Coatzacoalcos, Ver.- “No merecía esto, mira lo que le hicieron, era un muchacho que acababa de cumplir 29 años”. Entre llanto y dolor, Vanessa lamenta y reclama la muerte su esposo Erick Hernández Enríquez, quien era el DJ del bar Caballo Blanco.

Erick fue una de las 28 víctimas del atentado el pasado martes, dejó viuda a Vanessa, tenían 11 años de matrimonio, y en orfandad a sus tres hijos de 10, 5 y 4 años de edad, respectivamente, con quienes tenía muchos planes que ahora no podrá realizar.

Él trabajaba para su familia; siempre me lo dijo: ‘mi amor, yo trabajo para ustedes, para darles lo mejor’. Teníamos muchos planes juntos de ir creciendo con nuestros niños… teníamos el plan de casarnos el próximo año, era un secreto entre nosotros y mire lo que le hicieron”, dijo Vanessa Galindo, esposa de DJ Bengala.

El buen humor y la alegría de Erick, conocido como DJ Bengala, quedará en el recuerdo y en los corazones de sus seres queridos. Al igual que su música que tanto le gustaba.

Era un chavo alegre, bromeaba de todo siempre, siempre nos sacaba una sonrisa, a todo aquél que estuviera al lado de él sonreía porque se la pasaba diciendo puras tonterías y nos hacía reir; no puede ser que le hayan quitado la vida a un ser tan especial como él”.

Después de varias horas de espera, el cuerpo de Erick fue entregado por la noche a su familia, sin embargo, todavía no se han entregado todos cuerpos a sus familiares, quienes además del gran dolor, están cansadas de los tramites que tienen que hacer para tener a su ser querido por última vez.

Excélsior

Ciudad de México.- Fernanda Jarillo Hernández, Fernandita, como sus compañeras le dicen, tiene 99 años de edad y desde hace 23 acude dos veces a la semana al Centro de Seguridad Social (CSS) Azcapotzalco a tomar clases de yoga.

El CSS Azcapotzalco está ubicado al noreste de la Ciudad de México, tiene una población usuaria de aproximadamente ocho mil 800 alumnos, de los cuales el 85 por ciento son adultos mayores, quienes participan en cursos de corte y confección, cocina, yoga, danza regional, acondicionamiento físico, Tai chi, computación, entre otras.

Estos espacios del Seguro Social ofrecen a la población derechohabiente y no derechohabiente una gran variedad de actividades educativas, deportivas, culturales y de capacitación que promueven estilos de vida activos y saludables.

Durante toda su vida, Fernandita se ha caracterizado como una persona muy activa, trabajadora, pero sobre todo autosuficiente.

Viuda y madre de cuatro hijos, es muy querida por sus maestras, compañeras y el personal que labora en el Centro de Seguridad Social; por ser positiva y alegre contagia a todos con su buen sentido del humor, dinamismo y ganas de vivir.

Originaria de la Ciudad de México, fue trabajadora en el servicio doméstico, actualmente vive con una de sus hijas, quien le ayuda con un puesto de dulces, mientras que los martes y jueves desde temprano la acompaña al CSS a su clase de yoga.

Acudir a clases de yoga le ha beneficiado en tener una mejor calidad de vida, ha mejorado su salud física, emocional y le permite tener una red de apoyo social.

“Yo me siento muy bien viniendo aquí a este Centro, lo siento como si fuera mi casa. Yo invito a todos los adultos mayores a que vengan a hacer ejercicio por su salud. Gracias al Seguro Social porque me hace muy feliz hacer yoga”, exclamó Fernandita.