Karla Navarro/ Agencia Informativa Conacyt/ Ensenada, Baja California.- Su tamaño es inferior a cinco milímetros. En muchas ocasiones son tan pequeños que no se pueden ver a simple vista, sus dimensiones son a escala de micras y se requiere equipo especializado para determinar su clasificación y procedencia.
A pesar de su tamaño, los microplásticos son devastadores para los ecosistemas marinos. En el artículo "Contaminación ambiental y bacterias productoras de plásticos biodegradables", investigadores del Instituto de Biotecnología (IBt) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advierten que la presencia de microplásticos en los mares va en acelerado aumento en el mundo y “representa un peligro para los organismos marinos que sufren daños por ingestión y atragantamiento”.
La doctora Nancy Ramírez Álvarez, especialista del Instituto de Investigaciones Oceanológicas (IIO) de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), desarrolló estudios para conocer la concentración de microplásticos en la bahía Todos Santos, localizada al noroeste de la península de Baja California.
Tras realizar muestreos en puntos estratégicos de la bahía, la investigadora y sus colaboradores determinaron que la concentración de microplásticos en aguas superficiales oscila entre 0.01 y 1.0 piezas por metro cúbico, y tienen dimensiones que van desde 100 hasta 250 micras.
“Realizamos arrastres con una red tipo manta. En cada muestreo hacemos un recorrido como de una hora, a baja velocidad, siendo contabilizada mediante un flujómetro toda el agua que pasa a través de la red y, finalmente, lo que recolectamos es lo que analizamos”, describió en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.
Como resultado del estudio, los investigadores del IIO encontraron que las mayores concentraciones de microplásticos se localizan dentro de las zonas portuarias de Ensenada y El Sauzal, y en puntos cercanos a las actividades de acuacultura de moluscos que se desarrollan en Punta Banda y en Isla Todos Santos.
Las corrientes que circulan dentro de la bahía fue otro de los aspectos que los especialistas tomaron en cuenta en el estudio, ya que incide de forma significativa en la distribución de microplásticos; observaron que la circulación de bahía Todos Santos favorece la depuración del ecosistema.
“Encontramos plástico más grande —macroplástico— en las zonas más cercanas a la costa. Eso también nos está diciendo que estos plásticos pueden deberse a las actividades de la población, no solo a la circulación”, aclaró Nancy Ramírez.
Separación y clasificación de microplásticos
Además de las muestras tomadas en la superficie del agua, el equipo de especialistas analizó muestras del sedimento marino recabadas por una draga, lo que tuvo por objetivo determinar si los microplásticos pudieran estar en contacto con el macrobentos.
La doctora Nancy Ramírez explicó que, por medio de microscopio estereoscópico, en el IIO separaron los microplásticos y con equipo especializado al que tuvieron acceso en la Universidad de Wisconsin-Superior, producto de la colaboración con la doctora Lorena Ríos Mendoza, determinaron el tipo de microplástico presente en las muestras.
“Si queremos tener influencia en alguna política que regule la producción de plástico, tenemos que ver cuáles son los plásticos que están reflejándose en el medio y en dónde los encontramos. Además de que es importante verificar que lo que se identifica como plástico lo es, porque pueden ser confundidos con los de origen natural, que son dañinos para el ambiente, como son los de celulosa o algodón, pero a simple vista no se distinguen”.
Directo a la fuente
Con el estudio realizado en 2017, los investigadores del IIO detectaron que a través de las plantas de tratamiento de la ciudad de Ensenada, se pueden llegar a transportar diariamente desde cientos de miles hasta millones de microplásticos que tienen el mar como destino final, debido a que las plantas no están diseñadas para retener materiales tan pequeños.
En el intervalo de las 7:00 a las 19:00 horas, los investigadores seleccionaron cuatro momentos para la toma de muestras de los efluentes de las tres principales plantas de tratamiento de la ciudad de Ensenada y así pudieron constatar que son principalmente microplásticos con los que contribuye esta fuente.
Los microplásticos de 100 a 250 micras fueron los que se encontraron en mayor proporción, pues de acuerdo con la metodología y alcances del estudio, no se logran retener en las plantas de tratamiento; dentro de los microplásticos de estas dimensiones, las fibras y fragmentos fueron los más frecuentemente encontrados.
La doctora Nancy Ramírez apuntó que la toma de muestras en las plantas de tratamiento tiene por finalidad evaluar si es una de las fuentes importantes de microplásticos en bahía Todos Santos.
Con financiamiento del fondo Investigación Básica SEP-Conacyt, los investigadores del IIO ampliarán este año el estudio realizado y extenderán las zonas de muestreo hacia San Quintín, donde se evaluará el impacto de actividades como la acuacultura en los niveles de concentración de microplásticos, así como sus repercusiones en organismos.
Contaminación por plásticos, un problema mundial
En 2014, la revista especializada Plos One publicó el artículo titulado Plastic pollution in the world’s ocean: more than 5 trillion plastic pieces weighing over 250,000 tons afloat at sea , como resultado del trabajo de un grupo de científicos que estimaron las concentraciones de plástico en los mares alrededor del mundo, entonces calculados en 250 mil toneladas.
El doctor Alfonso Vázquez Botello, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, expuso que 80 por ciento de la basura que se acumula en el mar contiene plástico.
Durante su conferencia titulada "Plásticos en los océanos, una amenaza global", impartida en febrero en el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), Vázquez Botello refirió que anualmente, alrededor de ocho millones de toneladas de plástico llegan al mar, producto de las actividades humanas.
“Su fragmentación produce microplásticos, que son partículas muy pequeñas, pero cuando se fragmentan no se acaban, el plástico dura muchísimos años, entonces estas partículas son ingeridas por los peces, las aves marinas, los mamíferos y genera problemas ambientales y fisiológicos muy grandes”, advirtió.
Programa de investigaciones
En entrevista, el doctor Alfonso Vázquez Botello señaló que en México son escasos los estudios desarrollados sobre el problema de los plásticos en los océanos y consideró necesario promover la implementación de un programa nacional de investigaciones que coordine los esfuerzos de las distintas instituciones que han incursionado en el estudio del tema.
“Hay que incrementar las investigaciones, hay que hacer conciencia, hay que formar gente que estudie eso. Estamos en los inicios, se está estudiando el efecto de los plásticos sobre corales y mi idea es estudiar la situación en el golfo de México; hay esfuerzos en la UAM Iztapalapa para determinar el efecto del bisfenol sobre peces, que es el elemento más tóxico en plásticos”, concluyó.