Rocío Rivera Méndez/Veracruz, Ver.- Con voz quebrada, transpirando el dolor que ya les acompaña desde el momento que supieron que sus hijos habían sido víctimas de desaparición forzada, mujeres y hombres siguen incansables su búsqueda, preguntando: “no buscamos culpables, no queremos saber quiénes lo hicieron, solo queremos saber dónde están”.
Son casos dolorosos pero que ya se han vuelto común conocer: personas que, de un momento a otro, son “levantados” de sus hogares, sus trabajos, de la calle misma, sin que nadie sepa el por qué y menos aún, dónde están.
Es el caso de Pedro Gustavo Estévez González, tenia 31 años de edad cuando el 19 de noviembre del 2013 fue privado de su libertad cuando se encontraba en su negocio de batería renovadas, “Ahí en Lomas de Rio Medio estaba trabajando y ya no volvimos a verlo más”, comenta su mamá.
Iván y Egai Eudocio, hermanos de apellidos Medina Segura (de 35 y 26 años), junto con Apolinar Medina Márquez (de 40 años), fueron sustraídos de sus casas la madrugada del 5 de octubre del 2013, allá en el Ejido Benito Juárez, municipio de Omealca.
Concepción Segura Machorro, madre de Iván y Egai, cuñada de Apolinar, señala que fueron las autoridades policiacas quienes se los llevaron el 5 de octubre del 2013, desde entonces no los han vuelto a ver desde entonces.
“No había motivo para que se los llevaran. Mis hijos tenían años que ya no vivían en Omealca, ellos eran residentes americanos, solo vinieron unos días. Mujeres y hombres con uniformes de policías, del Mando Unico, se metieron a la casa de mi cuñado y lo sacaron. Luego se metieron a la mía aunque esta bardeada, y sacaron a mis hijos”.
De estatura pequeña, pero sacando fuerza de su dolor, Concepción hace un llamado “pedimos que si los tienen nos digan dónde, no buscamos culpables, solo queremos saber dónde están”.
El próximo viernes 5 de agosto es una fecha dolorosa para María del Rocío Avalos Ortiz: Se cumplen 5 años de que su hijo, Emmanuel Torres Avalos fue sacado del patio de su casa, allá en Rio Medio.
“Mi hijo tenía 22 años, ahorita si vive tendrá 27 años. Desconozco el por qué, solo sé que unos hombres pasaron y se lo llevaron del patio de mi casa”.
María del Rocío expresa lo que es el sentir de miles de madres, de esposas, de hijos, de padres, que no saben nada de sus seres queridos: “Yo solo lo busco, porque es la única razón que tengo para seguir viviendo”, expresa con su voz reflejando el lacerante dolor con el que vive desde hace ya cinco años.