Pablo Miranda Ramírez/ Agencia Informativa Conacyt/ Guadalajara, Jalisco.- Hace tres décadas empezó su camino entre los virus. Pionera de esta área de estudio en el país, la doctora Susana López Charretón, investigadora del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuenta con una serie de distinciones que la convierten en una mujer emblemática en el área de la difusión de ciencia y la virología y asegura que es afortunada de hacer lo que le apasiona.
López Charretón, doctora en biomedicina básica, relata que inició con el estudio en el área de virología luego de haber sido cautivada por esta área, por lo que se centró en la investigación del rotavirus, además, fue influenciada por el bioquímico Romilio Espejo Torres, docente de la Universidad de Chile, considerado uno de los precursores en esta rama científica.
“Me interesó mucho el campo de la virología en general y los rotavirus, que causan un problema de salud infantil muy importante en todo el mundo y desde entonces estudio rotavirus, estudio su biología molecular y celular y cómo estos virus son capaces de infectar a los niños y por qué causan esas enfermedades tan severas”.
La experta en virus recalca la importancia de esta rama de estudios y explica que estos microorganismos, al no poder reproducirse, infectan una célula y aprovechan el metabolismo de esta para reproducirse, por lo que se les conoce también como “parásitos obligados”, señala la doctora López.
Una vez que el virus ataca, se inicia una “guerra” entre las defensas de las células, que luchan por deshacerse del microorganismo invasor, y este que quiere aprovecharse de las propiedades del huésped.
En esta batalla, describe la investigadora, la célula trata de defenderse y revertir el daño hecho por el virus; sin embargo, algunos de los virus han evolucionado al grado de tener contradefensas para luchar contra la célula. “Estudiar esas ‘armas’ en esta guerra nos ha permitido aprender muchísimo de biología celular, acerca de inmunidad y enfermedades infecciosas”.
Recientemente creada, la licenciatura en investigación biomédica básica de la UNAM fue el primer paso de la doctora López Charretón; sin embargo, señala que en un principio buscaba especializarse en algún área médica para atacar la problemática de la salud, por lo que optó dedicarse al estudio de los virus.
La investigadora lamenta que haya pocas oportunidades de apoyo para el estudio de esta rama, por lo que es necesario contar con más expertos en virología y comenta que la problemática de los virus es tangible todo el tiempo para la ciudadanía, lo que se traduce en episodios como la pandemia de influenza de México en 2009 o los casos de Ébola en África.
“En México hay muy pocos virólogos, podría decirte que somos menos de 150 en todo el país. Sí hay una crisis, lo que hemos tratado de hacer es crear una red de virólogos para ayudarnos y tratar de enfrentar esos problemas de salud que afectan a todo el mundo”.
La importancia del estudio del rotavirus
En el caso de la doctora López, ella se ha especializado en el estudio de los rotavirus, microorganismos que causan enfermedades como la diarrea y vómito a niños pequeños, lo que puede derivar en deshidratación y posteriormente la muerte. La Organización Mundial de la Salud estima que este virus mata alrededor de 450 mil personas al año en todo el mundo.
La especialista explica que los virus tienen maneras específicas de atacar, por ejemplo, el virus de la influenza solo afecta las vías respiratorias, mientras que el rotavirus ataca el intestino. La doctora López detalla que las membranas de las células cuentan con receptores que son aprovechados por los rotavirus para entrar y atacar la célula sana.
“Hay receptores específicos para ciertos virus en ciertos tejidos, esa es una de las líneas que hemos investigado mucho tiempo: cuáles son los receptores que utilizan los rotavirus para entrar a las células. Y no ha sido un tema fácil, porque al parecer tienen más de cuatro receptores por lo menos”.
Por otra parte, la especialista también investiga cómo los rotavirus “engañan” a las células para que estas los procesen y los adopten. La doctora señala que aunque ya hay vacunas para evitar las enfermedades provocadas por el virus, aún hace falta realizar más investigación para abordar la problemática que causan estos microorganismos.
Modelo de mujer científica
La doctora Susana López dice ser afortunada de hacer lo que le apasiona, de pasar los días entre investigaciones, rodeada de virus. Con más de 100 publicaciones en revistas científicas de talla internacional, presencia en artículos de divulgación de ciencia y participación en comités editoriales de ciencia, esta especialista fue recientemente nombrada doctora honoris causa.
Esta distinción le fue otorgada por el Sistema de Universidades Jesuitas, y fue en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), donde se le reconocieron sus más de 30 años de estudio en esta rama y sus labores en la escena científica y de la divulgación de la ciencia en el país.
“Estamos viviendo cambios muy importantes. Hay pocas mujeres jefas o líderes de investigación, pero es porque apenas estamos empezando este cambio en el que la mujer puede estudiar lo que ella quiere. Ahora hay estudiantes de todos los niveles que se están preparando muy bien, pronto vamos a empezar a ver igualdad en las posiciones de liderazgo en la ciencia”.
A raíz de la epidemia de influenza de 2009, la doctora reflexionó sobre la importancia de divulgar responsablemente el conocimiento que se emite desde los laboratorios para no causar miedos no fundados, pero al mismo tiempo para concientizar a la gente sobre los alcances y los descubrimientos de las investigaciones.
“Somos extremadamente cuidadosos cuando trabajamos con los virus. Queremos ser fuente de información, aclarar dudas cuando es posible”, asegura esta científica nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
En su trayectoria, la doctora también acumula el Premio L’oréal-Unesco “La mujer en la ciencia 2012”, una distinción internacional que reconoce anualmente la labor de científicas de todo el mundo por sus aportes a la ciencia.
Como investigadora, la doctora López divide su tiempo en el estudio de los rotavirus, pero también participa como editora en revistas científicas y asesora a sus estudiantes en sus líneas de estudio. Para ella, sus días son “divertidos pero con locura, porque siempre hay que hacer algo diferente. Soy muy afortunada, encontré lo que me gusta hacer en la vida”.