VERACRUZ, VER.- Con el grito ¡Dejen en paz a nuestro hijo! Los padres del joven boxeador Héctor Hernández Hernández, fallecido en un hospital, pidieron que cesen las críticas injustas y señalamientos de envidia de gente malintencionada, que solo busca aprovecharse de la situación sin importarles el dolor de los familiares.
Tras una reunión con su hermandad boxística representada por su entrenador David Ayala Torralba, la familia Hernández Hernández se convino con la comunidad pugilística para reconocer que no hubo negligencia en el caso del joven boxeador y afirmaron varios puntos importantes:
1.- El boxeador Héctor Hernández Hernández siendo Mayor de edad subió al ring por su propia decisión en una exhibición de Sparring en el parque Zaragoza de la ciudad de Veracruz.
2.- Sus padres y familiares en todo momento estuvieron presenciando la pelea que fue de 2 rounds de 2 minutos cada asalto, donde solo se marcó al toque y no hubo golpes contundentes cuidados con las cuentas de protección del acertado referee.
3.- Al término del encuentro los jóvenes terminaron los premiaron y todo sin novedad alguna bajaron bien y Héctor Hernández Hernández estuvo todo momento con su padre y compañeros.
4.- Momentos más tarde comentó a sus compañeros que se estaba sintiendo mal, lo cual comenzó a devolver y junto a su padre y el apoyo de los entrenadores de Héctor el profesor David Ayala y Reyes Rodríguez fue llevado en auto particular a la Cruz Roja, donde lo evaluaron y dijeron que necesitaban internarlo.
5.- Héctor Hernández Hernández fue trasladado e internado en el Hospital Regional de Veracruz dónde Falleció a los 2 días, después 5 de la mañana aproximadamente
6.- Su padre José Mariano Hernández Portilla y su madre Silvia Hernández Hernández, reconocieron que su hijo Héctor Hernández Hernández en todo momento recibió apoyo y atención de parte de sus entrenadores David Ayala Torralba y Reyes Rodríguez
Por ese motivo, los padres, hermanos y familiares del joven Héctor Hernández Hernández, decidieron reunirse con la comunidad boxística para reconocer que siempre fueron atendidos y deslindar de responsabilidades al Comité Municipal de Boxeo Popular del Puerto de Veracruz.
De esa reunión, la comunidad boxística hizo un comunicado de común acuerdo donde rechaza los señalamientos de mala fe y gente malintencionada, que en redes sociales pretende sacar raja contra los organizadores del Evento en especial a su representante Estatal David Ayala Torralba; firman el comunicado: David Ayala Torralba, presidente del Estado de Veracruz de la Unión Mexicana de Boxeo de Excelencia; Alberto Lara Galindo, presidente del Comité Municipal de Boxeo Popular de Veracruz; Nestor Trinidad Sánchez, secretario de actas del Comité Municipal de Boxeo Popular de Veracruz; Flor Arenas Valerio, tesorera del Comité Municipal de Boxeo Popular de Veracruz; Reyes de Jesús Rodríguez, entrenador de la Escuela de Boxeo Zaragoza: Andrés Chaparro Ramos, entrenador de la escuela de Boxeo Zaragoza; David Arenal Cuevas, entrenador Gimnasio Ojo de Tigre; Daniel Carvajal, entrenador del Gimnasio Gran Danés; Helio Adriel Triana, entrenador del Gimnasio Triana boxing Club; Antonio Valdez Hernández Entrenador del Gimnasio kanos gym; y Laura López Cano, entrenadora del Gimnasio kanos gym.
La familia Hernández Hernández de la misma forma hizo otro comunicado, deslindando responsabilidades y reconociendo que su hijo subió al ring por su propia decisión, siendo bien atendido y sin haber sufrido golpes contundentes durante el encuentro; firman el comunicado su padre José Mariano Hernández Portilla, su Madre Silvia Hernández Hernández, su tia
Ofelia Hernandez Portilla, su Hermana
Mariana Hernández Hernández y su Cuñado
Raymundo Feliciano Francisco.
En ambos comunicados se rechaza la mala fe, la mala intención, la mediocridad, el ataque sin sustento, el ánimo de afectar a un equipo que ha sacado adelante a jóvenes que antes no tenían opciones de superación en otro organismo el cual lo está atacando, y que hoy encuentran a través del boxeo y la unidad entre escuelas una oportunidad para destacar en la vida.