Madrid, 21 jul (EFE).- Diego Cruz, uno de los agresores sexuales más buscados en México del denominado "Clan de los Porkys", acusado de la violación de una menor en aquel país en 2015, ha alegado ante la justicia española que no participó en el delito que se le imputa en su país, al que se ha negado a ser extraditado.
La Audiencia Nacional ha confirmado hoy la prisión de Cruz en espera de que se celebre la vista de extradición a México por este delito, ya que entiende que existe un alto riesgo de que se fugue.
En su petición de libertad, el imputado alegaba que no estaba huido de la justicia cuando se le detuvo en Madrid el pasado día 10, sino que había abandonado el país para hacer un curso en la Universidad Europea y que, de hecho, tiene domicilio conocido en una residencia de estudiantes de la capital española.
Cruz también argumentaba que tiene doble nacionalidad, que él "jamás" ha evadido la acción de la justicia, ya que compareció en el juzgado de Veracruz que instruye el caso en todas y cada unas de las ocasiones en que fue citado, que "no es un delincuente" y no participó en los abusos a la menor.
Sin embargo, la sección tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional cree, en línea con la Fiscalía, que "los hechos demuestran" que sí hay riesgo de fuga, ya que abandonó México "pese a tener conocimiento de que existía un procedimiento judicial contra él mismo por hechos muy graves".
Ello provocó que el pasado 6 de abril el juzgado tercero de primera instancia de Veracruz emitiera una orden de detención internacional, recuerda el tribunal, que añade que "no consta que esas fechas iniciara actividad académica alguna".
"Pero lo que resulta más significativo -añade la sala- es que, pese a negar su implicación en los hechos, no esté dispuesto a ser entregado a las autoridades judiciales del país del que es nacional y donde siempre ha residido".
Para los jueces, "la salida cuando menos precipitada de México y la negativa a ser entregado", en relación con la gravedad de los hechos que se le imputan -abusos sexuales a una menor-, "constituyen elementos suficientes para considerar que existe un elevado riesgo de fuga".
Cruz está en espera de que la Audiencia Nacional celebre la vista de extradición a México, una vez recibida toda la documentación de ese país para iniciar esos trámites, en vista de que ya se negó a ser extraditado cuando pasó a disposición del juez tras su arresto.
El detenido fue acusado en México de "pederastia tumultuaria", puesto que los hechos se llevaron a cabo en acción conjunta con más personas, por lo que se enfrentaría a una pena de entre 12 y 40 años de prisión.
Se trata de uno de los asuntos de más exposición en redes sociales y medios de comunicación mexicanos, en el cual la familia de la joven Daphne Fernández denunció que ella había sido atacada sexualmente por cuatro jóvenes adinerados que gozaban de influencias y conocidos como "Los Porkys de Costa de Oro".