Maythé Morales Ramos/Coatzacoalcos, Ver.- De enero a diciembre del 2016 Veracruz se colocó en el cuarto lugar a nivel nacional en cuanto al robo de combustibles, al detectarse 575 tomas clandestinas siendo los municipios del sur los que encabezan la lista en el robo de hidrocarburos.
A través de una solicitud de información realizada bajo el folio 1857200319616, Andrés Villaseñor Delgadillo, representante de la Unidad de Transparencia de Petróleos Mexicanos (PEMEX), reconoció que desde hace algunos años la empresa productora del estado se ha visto fuertemente afectada por los constantes actos delictivos cometidos por el crimen organizado.
La entidad veracruzana dijo a comenzado a ocupar los primeros lugares en cuanto a la extracción ilegal de hidrocarburos existiendo durante este periodo 588 denuncias penales por tales hechos, sin que hasta el momento se obtengan resultados significativos en cuento a la desarticulación de bandas dedicadas al robo y venta de gasolinas de forma ilegal.
Del total de controversias 501 fueron interpuestas por el saqueo de hidrocarburos a través del tomas clandestinas y 87 por sustracción de gasolinas a través de otros métodos.
Durante los últimos doce meses argumentó el robo de combustible ha provocado pérdidas al Estado por más de 3.5 millones de pesos, al ser robados cerca de 191 mil 853 litros de gasolina y 2 mil 15 litros de crudo.
Villaseñor Delgadillo, refiere a través del escrito que la creciente intervención de la delincuencia organizada en el mercado de los hidrocarburos genera además un alto nivel de desconfianza para invertir en el sector, poniendo en riesgo futuras inversiones dentro de la industria.
Del total de tomas clandestinas localizadas en Veracruz, Omealca municipio localizado en el centro del estado encabeza la lista de ciudades con 81 tomas, siguiéndole en la lista Acayucan con 79 tomas; Juan Rodríguez Clara con 72 y Tierra Blanca con 71 tomas.
Siendo los municipios del sur en donde se registra con mayor recurrencia el saqueo de gasolinas. Mientras que Veracruz Puerto, Jesús Carranza y Pueblo Viejo, son los municipios con el menor número de tomas al contar solo con un registro durante todo el 2016.
Coatzacoalcos no aparece en la lista de municipios con tomas clandestina detectadas, mientras que en los vecinos municipios de Jaltipan y Minatitlán, se detectaron siete y seis tomas clandestinas respectivamente durante el pasado 2016.
A pesar de ello existen en la ciudad 59 denuncias presentadas por robo de combustible, mientras que en Acayucan, municipio del sur que representa un mayor número de robos, existen 157 denuncias.
Dichos números fueron avalados por la Gerencia de Estrategia y Sistemas de Seguridad y Monitoreo de PEMEX, quienes además indicaron que esta actividad se ha disparado dentro de la geografía veracruzana.
Mientras que estado de León- Guanajuato, encabeza la lista de estado en donde se lleva a cabo con mayor recurrencia esta práctica entablándose durante el último año 835 denuncias por tomas clandestinas, siguiéndole los pasos Ciudad Vitoria- Tamaulipas con 750 tomas, 55 robos diferentes a tomas y Puebla- Puebla con 703 tomas y 13 robos diversos.
Los ductos históricamente más perforados por la delincuencia son los de Minatitlán, Salamanca-Guadalajara, Reynosa-Matamoros y Madero- Cadereyta.
El robo de combustible deteriora más todavía la endeble situación financiera de Pemex, pues se calcula que el impacto económico de este ilícito es de alrededor de mil millones de dólares anuales en todo el país.
Adicionalmente, los intentos criminales para desviar petróleo crudo, gas natural o productos refinados del sistema de ductos y las instalaciones de Pemex para su venta ilegal han dado lugar a explosiones, daños a los bienes de la petrolera, perjuicios al medio ambiente, así como lesiones y pérdidas de vidas humanas.
Como respuesta, el gobierno gederal ha implementado varias medidas de seguridad y ha reforzado las fuerzas militares y policíacas.
Por su lado, Pemex ha establecido varias medidas estratégicas que buscan reducir el robo y otras actividades delictivas en contra de las instalaciones y productos de la empresa.
A pesar de estos esfuerzos, esas actividades delictivas continúan en ascenso en México. Su incremento y la violencia asociada a ellas tienen un impacto negativo en la situación financiera y los resultados de operación de Pemex, como ha reconocido la empresa.
