Pablo Miranda Ramírez/ Agencia Informativa Conacyt/ Guadalajara, Jalisco.- Comprometido con el medio ambiente, Misael Sebastián Gradilla Hernández es un joven docente quien desde su trinchera busca desarrollar estrategias para restaurar la salud de los cuerpos de agua que se encuentran en Jalisco.
Él divide su tiempo entre la docencia en el Departamento de Bioingenierías del Tecnológico de Monterrey, campus Guadalajara, y sus proyectos de investigación, con los que se propone evaluar la calidad del agua para el desarrollo de planes y estrategias de saneamiento.
Este tapatío relata que desde que estaba en la licenciatura en ingeniería ambiental, sus intereses se enfocaron en el estudio del medio ambiente. El joven científico detalla que en ese entonces buscaba contribuir al cuidado de la naturaleza y los recursos naturales, y la investigación era la herramienta ideal para cumplir el propósito.
“Desde posgrado me interesé por el estudio de cuerpos de agua y por la ingeniería y tecnología ambiental, y posteriormente me interesé también por la gestión del recurso hídrico y la calidad de agua, con el objetivo de desarrollar estrategias que ayuden a mejorar la calidad del agua en lagos y lagunas”.
El docente menciona que durante esa etapa de estudio se vio influenciado profesionalmente por el doctor José de Anda, un científico e investigador del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej).
“Él despertó en mí un interés muy grande por estudiar los cuerpos de agua. En licenciatura cursé materias que tenían que ver con manejo de recursos hídricos y me involucré con el doctor José y sus investigaciones en el lago de Chapala y me di cuenta que era el área que más me gustaba en la ingeniería ambiental”.
Como estudiante de posgrado en el Ciatej, Sebastián tuvo la oportunidad de trabajar con el lago de Chapala, el más grande de México, donde analizó la presencia de metales pesados en tejidos de peces.
“En posgrado me di cuenta que el tema de calidad de agua, particularmente de lagos, me llamaba mucho la atención, son ecosistemas sumamente complejos porque ahí suceden procesos físicos, químicos y biológicos y resulta un reto intelectual, interesante, y es un ambiente valioso para la naturaleza”.
Compromiso con los recursos hídricos
Además de mantener constante el compromiso de estudiar las aguas, el doctor Sebastián cursa un segundo doctorado, ahora en innovación biotecnológica, con el objetivo de aprender y desarrollar estrategias biotecnológicas que puedan contribuir en la restauración de los ecosistemas.
Como parte de sus actividades como docente, Sebastián Gradilla Hernández dice estar en colaboración constante con sus alumnos del Tecnológico de Monterrey, quienes se le acercan para participar en proyectos que involucren la ingeniería y biotecnología ambiental.
“Es el mejor esquema de enseñanza que podemos tener, porque les estamos enseñando a los alumnos mientras lo hacen. El conocimiento se vuelve completamente práctico”.
El doctor Sebastián Gradilla relata que luego de especializarse en la ingeniería ambiental descubrió que había un panorama de posibilidades para implementar herramientas biotecnológicas para la restauración de los cuerpos de agua y por ello buscará centrarse en el desarrollo de tecnología ambiental.
Estrategias para saneamiento
Ver con sus propios ojos los resultados de la contaminación de los lagos fue una experiencia que le sirvió al doctor Sebastián para dimensionar el descuido de estos cuerpos de agua. El investigador recuerda que cuando observó la muerte masiva de peces en un lago de Jalisco concientizó sobre las acciones que el ser humano ha hecho para dañar la naturaleza.
“No hemos podido crear y aplicar leyes para cuidar los cuerpos de agua y te das cuenta de que seres vivos sufren a consecuencia de nosotros; creo que hay que replantearnos la forma en que la humanidad se relaciona con la naturaleza: debemos decidir si queremos ser una especie depredadora o si preferimos ser capaces de vivir en equilibrio con todos los seres vivos”.
El investigador señala que la contaminación de cuerpos de agua no solo afecta a la naturaleza, sino también a las personas que viven en las cercanías de los lagos o ríos, y que a menudo se benefician de actividades comerciales que se realizan ahí.
El doctor Sebastián prevé que próximamente abordará un nuevo proyecto en el lago de Pátzcuaro, en Michoacán, para evaluar el estado trófico de la laguna y así proponer esquemas de trabajo dentro y fuera del lago para mejorar la calidad de este icónico cuerpo de agua.
“No se nos debe olvidar que dependemos, igual que otras especies, de que esos ecosistemas estén sanos, y no se nos debe olvidar que la naturaleza tiene un valor por sí sola, no necesitamos tener una razón utilitaria para cuidar el medio ambiente. Por el hecho de que un pez exista, tiene el derecho a ser cuidado y su hábitat merece ser conservado”.