México.- El cardenal Norberto Rivera Carrera rechazó haber encubierto a sacerdotes acusados de pederastia durante los años que lleva al frente de la Arquidiócesis de México. Detalló que al menos 15 curas han sido enjuiciados y sentenciados por este delito.
En conferencia de prensa, Rivera Carrera aseguró que en la Arquidiócesis de México tienen “cero tolerancia” con la pederastia y que desde hace 18 años establecieron normas sólidas, tanto para prevenir como para castigar este delito que, destacó, “destroza la vida de un inocente, así como la vida de toda una familia.
“Yo no he protegido absolutamente a ningún pederasta, de hecho aquí en la Arquidiócesis al menos unos 15 sacerdotes han recibido no solamente el juicio, sino sentencias que afortunadamente no tenemos que dar nosotros.
“Aquí tenemos que hacer la investigación, se manda toda la documentación a la Doctrina de la fe, en Roma, y el Santo Padre es quien ha tomado las decisiones en esos casos tan dolorosos, porque sí han sucedido aquí en México”, enfatizó el cardenal.
Norberto Rivera aseguró que las denuncias recibidas por este delito siempre son atendidas; sin embargo, “no falta quien inventa que yo en determinado momento protegí [a un pederasta], cuando en realidad aquel sacerdote ya está en la cárcel o ya está retirado del ejercicio del ministerio”.
Sin mencionar nombres, destacó que han habido casos en los que un ministro religioso fue acusado, pero las autoridades no han encontrado elementos para seguir adelante con la acusación en su contra.
Reconoció que la Cámara de Diputados aprobara medidas más rigurosas contra la pederastia a nivel federal; consideró que era una medida “absolutamente necesaria y urgente” para castigar este crimen.
Indicó que en los 21 años que tiene al frente del arzobispado de México, ha enfrentado múltiples obstáculos como las críticas que surgen cada que inicia una obra; sin embargo, indicó que “en ningún momento he violado la ley ni violentado a las personas”, sino que todas las cosas que se han hecho han sido con la intención de mejorar la Arquidiócesis y la Ciudad de México.
Aseguró que durante su gestión en el arzobispado siempre ha tenido una buena relación con los gobiernos, sin importar su color, ya que su jerarquía lo convierte en un puente entre las autoridades y la sociedad para tratar asuntos de interés tanto de la capital como para el país.
“En algunos momentos ha habido tensión, pero se ha resuelto con el diálogo; no he encontrado puertas cerradas; conmigo cualquier gobierno ha encontrado puertas cerradas para dialogar un problema que haya en la Ciudad de México”, insistió.
Pide a migrantes “portarse bien”. Norberto Rivera Carrera llamó a los migrantes a “portarse bien”, a fin de evitar las deportaciones; pidió a la sociedad dar acogida a quienes sean deportados, por lo menos hasta que encuentren un trabajo digno.
El purpurado recomendó a los integrantes de ese sector tener un “mejor comportamiento” porque el hecho de que los regresen a México se suscita cuando “pescan” a los paisanos violentando a la familia o cuando hay abuso en el consumo del alcohol, como en estas fechas decembrinas.
“Otra cosa que tenemos que ir haciendo, tanto a los familiares aquí como a los de allá [en Estados Unidos], es que la gente se porte mejor, las deportaciones vienen cuando pescan a nuestros paisanos porque alguien está violentando a su familia.
“Entonces, pido un mejor comportamiento a los paisanos y, por supuesto, a nosotros nos corresponde, no sólo al gobierno, sino a todos los mexicanos auxiliar a aquellas personas que por algún motivo han sido deportadas, organizarnos para darles acogida”, insistió el dirigente religioso.
Rivera Carrera indicó que México debe respetar la decisión que tomó la población de Estados Unidos al elegir a Donald Trump como presidente y llevar la relación entre ambos países “lo mejor que se pueda”, puesto que “en nada ayudaría empezar a jugar con las guerritas y menos con uno que es más grandote que nosotros, eso es lo que menos nos conviene”.
Enfatizó que el problema de los migrantes que van a Estados Unidos se genera en nuestro país, dado que muchas personas son “expulsadas” por el hambre o por la necesidad de buscar mejores oportunidades.
“Entonces el problema fundamentalmente es nuestro y tenemos que trabajar para que aquí crezcan las fuentes de trabajo, sean mejor remuneradas.
“Así que no les echemos la culpa a los de arriba, cuando nosotros no hemos hecho nuestra chamba”, dijo.
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