Ciudad de México.- La Organización Mundial para la Salud estima que cada año mueren alrededor de tres millones de personas, incluidas más de un millón por Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, como consecuencia del uso de estufas de carbón o biomasa, es decir, a leña, estiércol seco u otros combustibles sólidos.

De acuerdo con Envirofit —empresa con enfoque social, proveedora de estufas ecológicas—, en México se calcula que existen alrededor de 16 millones de personas que diariamente se exponen al humo producido por el uso de leña al cocinar en fogones poco eficientes, los cuales generan gran cantidad de sustancias nocivas y ponen en riesgo de desarrollar padecimientos como neumonía, enfermedad pulmonar crónica, afecciones del corazón, ataques de apoplejía, cataratas, así como diferentes tipos de cáncer, incluido el de pulmón.

“Es importante ayudar a estas familias y promover el uso de tecnologías más eficientes, que permitan una combustión adecuada y reduzcan drásticamente la contaminación por humo al interior de las viviendas, pues los beneficios repercuten principalmente en la salud de las personas en situación de vulnerabilidad”, señala Emilio Rivero, director general de Envirofit.

Entre los cinco estados con mayor necesidad de migrar a tecnologías de cocina más eficientes se encuentran Chiapas, Veracruz, Oaxaca, Guerrero y Puebla, que concentran a más dos millones de familias expuestas al humo de leña o de otros combustibles sólidos, ya que carecen de un espacio adecuado para cocinar, lo que los obliga a preparar sus alimentos a fuego abierto en el mismo sitio donde duermen.

“El impacto que se logra con una solución tan sencilla como el uso de un ecofogón es exponencial si se toma en cuenta, además, que al reducir el riesgo de desarrollo de enfermedades respiratorias crónicas puede disminuir el gasto en salud, de ahí la importancia de impulsar el uso de tecnologías de consumo de energía eficiente”, concluyó el director de Envirofit.

Un ecofogón como los que crea la compañía puede reducir en más del 90% la producción de humo cuando se cocina con leña, así como hasta en 80% la cantidad requerida de este combustible, lo que impacta de manera positiva en la economía de las familias en situación de vulnerabilidad tanto como en su salud, pues se disminuye la carga por el gasto en el tratamiento de enfermedades respiratorias crónicas.