Ciudad de México.- El pasado 13 de mayo un grupo de siete periodistas fueron interceptados, retenidos y hurtados de sus equipos de trabajo, una camioneta, así como de dinero, por parte de un grupo de más de cien personas armadas en la carretera Iguala-Altamirano, en Guerrero, de las que la mayoría de ellas eran niños.
El corresponsal de Grupo Imagen y uno de los comunicadores afectados, Ángel Galeana, relató en entrevista con Pascal Beltrán del Río, en Imagen Radio, que en aquel momento pudo percatarse que el grueso de las personas que los habían detenido era menor de edad, la mayoría encapuchados y armados.
La mayoría de ellos estaban encapuchados, pero algunos tenían el rostro descubierto y presumimos que eran los líderes del grupo delincuencial. Fue una situación impresionante y, sobre todo, porque muchos eran niños; muchos no rebasaban la mayoría de edad”, explicó.
Sin embargo, precisó que en comparación con el resto de quienes los agredieron, los menores no eran violentos, sino que se veían ávidos por tener algo.
Los niños no estaban agresivos sólo querían tener algo. A mí un pequeño me pidió que le desbloqueara mi teléfono y cuando se lo di, aunque él y otros no sabían usarlo estaban maravillados”, comentó Galeana.
Detalló que durante los 15 o 20 minutos, aproximadamente, que duró la agresión no hubo ataques físicos, sólo una amenaza cuando un sujeto sacó un arma tipo escuadra y la colocó en la cabeza de uno de sus compañeros periodistas.
Hubo mucha incertidumbre y después de todo sólo fue lo material. Algunos eran agresivos, aparentemente estaban drogados. Uno sacó un arma y se la puso en la cabeza a uno de nuestros compañeros”, indicó el corresponsal de Grupo Imagen.
En la entrevista radiofónica para el programa Primera Emisión, Galeana explicó que a pesar de que los comunicadores se identificaron como tales, las personas que los detuvieron afirmaban que nos los conocían y tenían que esperar órdenes de sus líderes para saber qué hacer con ellos.
Agregó que parte de la desconfianza contra ellos fue porque al robarles sus cámaras, los delincuentes vieron imágenes de bloqueos, militares, elementos de seguridad estatales, que habían sucedido ese día, y pudieron haber pensado que no eran reporteros, sino integrantes de un grupo contrario a ellos.
En cuanto nos paran nos identificamos como reporteros y dijeron que no nos conocían y esperaban lo que les dijeran los mandos. Entiendo que tuvieron la desconfianza de que fuéramos de una banda contraria. Habíamos cubierto un hecho delincuencial y vieron las fotos”, recordó el periodista.
Al respecto, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, destacó en entrevista con Pascal Beltrán del Río las movilizaciones y el actuar de los elementos de seguridad estatal y federal para atender levantar los 14 bloqueos que hubo en la entidad en estos días y en los que grupos criminales quemaron más de 20 vehículos.
“Hubo un operativo que hemos visto y parece que estaban preparados. Con la participación de los elementos de seguridad estatal y federal liberamos los 14 puntos bloqueados”, afirmó.
Explicó que al delincuente Johnny Hurtado, El Pez, líder de La Familia Michoacana, se disputa la zona con Raybel Jacobo de Almonte, El Tequilero, cabecilla del grupo criminal de Los Tequileros.
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