VERONICA ARRIOLA/Orizaba, Ver., 28 de junio de 2022. Los días 29 y 30 de junio del presente año, en Orizaba se estará llevando a cabo la vacunación para 30 mil menores en el rango de edad de 5 a 11 años como una medida de prevención contra el Covid-19, indicó el Delegado de Programas para el Desarrollo, Manuel Huerta Ladrón de Guevara.
Agregó que la recomendación de la UNICEF es que los menores asistan a recibir su vacuna, siendo de primordial importancia contar con el esquema de vacunación de manera preventiva, aunque explicó que este grupo poblacional no es un sector de riesgo a menos que presente comorbilidades.
"Estén listos para el día 29 y 30 Orizaba y Coatza, acudan con sus hijos a vacunarse, de acuerdo en que la Unicef, ha recomendado la vacuna, que la gente le expliqué a sus hijos para qué es la vacuna, que es preventiva, que no están en riesgo pero que más vale prevenir que lamentar".
Precisó que el punto de vacunación designado para la inoculación de los menores será el Mercado Cerritos, y también podrán acudir los jóvenes de 15 a 17 años que falten de recibir su segunda dosis, así como toda la población que tenga alguna dosis de rezago.
Huerta Ladrón de Guevara expresó que ha habido una gran participación de padres de familia que acuden con sus hijos previo registro que se realiza a través de la plataforma: mivacuna.salud.gob.mx para que se amplíe la ruta y la vacuna llegue a más ciudades.
Cabe recordar que la vacunación a los menores de 5 a 11 años se lleva a cabo en Xalapa, empezarán en Veracruz y seguirán en Orizaba y Coatzacoalcos.
El funcionario refirió representa una gran noticia la vacuna para los padres de familia, tomando en cuenta que en estas fechas ya se encuentran muy cercanas la salida de clases, el Carnaval de Veracruz y algunas otras festividades de ahí que, la recomendación es que se siga teniendo cuidado con las medidas de higiene que recomienda el Sector Salud y dejando en claro que se alguien está enfermo es preferible que se quede en casa.
Vacuna infantil.
Parlamento Veracruz
Juan Javier Gómez Cazarín*
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador inició hoy la vacunación contra el Covid para niñas y niños de entre 5 y 11 años de edad. Se trata de niñas y niños de primaria cuya exposición al riesgo por el regreso a clases presenciales mantiene con profunda preocupación a mamás y papás.
Preocupación que, de acuerdo a los expertos, tiene sus asegunes, dado que las niñas y los niños son, por afortunado capricho de la biología, el grupo de edad con menores probabilidades de desarrollar un cuadro grave y morir a causa del Covid.
Las estadísticas no mienten, pero el corazón de las mamás y los papás no entiende de números y el miedo a una enfermedad que se ha llevado a tantas amigas, amigos y familiares siempre está agazapado cerca de nosotros. Una calenturita y una tos de nuestra hija o hijo y la imaginación vuela.
Pero resulta que todavía no hay vacunas para todas y todos. La semana pasada llegaron del extranjero 804 mil dosis de las ocho millones de dosis infantiles –tienen un formato especial- que se contrataron a la farmacéutica Pfizer y que se habrán de suministrar de forma paulatina hasta fin de año.
Y resulta, también, que Xalapa, Veracruz y Boca del Río fueron de las primeras ciudades del país en las que empezó esta nueva campaña del Programa Nacional de Vacunación. De hecho, Veracruz fue una de las ocho entidades en las que arrancó.
Personalmente, creo que esa prioridad para Veracruz es un motivo más de los muchos por los que veracruzanas y veracruzanos podemos reconocer y agradecer al presidente López Obrador y a su Gobierno.
En los próximos tres días, gracias a ese trato especial que Veracruz tiene de parte del Presidente, en las dos principales concentraciones de población del Estado la espera para niñas, niños, mamás y papás habrá terminado.
A quienes les tocó ir hoy a vacunar a su hija o hijo aquí en Xalapa me comentan que la Brigada Correcaminos, coordinada con el Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, está en su mejor momento de eficiencia, eficacia y trato cálido. Al rato que saque unas cosas de la chamba llevaré a mi hija. Ojalá todas y todos hagan lo mismo para que ninguna niña o niño se nos quede atrás.
*Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Veracruz.
MUJERES EN TRIBUNA
“LEY DE APOYO A MADRES JEFAS DE FAMILIA: MI PROPUESTA”
Por Nora Jéssica Lagunes Jáuregui
Hace unos días, se festejó en todo el país, el Día de las Madres. Fecha que sigue en el centro del debate entre las feministas y los sectores sociales más tradicionales: Que si es mera mercadotecnia: que menos regalos y flores y, más derechos; que si se instituyó como medida para contrarrestar al movimiento feminista en 1922; que la maternidad debe ser feminista; que se debe eliminar a la sobrecarga de cuidados para las mujeres.
Lo cierto es que, la fuerza y la fortaleza de las madres sobrepasan barreras, retos y limitaciones cuando se trata de sacar adelante a sus hijas e hijos, estén solas o en compañía, siempre entregan, hasta la vida, por sus familias, porque así lo sienten y porque así, a todas, nos han formado. Pero el desbalance se da cuando se les endilga toda la sobrecarga de deberes.
Ahora que, pareciera que el consenso es que, las madres son “seres superdotadas” que todo lo soportan, que todo resuelven, que todo superan. Madres multi labores, con un cerebro deslumbrante y capaz de organizar y procesar datos y deberes en segundos y, como si esto fuera poco, queda claro para muchos sectores que, la apuesta de la supervivencia y progreso de la humanidad, siempre ha estado sostenida por esta admirable firmeza inquebrantable de las madres de familia, pero esta concepción debe cambiar.
Creo que no debemos confundirnos, ni extraviarnos en los estereotipos sexistas que, a las mujeres, nos impone una cultura patriarcal desigual, vertical, excluyente, injusta y a conveniencia que, por un lado, enaltece a las madres de familia, como los pilares que cimientan el núcleo fundamental de la sociedad y por el otro, las abusa, las agrede, las invisibiliza y las explota.
Si nuestras ancestras, si nuestras abuelas sobrevivieron las disparidades y las discriminaciones y vencieron obstáculos para proteger y crecer a sus familias, en un entorno profundamente inequitativo y sin derechos y, lo lograron, hoy las madres de familia que han diversificado sus tareas entre el trabajo, el hogar, las y los hijos, los cuidados que todavía se les asignan como exclusivos a las mujeres, siguen padeciendo mismas limitaciones y prejuicios que aquellas grandes mujeres de antaño.
El acceso al mundo laboral, competitivo y aun sexista, misógino y machista para las mujeres y más, para las madres de familia, las ha convertido en agentes productivas y competitivas que reclaman mismos derechos y paridades, acorde al avance en la legislación y en la consagración de sus Derechos Humanos, a nivel constitucional.
Pero transformar las leyes, en realidades; principios y ejes rectores de planes, presupuestos y programas institucionales, en beneficios materiales, en respeto y conductas igualitarias, sigue siendo el gran desafío de nuestros tiempos y para las Diputadas y los Diputados de la segunda Legislatura paritaria en Veracruz, debe ser la misión generacional prioritaria en nuestra agenda de trabajo.
Por tanto, legislar con plena Igualdad entre mujeres y hombres, es nuestra responsabilidad histórica, para que las políticas públicas, planes, acciones, recursos públicos sean efectivas herramientas de la justicia, inclusión y paridad a las que las mujeres, las madres de familia, las hijas e hijos, sobre todo, quienes están en situación más vulnerable, tienen derecho.
En nuestros tiempos, el empoderamiento educativo, económico, laboral y en la formación de capacidades de las mujeres es significativo. Pero hoy, aun estando solas o con apoyo y compañía de sus cónyuges o parejas, de sus familiares, llevan a cuestas, la sobrecarga de la responsabilidad de las tareas del hogar y de los cuidados, padecen violencias y discriminaciones; se enfrentan a las resistencias sociales y culturales contra su avance.
Cierto es que, las mujeres por diversas circunstancias, han tenido que asumir obligaciones como jefas de familia, como proveedoras únicas y responsables de los ingresos y de las labores domésticas y, al mismo tiempo, tienen que cubrir aspectos afectivos, emocionales y formadores de hijas e hijos.
Sin embargo y, pese al adelanto y contribución a la economía de las mujeres madres jefas de familia, ellas siguen siendo vulnerables. Situación que se grava en las regiones con mayor población indígena; que impacta contundentemente a las mujeres con discapacidades, adultas mayores, migrantes, de la diversidad sexual, a las recluidas y, por supuesto, que afecta enormemente a las niñas, a los niños y adolescentes.
Veamos las cifras: Acorde al CONEVAL, las madres jefas de familia o jefas de hogar, hoy se encuentran en condiciones de privación. Persisten las desventajas contra las mujeres y sus hogares, porque todavía existe una participación limitada en el mercado laboral, con empleos precarios, con ínfimos ingresos y buscando opciones en la economía informal que poco resuelven su situación y que las hunden más en la pobreza y en las desigualdades sociales, culturales y económicas que, en la realidad de sus vidas, las siguen lacerando.
En Veracruz, de los 2 millones 390 mil 726 hogares recientemente censados, en el 34% de éstos, las mujeres son jefas de familia. A nivel nacional, Veracruz es el tercer estado con mayor proporción de hogares dirigidos por mujeres. En otras palabras, de cada 100 hogares censales, 66 son dirigidos por un hombre y 34 por una mujer.
Esta realidad, reclama de los gobiernos, estatal y municipales y de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, apoyar a las madres jefas de familia que solas, sin respaldo, sin recursos suficientes, están luchando por la alimentación, la educación, la salud y el pleno desenvolvimiento de sus hijas e hijos. Respaldarlas efectivamente, porque así lo mandatan nuestras leyes, como la Ley estatal para la Igualdad entre Mujeres y Hombres que, en el artículo 2, establece: “el logro de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres deberá hacerse a través de la ejecución de políticas públicas que contengan acciones afirmativas a favor de las mujeres”.
Una de estas acciones es precisamente dar apoyo a mujeres que son madres, que están solas, divorciadas, viudas, casadas o separadas en trámite de disolución de su vínculo matrimonial y que no tienen ingresos fijos mensuales, ni superiores a los treinta salarios mínimos vigentes; que están probadamente, a la caza desesperada de un empleo, porque la pandemia se los quitó por ejemplo y que, en resumen, no tienen certezas económicas del futuro para sus familias.
A estas mujeres madres de familia, admirables, fuertes, valientes; columnas de sus familias; arquitectas de la sociedad; garantes de la supervivencia de la humanidad, las solas y proveedoras únicas, angustiadas por el día a día, los gobiernos no deben jamás abandonarlas, ni ignorarlas; menos exprimirlas por aquella, su legendaria fuerza y resistencia para salir avante, sin la mano de nadie.
Estas madres jefas de familia no deben ser las heroínas de su propia historia, ardua y sinuosa en la soledad y en la desprotección institucional, con sus hijas e hijos que necesitan lo básico y vital, para ser ciudadanas y ciudadanos líderes de Veracruz, que les requiere urgentemente, para crecer y reponerse de todas las crisis que hoy padecemos.
El Gobierno estatal, los municipales y los Poderes públicos tienen el deber de apoyar, proteger e impulsar el desarrollo personal y productivo de las madres jefas de familia que hoy, tienen que asumir la responsabilidad total y única, de sus hijas e hijos menores de edad.
Por todas estas razones, hace unos días presenté una iniciativa de “Ley de apoyo a madres jefas de familia para Veracruz”, que se propone mejorar la situación social de las mujeres jefas de familia y de sus hijas e hijos, a través del otorgamiento de un apoyo económico bimestral, implementado por el DIF estatal, con la participación de otras dependencias de la administración pública estatal y de las autoridades municipales.
Esta iniciativa de Ley busca hacer valer el artículo 1 Constitucional y responder ante la grave situación económica de miles de madres jefas de familia en situación de vulnerabilidad que, de un día a otro, confrontan una cascada de deberes, pagos, necesidades y que no tienen con qué ampararse ni proveer a las y los suyos.
Estoy convencida que la aprobación y creación de esta Ley es una inversión inteligente en el presente, para el futuro. Un gran espaldarazo a las madres jefas de familia de Veracruz que, cimientan hogares, que forjan a los hombres y mujeres que seguirán construyendo y aportando a sus comunidades y a la entidad.
Es una apuesta de ganar-ganar porque con este apoyo bimestral, estaremos abonando al desarrollo sostenible, al bienestar y a la vida con dignidad humana de las familias monoparentales de Veracruz, donde una madre sola y sus hijas e hijos, tiene derecho a ser respaldada por el Estado, por las leyes y por los principios y derechos fundamentales que hoy, ya las protegen.
Apoyar a las madres jefas de familia es también fortalecer a nuestra sociedad como una más igualitaria, justa e incluyente y, más allá, es ratificarles a ellas, nuestro compromiso en los hechos de que, frente a los desafíos y desesperanzas que enfrentan, no están solas.
Si una escritora alguna vez señaló que, “La fuerza de una madre es más grande que las leyes de la naturaleza”, la fuerza y obligación de apoyo del Estado, es aún mayor.
Buscador
Directorio
Directora General:
Lic. Rocío Rivera Méndez
Asesora Jurídica:
Mtra. Monserrat Minerva Cobos
Fotografía:
Webmaster:
Para contactarnos:
redaccion@veracruzinforma.com.mx o al cel 2291-275227