Marytere Narváez/Mérida, Yucatán/ Agencia Informativa Conacyt/.- Pedro Miramontes Vidal, profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se adentró al área de la bioinformática por una concatenación de circunstancias impredecibles, como él mismo describe.
Entrevistado por la Agencia Informativa Conacyt, describió que originalmente estudió física, mientras tomaba paralelamente algunos cursos de biología debido a que se sentía atraído por ambas disciplinas. “Hice buena parte de la carrera de biología, pero cuando hubo necesidad de tener título para buscar trabajo me decidí por terminar física, que era donde estaba más adelantado”.
Pronto obtuvo un trabajo en la Unidad de Ciencias Marinas de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), donde estuvo adscrito a un programa de investigación en ecología marina. “El interés que ya tenía por la biología se vio muy reforzado porque ya laboralmente tenía que ser el asesor matemático del grupo de biólogos que se encargaban de hacer ecología marina”, indicó.
En la UABC, trabajó en el Departamento de Matemáticas, donde se sintió a gusto entre discusiones, problemas, seminarios y, en general, el ambiente de los matemáticos. Esto llevó al investigador a realizar su maestría y doctorado en matemáticas en la Ciudad de México. “Mi tesis doctoral fue en matemáticas aplicadas a la dinámica evolutiva del ADN (ácido desoxirribonucleico). Nunca perdí un pie en la biología”, resaltó.
Durante su posdoctorado en Montreal, Canadá, se dedicó exclusivamente a la biología gracias a que fue invitado por el Departamento de Bioquímica de la Universidad de Montreal. En palabras del investigador nacional nivel II, durante este posdoctorado aprendió prácticamente todo lo que sabe actualmente sobre biología molecular.
“Con el antecedente que tenía de los estudios de física y de matemáticas, no fue siquiera una decisión que haya tenido que tomar. De manera espontánea, la corriente me llevó a dedicarme profesionalmente a la biología matemática, a la bioinformática, a la genómica computacional y a todo lo que tenga que ver con problemas biológicos tratados con herramientas matemáticas y tratados con herramientas computacionales”, señaló.
Nuevas perspectivas en torno a la evolución biológica
Actualmente, Miramontes Vidal está asociado a un grupo de trabajo donde realiza estudios teóricos en bioinformática. “En el fondo, uno de mis intereses principales es la evolución biológica con una nueva metodología de trabajo, con ideas frescas que vienen de otras disciplinas como la química, física y las ciencias de la computación. Siendo muy respetuosos de todo el trabajo acumulado por tantos siglos por los colegas biólogos, se busca aportar algo que genere hipótesis y nuevas ideas de lo que para ellos es problema cotidiano”.
Esta investigación se encuentra en curso desde hace tres décadas, pues para Miramontes Vidal el trabajo de un científico es el trabajo del proyecto de una vida. “Uno prosigue y prosigue y los cortes parciales que uno hace son artificiales para entregar informes de trabajo, para meter solicitudes de financiamiento, para tener profesores invitados o poder viajar, pero es el trabajo de toda la vida”, indicó.
De acuerdo con el investigador, desde 1990 ha habido investigadores que trataron de encontrar algún rasgo de geometría fractal en el ADN, pero lo hicieron tratando de encontrar la propiedad de autosemejanza en la estructura de la molécula del ADN estudiada como una serie de tiempo.
“Nosotros partimos de una perspectiva completamente distinta. Nos dimos cuenta que el ADN de manera global tiene una igualdad puntual con lo que los computólogos llaman la función booleana del OR exclusivo, lo que indica restricciones estructurales en su dinámica que pueden ser clave para entender mejor su evolución”, indicó.
En muchas ocasiones, los computólogos están alejados de la biología y los biólogos utilizan la computadora como herramienta, pero no como parte integral de su investigación, pero el equipo de Miramontes se dio cuenta de que la representación de la molécula del ADN puede ser estudiada ampliamente desde las ciencias de la computación.
“A partir de entonces lo que hemos intentado es interesar a más estudiantes para que se involucren en el proyecto, pero sobre todo para que le den un sentido biológico profundo, que aporten a la comunidad biológica algo que incremente nuestro conocimiento del fenómeno de la vida y que a ellos les dé herramientas para encontrar posgrados o trabajo en el futuro”, apuntó.
Miramontes también enfatiza que es una obligación de la educación superior proporcionar al estudiante la conciencia de que son una minoría privilegiada en el país y tienen la obligación de retribuir en algo a la sociedad que sustentó sus estudios: “El egresado universitario, además de trabajar su disciplina, tiene la obligación de ser una correa de transmisión del conocimiento y la cultura hacia la población en general, debe ser un cruzado que luche día a día contra la ignorancia, la superstición y la charlatanería”, finalizó.