocas, de ahí en fuera ninguno de los bañistas porta esta medida de protección adentro o fuera del mar, a pesar de que fueron colocadas varias lonas en las que se advierte que es una zona de alto contagio.
Los espacios de 1.5 metros entre cada mesa y sombrilla tampoco fueron respetados por los palaperos y las bananas estaban al tope.
Durante el recorrido, también se pudo constatar la ausencia de alguna autoridad que realizará labores de vigilancia para el cumplimiento de las medidas sanitarias o emitiendo las recomendaciones a los bañistas para evitar contagios de covid.
Los turistas por su parte dicen no temer a contagiarse ni tampoco les molesta la marejada, a pesar de que los pies se les mojan cuando están comiendo ya en la zona de mesas y palapas.
El panorama en el municipio de Boca del Río es otro, pues, aunque también es notoria la presencia de turistas en las playas de esa ciudad, a diferencia de la ciudad de Veracruz el aforo de bañistas es notoriamente más reducido.
Además del cierre de la circulación vehicular en la zona de bulevares, como una forma de mantener controlada la llegada de los bañistas.