Chihuahua, Chihuahua.- Las neoplasias malignas (tumores) de la glándula mamaria constituyen mundialmente la primera causa de muerte por cáncer en el sexo femenino. En 2014, la tasa de mortalidad por esa causa en México fue de 15 defunciones por cada 100 mil mujeres de 20 y más años de edad, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Derivado de un cáncer que no solo afectó a la matriarca de la familia Flores Herrera sino que conmovió a todos sus integrantes, es que surge el proyecto denominado Prosanna.
“A favor de la salud de Anna” es el significado de esta innovación tecnológica que consiste en un aparato masajeador que integra dos tipos de masajes —pasivo y activo—, con el cual se logra mejorar la rehabilitación de la mujer que ha sufrido una operación de mastectomía radical ocasionada por cáncer de seno. Pablo Flores Herrera, entonces estudiante de la carrera de ingeniería mecatrónica en la Universidad Tecnológica de Chihuahua, explica el desarrollo de este proyecto que actualmente es finalista en el Premio Nacional del Emprendedor 2016, organizado por la Secretaría de Economía a nivel nacional.
Pablo-Flores-explica-a-la-Agencia-Informativa-Conacyt-el-funcionamiento-de-Prosanna.jpg
Pablo Flores.
“Cuando cursaba la carrera, recibimos una noticia que devastó a mi familia. Había llegado un cáncer a mi madre y era necesario retirar mediante cirugía. Afortunadamente salió adelante y nos concentramos entonces en la rehabilitación”, explica Pablo Flores.
“Este proyecto —que ganó el Premio Estatal al Emprendedor en 2014— surge hace tres años, yo estaba en los primeros cuatrimestres de mi carrera y una de las particularidades de la Universidad Tecnológica es que cursamos una materia llamada integradora, cuya finalidad es desarrollar un prototipo o proyecto donde apliques conocimientos que adquiriste en cuatrimestres anteriores”.
De ahí nace Prosanna, un proyecto innovador cuya principal característica es su portabilidad.
Al ser extirpados los ganglios axilares, el sistema linfático resulta insuficiente para drenar fluidos residuales de la mastectomía, y se procede entonces con terapias de rehabilitación que consisten en masajes en el brazo adyacente a la zona intervenida para reactivar la circulación sanguínea. Actualmente pocos hospitales públicos cuentan con equipo adecuado para este fin, existen en su mayoría en el sector privado y cada sesión cuesta alrededor de 500 pesos.
chi-rec-42017.jpgEl valor agregado de la portabilidad es que las pacientes en su primera etapa de rehabilitación están deficientes de su sistema inmunológico debido a las quimioterapias. Es por ello que llevar su recuperación en la seguridad y comodidad de casa es sumamente valioso para las pacientes, expresa Pablo Flores.
“El problema es que se requieren estas terapias diarias durante los primeros cuatro meses después de la cirugía y el costo se eleva muchísimo”, agrega.
Ante esta realidad, el ahora ingeniero Flores Herrera desarrolló un primer prototipo con recursos propios y con funcionalidad limitada. Consistía en una caja de circuitos con microcontroladores y una banda que se sujeta al brazo para realizar contracciones que simulan un masaje.
En una segunda etapa, en donde se aplicaron mejoras al diseño, como la conectividad vía Bluetooth, esta innovación fue merecedora de una patente por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) al ser única en su género, y derivado de ello es actualmente uno de los cuatro proyectos finalistas en la categoría de Idea Innovadora del Premio Nacional del Emprendedor, organizado por el Inadem.
Además se contó con la asesoría de licenciados en terapia física y rehabilitación, así como médicos oncólogos para realizar la calibración de los ciclos de masajes, cumpliendo así con parámetros que favorezcan a la correcta rehabilitación de las pacientes.
Conacyt