CIUDAD DE MÉXICO.

El Banco de México se sumó al llamado de las calificadoras de riesgo crediticio para controlar el endeudamiento del gobierno federal y reducir su déficit, dos elementos clave para mantener la estabilidad financiera y la tranquilidad de los mercados.

En las minutas de su más reciente reunión de decisión de política monetaria, difundidas ayer, refirió que “algunos integrantes enfatizaron la necesidad de que las autoridades fiscales brinden certidumbre sobre la trayectoria de las finanzas gubernamentales y el compromiso de dichas autoridades con niveles de endeudamiento público sostenibles, por lo que destacaron que sería deseable contener el crecimiento del Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público en relación al PIB”.

“Destacaron que continúan siendo deseables acciones adicionales de consolidación de las finanzas públicas, tales como procurar un superávit primario a parir de 2017, para absorber de manera más eficiente choques del exterior y propiciar saldos adecuados de la cuenta corriente”, expone la reseña de la discusión de la junta de gobierno del Banxico.

Economistas de Banamex expresaron que desde su punto de vista “la discusión de la minuta de la reunión de agosto de Banxico guardó un tono restrictivo”, puesto que la mayoría de los argumentos destacados pueden clasificarse dentro del conjunto de preocupaciones de estabilidad financiera”.

El documento hace una valoración más tradicional de política monetaria a través de consideraciones de “ciclos económicos”, dijeron.

El entorno

“Dentro de los temas de estabilidad financiera, la minuta confirmó preocupaciones sobre los riesgos globales. Entre éstos se destacaron: el proceso electoral de Estados Unidos como la fuente principal de potenciales episodios de volatilidad financiera internacional; la debilidad del sistema bancario europeo; y la normalización de la Fed, para la cual se señaló la expectativa de los analistas de un incremento a la tasa a finales de este año”, añaden los especialistas.

La Junta no descarta un resurgimiento de volatilidad financiera, aunque espera que una mayor coordinación de políticas fiscales y monetarias fortalezcan la posición del país.

El tipo de cambio fue identificado como el principal canal de transmisión de estos choques. Las minutas confirmaron el tono más preocupado por el crecimiento.

La mayoría anticipó que para los siguientes meses se espera que la inflación general anual aumente gradualmente para cerrar el año ligeramente por arriba de 3 por ciento, promediando en 2016 un nivel ligeramente por debajo de esa cifra y consideraron que el aumento de junio a la tasa en 50 puntos base tendría un efecto neutral en la política monetari